La Unión Europea ha propuesto un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que incluye un embargo al petróleo. El embargo prohibiría las importaciones de petróleo ruso por vía marítima, pero permitiría el tránsito a través de oleoductos durante unos meses más para algunos países muy dependientes del petróleo ruso. El embargo se aplicaría gradualmente durante seis meses para Hungría y Eslovaquia y durante ocho meses para la República Checa debido a su fuerte dependencia del crudo ruso.