2. INTRODUCCION
Considerando que la sexualidad en el ser humano esta
presente desde el momento que nace hasta la muerte y de
todos aquellos aspectos que esta implica ya que involucra
sentimientos, emociones, actitudes, pensamientos y
comportamientos tales como la autoestima, cariño y respeto
por nosotros mismos, la percepción íntima y personal de
sentirnos mujeres y hombres; el vínculo afectivo con los
demás y la manera de expresar nuestro afecto; la capacidad
de dar y recibir amor y de experimentar placer; la forma de
comportarnos, las diferencias corporales, los cambios
físicos, el impulso o deseo sexual, atracción física, y la
reproducción biológica; es decir la sexualidad abarca
nuestro cuerpo, nuestras emociones, lo social y cultural de
nuestra vida.
3. El sexo es una
característica
biológica que
permite identificar a
las personas por sus
diferencias
corporales, tanto
como hombres o
mujeres. Esta
diferencia posibilita a
ambos físicamente
para participar en la
reproducción de la
especie.
Se nace con sexo
masculino, y se
aprende a comportarse
como hombre;
igualmente, se nace
con sexo femenino, y
también se aprende
comportarse como
mujer. El sexo es un
hecho biológico,
psicológico, social y
cultura
La sexualidad
abarca todo, es el
resultado de la
relación entre
mujeres y hombres,
la forma de
sentirnos como
hombres o mujeres
según la época y
cultura que
establece la
sociedad, además
de los criterios y
convicciones de
carácter moral.
4. Esto incluye
el vínculo
afectivo, la
capacidad de
dar y de
recibir amor,
la capacidad
de
experimentar
placer, y la
atracción
física hacia
otra persona.
Es en la
adolescencia
cuando empiezan a
desarrollarse
relaciones humanas
diferentes hacia
una persona en
especial, que van
evolucionando con
el tiempo.
El ejercicio de la
sexualidad tiene que
ver con la atracción
afectiva hacia la
pareja y sirve para
expresarle cariño;
puede llegar a ser
como el lenguaje de
comunicación
recíproca entre los
dos.
La atracción física,
el amor, el
reconocimiento de
las cualidades, la
tolerancia de los
defectos y el
impulso sexual,
pueden llevar a la
pareja a buscar
una mayor
intimidad y entrega
que puede
culminar en
relaciones
sexuales.
5. Uno de los principales problemas ligados a esta
transición de la niñez a la edad adulta es la
sexualidad. La maduración física que tiene lugar
durante la pubertad provoca que el adolescente tome
conciencia de su sexualidad y, simultáneamente, le
atribuye un nuevo estatus social, particularmente, en
las relaciones con sus padres y con sus semejantes.
Sin embargo, existe una percepción distinta de este
nuevo estatus social según los contextos culturales y
sociales. De este modo, la concepción que cada
sociedad tiene de la adolescencia influye en el
significado de la sexualidad, así como en el margen
de decisión que se les reconoce a los jóvenes con
respecto a su identidad sexual y a las actividades
sexuales que se les permiten realizar.
Los adolescentes con una
actividad sexual «precoz»
suelen asociarse con
conductas de riesgo como el
consumo de drogas y
alcohol, la prostitución o el
abandono escolar, entre
otros. No obstante, ningún
estudio parece establecer un
vínculo entre la sexualidad y
este tipo de conductas. Los
factores determinantes
pertenecen, en su mayoría, al
contexto familiar y ambiental,
a las malas compañías, etc.
6. Etapas del desarrollo de la sexualidad
Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma
gradualmente y necesita pasar por una serie de etapas antes de
completarse. Los cambios que se producen en la sexualidad
pueden enmarcarse dentro de las etapas de la adolescencia y
la pubertad, ya que las transformaciones físicas y mentales
condicionan sobremanera el desarrollo de la sexualidad y de la
identidad sexual:
Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se
caracteriza por la velocidad de los cambios físicos en el
adolescente, el joven se encuentra aún lejos del deseo sexual
adulto, por lo que se presenta como una fase de
autoexploración (a menudo a través de la masturbación), debido
a los nuevos cambios físicos y psíquicos que experimenta (como la
aparición de los primeros impulsos sexuales y de la espermarquia
o primera eyaculación), y también de exploración del contacto con
el otro sexo.
Adolescencia media (14-17 años): El adolescente ya está casi
completamente desarrollado, sus órganos sexuales están listos
para la reproducción y el deseo sexual se incrementa. En esta
fase se desarrolla una sensación de invulnerabilidad y fortaleza
que inducen al joven a comportarse de una forma narcisista. Se
empieza a buscar el contacto habitual con el otro sexo y pueden
llegar las primeras relaciones sexuales. El adolescente no sólo
responde a sus impulsos sexuales, sino también a su narcisismo,
es decir, pone a prueba la propia capacidad de atraer al otro.
También se considera que durante esta etapa se produce el auge
de las fantasías románticas. Las relaciones sociales fuera del
entorno familiar, especialmente con amigos, empiezan a tener
preponderancia, por lo que el adolescente contrapone los
valores y la educación sexual recibida de sus padres con la de
sus amigos (en muchas ocasiones llenas de mitos derivados de la
poca o nula experiencia sexual), lo que puede acarrear riesgos, si
a esto se suma que el adolescente aún no ha desarrollado del todo
el pensamiento abstracto y en algunas ocasiones le cuesta pensar
en las consecuencias de sus actos. Además, al no haber
desarrollado por completo el pensamiento adulto, el
adolescente utiliza los sentidos para expresar sus emociones.
Adolescencia tardía (17-21 años): El adolescente se ha
desarrollado por completo, física y psíquicamente. La capacidad de
pensar en abstracto y de ser consciente de las consecuencias
7. La pubertad y el desarrollo sexual son etapas de cambios
constantes, donde el deseo y los impulsos sexuales dominan a
una parte racional que no está del todo desarrollada. Recibir
una buena educación sexual es muy importante, no sólo a
corto plazo, es decir, para que el adolescente supere sin
riesgos sus etapas de maduración física y psíquica, sino
también para establecer el comportamiento sexual que tendrá
el joven cuando sea adulto.
Durante la adolescencia, el joven está expuesto a riesgos que
se deben evitar mediante medidas preventivas:
La sexualidad entra dentro de la intimidad: Las relaciones
sexuales pertenecen a la intimidad de las personas, por lo que
no es necesario compartir los detalles sobre las mismas, a no
ser que se quiera hacer. Los padres y el entorno no deben
presionar al adolescente.
Desarrollo de habilidades sociales y de autocontrol: Los
impulsos sexuales dominan a los racionales durante la
adolescencia, sobre todo al comienzo de la fase de
adolescencia media, donde el joven ya ha desarrollado por
completo sus órganos sexuales pero no el pensamiento adulto.
La educación debe proveer al adolescente de conocimientos
que le permitan desarrollar conductas y comportamientos
sexuales correctos.
Informar: Es vital dotar al adolescente de la información
necesaria sobre los riesgos que traen las relaciones sexuales
sin protección (embarazo precoz, Enfermedades de
Transmisión Sexual, etcétera), así como de los beneficios que
reporta practicar sexo seguro.
8. Adolescencia y sexualidad
La adolescencia ha sido considerada como una época de transición en
donde se presentan una serie de cambios tanto físicos, psicológicos como
sociales, los cuales se integran en la personalidad y permiten elaborar la
propia identidad
Marca nuevos patrones de comportamiento que permiten enfrentarse a las
tareas de adulto que posteriormente deberá desarrollar.
Es normal que el adolescente muestre un interés creciente en su
sexualidad así como también preocupación por su imagen corporal y la
relación con su grupo de pares. Al inicio el desarrollo psicosexual del joven
está caracterizado por una etapa de aislamiento producida por cambios
tanto físicos como emocionales. La segunda etapa es de orientación
incierta hacia la sexualidad, en donde tiende sólo a relacionarse con las
personas de su mismo sexo y tiene un papel muy importante el amigo
íntimo. En la tercera etapa ocurre una apertura hacia la heterosexualidad,
caracterizada por relaciones amorosas efímeras e intensas y presencia de
fantasías eróticas. Por último el joven logra la consolidación de su
identidad sexual, lo que se manifiesta en relaciones con un objeto sexual y
amoroso más estables y duraderas
Por lo anterior los jóvenes requieren de discusiones honestas y abiertas
sobre estos temas para que logren un manejo adecuado de las
situaciones que diariamente enfrentan, y desarrollen conductas
responsables respecto a su sexualidad.
La expresión de la conducta sexual en la adolescencia estará determinada
por una serie de aspectos que trascienden la dimensión reproductiva, la
cual no puede separarse de su comportamiento total como ser humano,
de su manera y posibilidad de vivir y de las influencias que tienen el
ámbito social en su experiencia de vida
Asimismo la familia ejerce una influencia decisiva en las conductas
sexuales presentadas por los jóvenes. Ellos son producto de los múltiples
cambios a los que se ven expuestos, sienten deseos de explorar
situaciones nuevas como lo son las relaciones sexuales.
La sexualidad adolescente se convierte en una búsqueda del significado,
una experiencia generadora de autonomía, de sentimiento de identidad y
de autovaloración como persona atractiva). Es aquí en donde el grupo
familiar juega un rol fundamental en la conformación de actitudes,
conocimientos y prácticas en la expresión de la sexualidad adolescente.
Los padres emitirán juicios, estimularán en sus hijos determinadas
conductas y limitarán otras, ejercerán autoridad, expresarán sentimientos
y emociones que propiciarán conductas sexuales responsables o no.
El tipo de vínculos que se establecen a lo largo del período de la
adolescencia con figuras importantes como lo son los amigos y amigas
otorgan un carácter particular a la vivencia de la propia sexualidad de
cada individuo.
Por lo tanto, abordar el tema de la sexualidad en los adolescentes es de
suma importancia pues el entendimiento de la misma, contribuirá al