1. INSTITUCIÓN EDUCATIVA FISCAL
“MIGUEL DE SANTIAGO”
ASIGNATURA: EDUCACIÓN ARTÍSTICA
ESTUDIANTE: RONAL CALERO
CURSO:1RO DE BACHILLERATO PARALELO “A2”
TITULO: MITOS Y LEYENDAS MÁS POPULARES DEL
ECUADOR
AÑO LECTIVO 2020-2021
2. Cantuña y su pacto con el diablo
Cantuña era un respetado indígena en los tiempos coloniales al que le ha sido
encomendada la creación del atrio del santuario de San Francisco en Quito la paga por
esa tarea era bastante buena, empero la condición era que debía desarrollarse en el
período de tiempo más corto que se pueda. Cantuña entonces tomó la decisión de
vender su alma al diablo con la condición que cada una de las rocas del atrio estuvieran
ahí puestas anterior a que salieran los primeros relámpagos del sol.
Éste grabó en una roca que cualquiera que la tocara reconocería únicamente a Dios. 3
pequeños demonios que trabajaban dicha noche no pudieron tocar la roca y dejaron
incompleta la creación una vez que el diablo llegó para llevarse el alma de Cantuña, éste
reclamó que la obra no fue completada y que por consiguiente no se podía llevar a cabo
el trato, triunfando su alma de vuelta.
La doncella de Pumapungo
Pumapungo, situado en Cuenca, era el destino de tiempo libre preferido por los
emperadores incas. Este sitio estaba impresionantemente decorado y en la actualidad es
viable visitar sus ruinas. El sitio contaba con una fuente sagrada que era usada
exclusivamente por el jefe supremo además estaba atendido por unas doncellas
conocidas como las Vírgenes del Sol. Estas féminas eran criadas a partir de pequeñas en
3. diversas artes y capacidades que usaban para entretener a los emperadores Nina era una
de las Vírgenes del Sol residentes en Pumapungo y aun cuando estaba prohibido, se
enamoró de uno de los sacerdotes del templo. Este par solía reunirse en las noches de
luna llena en los jardines del sitio una vez que el jefe supremo se enteró de este suceso
envió a asesinar al sacerdote, sin embargo, prohibió que se informara a Nina de esto la
doncella al mirar que su amante no acudía a sus encuentros al final murió de pena
moral. Se plantea que en la actualidad en las mismas noches de luna llena se puede
escuchar su lamento en medio de las ruinas del sitio.
El Guagua Auca
Se plantea que el Guagua Auca es un demonio desarrollado por el alma de un infante
que surgió y murió sin llegar a ser bautizado. Éste aterra a borrachines en los senderos a
altas horas de la noche. Se afirma con un chillido incesante que desespera a cualquier
persona.
Los incautos sin saberlo buscan los principios del chillido hasta que descubren lo cual
parece ser un infante enroscado en una manta. Después los individuos encuentran como
la fisionomía del supuesto infante cambia y se proporcionan cuenta de que en realidad
estaban cargando a un demonio cuentan que varios fueron encontrado muertos y con
espuma en la boca como consecuencia del encuentro con el Guagua Auca.
La veleta de la catedral de Quito
4. A lo largo de la fase colonial de Quito vivía en la metrópoli un poderoso caballero lleno
de riquezas, empero además de orgullo y prepotencia. No dudaba en insultar o
despreciar a todo ese que se cruzase por su sendero, debido a que se sentía el ser
humano de mayor relevancia de todo el mundo.
Tanto era su desprecio por todo, que un día volviendo borracho a su vivienda se detuvo
ante la majestuosa veleta a modo de gallo de la catedral de Quito. La notó y de sus
palabras solo salieron barbaridades como “¡ese gallo es patético!”, “¡Menuda broma de
gallo!” o “Es más bien un gallito en lugar de gallo” para sorpresa del caballero, el gallo
tomó vida y se descolgó de la veleta, atacándole ferozmente. Le hizo heridas por cada
una de piezas y después volvió a su posición original a la mañana siguiente, el ser
humano despertó con cada una de las marcas de picotazos y sangre por el cuerpo
humano. No supo si ha sido verdad o producto de su imaginación por los efectos del
alcohol, sin embargo, a partir de entonces no volvió a ocurrir por delante de la catedral
ni abrió el pico para humillar a nadie más.
Umiña, la diosa manteña
Atahualpa pertenece a los emperadores incas más conocidos de la historia. Por un lado,
por ser el último anterior a la llegada de los españoles y por otro por sus salvajes y
sangrientos actos de contienda ha sido su papá quien enseñó a ser tan sanguinario,
enseñándole a partir de muchacho el arte de la guerra y técnicas de caza.
Claramente, a lo largo de su niñez, Atahualpa merodeaba los bosques de Cuzco en
busca de poder cazar cualquier animal. Al rato se cruzó en su sendero un precioso
guacamayo que se posó tranquilamente en un árbol. Atahualpa pensó que podría ser una
buena pieza y no paró hasta que lo asesinó orgulloso, volvió a vivienda para mostrarle
el trofeo a su papá, a sabiendas que era una especie difícil de lograr. Empero justo
previamente, Atahualpa se localizó con su mamá, la reina Pacha, la cual le otorgó una
bella lección: “Al enemigo solo se le ataca en la guerra, debido a que tiene armas para
lograr defenderse”. Después, tomó el loro y le hizo un tocado a su hijo para que
constantemente recordara esas palabras.
5. La princesa triste de Santa Ana
En el sector de lo cual hoy se sabe cómo Guayaquil, estaba un monarca que amasaba
una enorme riqueza en sus fortalezas. La hija del rey cayó enferma y no estaba cura para
su mal un día apareció un hechicero frente a el Monarca y ofertó curar la salud de la
princesa a cambio de toda la fortuna que gozaba. Frente a la negativa de éste, un
hechizo cayó sobre las tierras que residía este regente, condenando a su poblado a la
desaparición siglos luego, una vez que uno de los expedicionarios españoles escalaba
uno de los cerros del área, éste se localizó con una bonita princesa que le entregó 2
posibilidades: le ofertó una preciosa urbe llena de oro o ser una mujer devota y fiel para
él. El español tomó la decisión de optar por la metrópoli de oro y frente a esto la
princesa tomó la decisión de conjurar una maldición sobre él. Éste inició a rezarle a la
Virgen de Santa Ana que lo salvara y esta efectivamente lo salvó. Es por ello que el
monte donde ha sido implantada la urbe de Guayaquil ha sido bautizado con el nombre
de Santa Ana.
El demonio del barranco
Se plantea que hay un demonio que habita en los barrancos alrededor de los ríos. Éste
continuamente está en busca de viviendas construidas en los bordes para halarlas hacia
el flujo de agua una noche, el demonio se disfrazó de un hombre apuesto y encantador y
en su intento por tumbar la vivienda con sus pobladores que había dentro, hechizó a el
núcleo familiar para que fueran a dormirse en el instante uno de los chicos consiguió
ocultarse abajo de una silla y huyó en la averiguación de un sacerdote. Éste, con sus
rezos, consiguió rescatar a la vivienda y a el núcleo familiar completa.
6. El duende
El duende es una criatura mítica de diversas zonas del Ecuador que habita los bosques y
las junglas del territorio este frecuenta reposar sobre gigantes piedras en los ríos y se le
explica utilizando un monumental sombrero y ropas oscuras este personaje se frecuenta
enamorar de adolescentes preciosas a las que empieza a continuar. Llama su atención al
lanzar rocas o con silbidos y se muestra celoso una vez que las parejas de éstas aparecen
ciertos consideran que no hablamos de duendes aislados, sino de toda una sociedad que
se distribuye durante cavernas, desfiladeros y ríos.
La dama de Guayaquil
Esta leyenda se extendió a inicios del siglo XVIII y sigue teniendo protagonismo en la
cultura exitosa ecuatoriana cuenta la crónica de como una dama elegante, con vestido
negro y velo en la cara, se mostraba a los hombres que a medianoche rondaban las
calles estando borrachos. La dama, misteriosa y llamativa, denominaba la atención de
los hombres por su dulce fragancia ellos caminaban tras ella, sin embargo, jamás
conseguían alcanzarla. Callejeaban hasta que ella se detenía a escasos metros del
camposanto general. En aquel instante, la dama se daba la vuelta y, al quitarse el velo, la
fragancia se convertía en un olor nauseabundo y su hermosa imagen de su cara tomaba
forma de calavera los ebrios hombres entraban en shock y empezaban a convulsionar en
el suelo hasta que fallecían. Era su castigo por ser tunantes, borrachos e infieles a sus
esposas.
7. Kuartam el sapo
Este mito cuenta la crónica de un cazador de la cultura Shuar que se internó en el
bosque. Su señora le había advertido que no hiciera burla del ruido que emitiera un sapo
de llegárselo a hallar efectivamente el cazador en su rutina se topó con el especial ruido
y no reparó en empezar a imitarlo en tono de burla. El sapo molesto se transformó en un
puma y se comió parte corporal del ser humano la señora de éste, al saber de lo cual
ocurrió, tomó la decisión de tomar venganza y descubrir al sapo. Cuando lo encontró,
tumbó el árbol en el cual estaba ocasionando el deceso del animal. En su interior la
dama ha podido hallar los restos de su esposo.