1. Modern Monster:
Cuanto calor hace hoy. Tengo calor, el aire esta denso. Verdaderamente denso,
soy mayor de edad hoy. ¿Qué carajo significa eso? No me siento diferente de otros
días, hoy cumplí 18 años y sigo viéndome igual. Misma estatura, misma
complexión, mismo tipo de pelo, mismo tipo de sangre, mismo tipo de vestimenta
infantil y descuidada. Misma voz y mismo tono, solo un poco más insuficiente. Hoy
ya obtuve mi estupida credencia, al fin, tengo un documento de suma importancia
para mi vida de “adulta”. Soy una adulta. Que más da.
No me siento importante, ni irreal, soy de lo mas común: salgo, me divierto, soy
totalmente predecible al comer, al caminar y al mirar, no tengo nada en especial
mas que un par de ojos claros y una piernas firmes. No soy del todo superficial,
me quejo en silencio, abro la boca cuando no tengo nada que decir y se me
resecan los labios ante la incertidumbre. Me estreso enormemente al hablar, al
escribir y al bostezar. Soy un tanto indiscreta, soñadora y artística. Me intimidan
los chicos y las chicas me causan enojos y tristezas, al ser superficiales o poco
modernas. Soy un tanto andrógena y masculina, pero cuando me arreglo puedo
lucir muy femenina y ser un poco mas social. Soy modesta en mis actividades y
trabajos, pero me molestan los ruidos fuertes y la respiración poco pausada.
Me relajo con la música, amo la literatura y mi espejo, en el cual me miro cada
mañana para darme ánimos. No me gusta la comida picante, la oscuridad en
grandes cantidades, las cosas complicadas o la prostitución, odio la denigración de
las mujeres y la apatía de los hombres y tengo talento para escribir en versos y en
historias. Adoro el olor a café, el perfume de hombre y la música clásica, el olor a
perro mojado y las tardes de lluvias, las películas gore, el cine y la música poco
contemporánea. En cuestión de gustos, los chicos más ambles y lindos me resultan
fascinantes, por incomprensibles.
Nunca entendí el sentimiento de amor entre una pareja, y las pocas veces que he
tenido una relación, fue mucho más tormentoso que placentero. Me agrada
ayudar, pero no se como no alterarme al hacerlo, soy torpe, tonta, descuidada y
apática, soy inestable y enérgicamente inactiva. Me pudro un poco al decir “si”,
pero me pudro mas al decir “no” cada vez que tiemblo. Tengo achaques poco
2. comunes, una vida común y excéntrica a ratos, y me siento insegura amándome
ante todo. Tengo miedos, fobias y rencores en mi corazón y soy inestable al
momento de amar a otros, al no amarme lo suficiente, al no aceptarme o al no
quererme tanto, suelo confundir al que me ve o lastimarlo sin querer. No me
acepto aun totalmente. Soy rara. Soy una pequeña mal formación. Soy un
monstruo moderno.
Y te conocí…
Hoy divaga un poco sobre el amor que busco, que no puedo dar al no apreciarme
tanto, y buscaba en las piedras pedazo de algo que rompí al nacer, cosas que no
están dentro de mi y que pasan por que así es la vida.
Entonces te recordé (amarga experiencia) y tu recuerdo me tal un oscuro y
misterioso escalofrió, como la persona que peor me ha tratado en una relación,
una traición o una insuficiencia renal. ¡Si! Eso fuiste, una insuficiencia renal. Que
asco de vida, que asco de persona. Pero no hablare más de tu recuerdo, ni de tus
desventuras ni de tu vida, hablare de algo más halagador para mi persona. Aun
que no me amo, me doy oportunidades de reconciliarme todos los días, con algo
inesperado, con algo que no entiendo.
Entonces, en un ambiente más macabro, pude recordar entre las valijas de mis
recuerdos el que era para mí “el hombre perfecto”. Y pude verlo.
Alto, aguerrido, un tanto robusto y fuerte en facciones, así era el, con un aire
lúgubre y dulce, con una guitarra en mano y un cigarro en la otra, una chaqueta
de cuero y una camisa blanca eran su mejor arreglo, no le hacia falta nada mas
que sus jeans rotos y su sonrisa casi perfecta. Ojos oscuros, labios perfectos. Era
un gran sueño, algo irreal.
3. ¿Su nombre? No lo se… Axel, Johnny Depp (me remito a derechos de autor), Brad,
Tom, Edward, Arthur, Noodle, Yuuki…
Billy.
Su nombre es Billy.
Encantador, dulce y amable Billy. ¡Vaya locura! Es un sueño por que es perfecto,
pero no es tan fácil como aparenta. No eres nada, pero estas presente en mi
mente, poderosa y destructiva, ruidosa e irracional. Estoy demente, o soy muy
creativa en realidad. Y te Recuerdo.
Te pongo aventuras, historias y nombres propios de un amante, de un amigo, de
un recuerdo más. Uno doloroso por cierto, una idea tan maquiavélica que me
causa pesadillas y conflictos, debo dejarte en blanco debo dejarte libre. Pero soy
terca, una vez alguien muy apreciada por mi me dijo puberta. Y tenía razón, soy
una puberta tal cual, sin mayores motivaciones o aspiraciones. Pero en realidad
¿soy una persona malvada, por ser pasional y alegre, eufórica, histérica y por
amar a un alter ego de mi mente?
Quizás si, quizás no. Hay un 50% probabilidad. Y no lo soy, si lo fuera estaría
muriéndome aun mas. Tantos daños, tantos traumas, tantos años guardando estas
líneas. No soy mucha mujer, pero si mucho cerebro y todo lo razono y capto. Soy
la esponja perfecta, el desquite de lo inexplicable, la falta de razón o de
coherencia. Las descargas negativas y la fuerza de atracción. ¿Quién soy yo? Que
bicho raro me pico, que mosca me olfateo. Soy algo, ¿soy alguien? No me siento
especial hoy. Más sigo en pie. ¿Cuál es mi motivación? No es el hecho de
desmotivar mi idea principal, ni este texto, es más bien el conjunto de algo fuera
de lógica. Ilógico, anormal, en definición, toda una generación.
Y no es que no me importe nada, me importan tantas personas, que no puedo
dejar de preocuparme por ellas, que no puedo dejar de mirarlas o de sentirme
culpable por ellas. Soy un imán de energía, y me dan uso como descarga. Soy un
foco, caliente inestablemente, una explosión a punto de emerger.
4. ¿Creativa? Si, si lo soy, soy muy creativa, ideo cosas, destruyo y descompongo,
soy un buen artefacto de la comunicación. Puedo componerla y descomponerla,
por que me falta mejorar ese aspecto de mi vida. A veces me veo a mi misma
como una pequeña maquina, mi cerebro es la computadora y mi cuerpo, pequeño
y frágil, es el medio en el cual se desenvuelven mis ideas e impulsos.
¡Vaya concepto! Debo estar delirando. Debo estar soñando siempre. Soñar no
cuesta nada. Escuche que soñar te acelera y baja el ritmo cardiaco, escuche que
soñar despierta me hace poco inteligente, y hablar en público me hace
imprudente. Soy muy imprudente entonces. Mis ideas explotan en mi cerebro,
creando caos y yo, sentada mirando la luna. Ironía…
Y después de un rato, de emocionarme de escribir y pensar, me doy cuenta que en
efecto, dejo de respirar al momento de trabajar. ¡Respira! Una palabra escrita roba
un trozo de mi vida, de mi alma y de mi juventud. Escribo desde los 14, cuando
una maestra alabo un final alternativo que le di a una historia. Fue un gran
aplauso en mi mente. Desde ese día, desarrolle el habito de la lectura y me volvió
vieja por dentro, cada palabra que leo la vuelvo mía y la despedazo, forma parte
de mis archivos de vida y pasan por muchos cambios. Y sigo emocionándome, y
continúo reprimiendo mi corazón y mi cerebro. ¡Que castigo tan cruel me pongo!
Me castigo por pensar. Y así entendí un punto muy importante: la vida de los
escritores, dramaturgos, directores de cine, doctores, incluso gente con
experiencia en oficinas, no dura mucho.
¿Por qué?
Una simple, significativa y dura palabra: estrés. Puede que otra cosa me
derrumbe, emocionalmente estoy siempre muy mal, sobre todo cuando no se
como decir “te amo” si no me amo primeramente yo, pero el estrés me causara un
gran dolor durante toda mi vida. Me causa jaqueca, sueño, fatiga y enfado. Me
hace aburrida y poco risueña, me levanta a las 12 de la noche en busca de un lápiz
y café y me hace levantarme a las 8 cuando menos lo pienso. Y me estreso
siempre. Y sueño. Sueño con un pasado infeliz, y una vida mediocre que me
atribuyen los que no me conocen tanto. Y sueño, y en un panorama, universo o
ciudad distinta, ¡soy igual! No soy una heroína ni una chica de acción, sigo leyendo
me vuelvo mas inestable a medida que pasan los días. Por eso me encanta leer, al
menos así olvido que no tengo una causa para olvidar. Soy ordinaria ¿o no?
5. Cuando me conoces:
La primera impresión, siempre es la más acertada. Cuando vez a alguien en la calle
y te sonríe, esa imagen es perfectamente la primera impresión. Y pienso mucho
antes de decir, hacer o entablar algo. Soy poco asertiva, tonta y poco alegre en
cuestiones de ese tipo, pero cuando tengo confianza, mis sueños y mis tragedias
me transforman en una musa.
“Musa: eran, según los escritores más antiguos, las diosas inspiradoras de la
música y, según las nociones posteriores, divinidades que presidían los diferentes
tipos de poesía, así como las artes y las ciencias.”
Que horror. No quiero tener tanta importancia, pero me inspiro y me llega la
inspiración desde un punto inexplicable para mí. Me asusta esa idea, es lo que mas
perturba por las noches. No quiero pensar así de mi, pero me aprecio tan poco que
no puedo dejar de ser ineficiente para amar, pero eficiente para crear algo.
Tengo una teoría en la cual, cada vez que escribo un verso, una o dos neuronas
perece dentro de mi cerebro. Al paso que voy, terminare como vegetal en algunos
cuantos años. ¿Ese es el precio que tengo que pagar por mi vida? Parece que si.
Una familia me ama, un grupo de amigos me escuchan, una psicóloga me da
terapia y una escuela entera me desconoce. Vaya vida, vaya días. Y me quejo. Mi
terapeuta me aconsejo relajarme, no pensar tanto y llevarle mas leve. Me hace
elusión al bien y al mal. Siempre digo que soy mala, que soy poca cosa, que no
soy nada excepcional. Y tiene razón, vaya que tiene razón. Algo me apasiona mas
que otra cosa en el mundo, mas que una pasión, y eso es el cine. Puedo crearlo
todo, sin moverme de una silla al escribir un guión y moverme cuando vista a mis
actores y tener una idea poco clara, pero que transforme algo o a alguien.
Talentos y carencias me sobran, pero ideas no. Son poco claras y poco usuales,
eso me hace excéntrica. Como Billy, también tengo a su protagonista en chica,
una idea oscura de cómo es mi mente al crear una imagen, y su nombre es
elegante.
Marion.
6. Ella es, más que otra ilusión óptica, una perfecta extraña, pasional y totalmente
descontrolada. Mi mayor alter ego al ser mujer, niña y futura madre (si dios
quiere). Y no soy muy devota, o muy santurrona, pero si esta mujer hablara, si
“Marion” saliera a la luz de muy adentro de mis más grandes pudores, seria
terrible como persona. Seria un final más próximo. Tal por cual, esa es la palabra
para definir a este ente que yace dentro de mi, muy escondido dentro de mi
garganta infantil y cruel. Es una chica, debo admitirlo, de mi misma edad, que es
insegura e inestable. Insatisfecha. La perfecta cliche de chica europea de clase
alta, en busca de la independencia perdida o ganada con la edad incierta. De unos
años menor a los que aparenta, es una lúgubre visión a un mundo devastado por
la desolación social y la carencia de estímulos. Carencia de lujos, carencia de
emociones puramente humanas. ¿Qué busca Marion? La superación personal de
un mundo. Es totalmente ordinaria al resto, excepto por una cosa: su belleza es
extraordinariamente seductora, es de hecho, uno de los seres más bellos que en
mi mente resguardo. Si creo en ángeles, es mi ángel. Si creo en demonios, no
tiene nada que ver con esa imagen. Es de hecho, un ser andrógeno que me ayuda
cuando menos pienso, cuando mas irracional o temperamental ando. Y tiene un
rostro y forma puramente humano, pero no me atrevo a revelar su identidad aun,
por completo. Y yo cuando pienso en ello, me vuelvo frágil y brutalmente
femenina. Me ayuda a recordar que las chicas son débiles aun ante el mundo. Si
Marion es un ángel, Billy es su contra parte masculina. Ni uno de los dos es
completamente bueno, pero totalmente incierto en actitudes.
Son mis amigos imaginarios. Mi único contacto con una humanidad perdida en mi
interior. Mi única manera de seguir un poco, sin perderme en la locura.
“Yo no estoy por la razón de lastimar a nadie, no soy especial ni bella por dentro,
no soy una maquina para crear o destruir a un antojo fiel, soy una chica al final
del camino y desde el comienzo. Déjame sufrir o libera algo en mi alma rota”.
Algunos días, soy como una esponja. Al absorber las cargas personales de alguien
más, mis preocupaciones aumentan hasta mi límite más alto de imaginación,
trastornándome más de lo que debiera un simple vaso roto. Y me humanizo, pero
me resulta difícil volver a confiar en mi misma. En mi misma. ¿Cómo deje de
aceptarme, de amarme? De que manera me paso, como me volví hostil ante un
mundo. Ante una idea.
Y entonces, recuerdo la razón de mi gran distorsión social. Esa idea, esa oscuridad
que me abrumo de niña y que no me dejo meditar antes de continuar esta
narración. Un abandono, liberar a alguien, almas, pureza, algo mas significativo.
¡Mi idea me aterra! Me hace creer que el mundo es fatal, y muere una parte de mi
cordura cada día. ¡Reacciona ya! Vive…
7. Como puedo continuar existiendo, para algo fui hecha. Algo tengo que hacer, me
resulta fatídico creer que el tiempo que tengo me esta matando. Esa idea que es
oscura, me abruma. No hay cosa peor que pensar en algo distinto a nuestra idea,
algo que nos traumo considerablemente, algo que nos roba nuestra poca plenitud.
Esa es la oveja negra de una familia, esa soy yo.
Entonces recordé que la sensibilidad se lleva en el alma, y en el corazón. Si lloro,
llorare siempre, si rió, reiré siempre, si nunca me expreso, seré un árbol muy viejo
y feo. No quiero volver a lastimar a nadie, pero no puedo dejar de lastimarme por
dentro, reflejarlo por fuera y verme miserable aun que no quiera. Miserable.
He sido miserable desde que tengo una memoria mas prolongada, desde que
descubrí que soy zurda, desde que mi mente jugaba bromas pesadas en mi
infancia, desde que un payaso me abrumo ante una pantalla, desde “Masacre en
Texas” y hasta la fecha. Emocionalmente, soy muy brutal. Odio ser así, me he
odiado tanto. Y pienso en ese odio irracional hacia mi persona, hacia un demonio y
hacia mi creatividad. Soy extremista, ansiosa, nerviosa y perezosa al momento de
decidir. Me cuesta admitirlo, pero entro en la categoría de las personas más
inseguras del mundo. No pretendo gran cosa, no soy grande, no soy nada. Nada.
¿Qué se sentirá ser tan insegura? Tan mediocre ante un mundo. Que se sentirá
sentarse en la última banca y pensar en la fragilidad de mi corazón, que tiene
taquicardia por las noches y se abruma por el día frió. He decidido contra mi
historia por que, efectivamente, ya no me cabe adentro. Ya no me cabe nada.
¡No mal piensen! Detesto los mal entendidos, a lo que me refiero es que, al final
del día, solo tendré mis memorias intactas. Si es que no se desaparecen de mí.
El cosplay significaba para mi el poder ser linda y amable, un poco afamada y
aclamada por un día por lo menos, el ser reconocida por algo mas que mi nombre.
Ni mi nombre significa nada. Claudette viene de Claudia en francés, es algo mas
claro decirlo de esa manera. Claudia. Así debió ser, pero no puedo creer que el
tiempo que pase razonando esa lógica me aplastar. Mi corazón pesa mucho mas
ahora. Si lees esto, debes creer que estoy realmente psicoterapia da, pero solo así
aprender una lección valiosa: la vida se conforma de cosas, no de momentos, de
vivencias y no de espectros. Si lo lees acepta el cambio al menos, ama un poco y
no temas razonas que el amor libera y nunca, nunca, te mata.
Mis más sinceras Disculpas.
Claudette Fernanda Sánchez Juárez.