1. La casa terrorífica
Un noche de Halloween mis amigos y yo salimos a pedir
chuches, muchas chuches. Íbamos por la octava casa y
entonces un chico joven con un disfraz muy raro y una máscara
de la casa de papel a asustarnos. Nosotros salimos corriendo
todo lo que podíamos hacia un parque. Nos relajamos y
pensamos que era una broma del chico. Estuvimos jugando un
rato, después decidimos ir otra vez a pedirle chuches. Cuando
llegamos tocamos al timbre y no abrió nadie, nosotros pensamos
que alomejor se había ido a pedir chuches como nosotros
porque cuando nos asustó parecía un niño. Decidimos irnos a
otras casas y acabamos con las bolsas llenas hasta arriba. Esa
misma noche era el cumpleaños de una amiga que nos invitó a
los tres así que fuimos directos. Nos lo pasamos súper bien y
pasamos una noche fantástica. Al día siguiente me levanté para
ir al colegio. Cuando llegué estaba muy cansada y hablé con mis
amigos de ir otra vez a esa casa. Después del colegio llamé a mi
madre con mi reloj y le dije que llegaría un poco más tarde de lo
normal. Cuando llegamos a la casa tocamos al timbre y tardó un
poco en abrirnos, pero cuándo abrió nos cogió del brazo fuerte a
los tres y nos metió en su casa y nos encerró en una habitación
muy asquerosa. Nos dijo que no íbamos a salir de ahí nunca.
Nosotros asustados no sabíamos que hacer y entonces me
acordé, que con mi reloj se podía llamar. Entonces llamé a mi
madre y se lo conté todo. Ella, muy nerviosa y asustada me dijo
que no me preocupase y que iba a llamar a la policía. Entonces
le di la dirección y en diez minutos la policía dio un portazo a la
puerta y le obligaron al chico a decirles dónde estábamos. Así,
nos salvaron y nos llevaron a casa. Cuando llegué, le di un buen
abrazo a mi madre y le dije que no me iba a volver a acercar a
esa casa. Finalmente, al joven se lo llevaron detenido.
Esther Díaz Pardo (6º).
2. Había una vez unos niños que les gustaba dar miedo y todos los años salían
a asustar a la gente. A la gente no les gustaba los sustos pero a ellos
siempre le gustaba asustar a la gente y a los niños pequeños hacerles llorar.
Pero un año se reunió el pueblo para darles una lección y empezaron a
preparar un buen susto, pero ellos lo escucharon todo. Entonces se pusieron
a reunir a los demás niños para darles también un buen susto.
Pasaron días y días preparando todo, pero los mayores les estaban
preparando algo peor, estaban haciendo disfraces terroríficos. Pero ellos,
otra vez, lo estaban viendo todo. Entonces, los mayores, se dieron cuenta de
que los niños los estaban vigilando y se fueron muy lejos. Entonces, los
niños ya no los encontraron. Por fin, llego el día de Halloween y empezaron a
dar sustos, pero en una casa había un laberinto y ellos como siempre muy
atrevidos pasaron. De repente, los niños empezaron a asustarse y salieron
corriendo de allí. Desde entonces, ningún otro año asustaron a la gente.
Adrián Navarro
Montañana (6º)
3. Érase una vez un niño de diez años que se llamaba
Jhon .En el día de Halloween desapareció. Todos
sus familiares y amigos estaban desesperados
buscándolo.
Su madre Elizabeth y su padre David estaban
llamando al 911 pero le dijeron que no se podía
hacer nada. Mientras él, estaba secuestrado en un
garaje de una feria abandonada por tres payasos.
Los payasos le decían que sus padres debían
darles 100.000€ o lo mataban. Pero, por suerte,
sus amigos los encontraron y fueron a salvarlo. Se
pelearon hasta que, de repente, Jhon despierta.
Todo era una pesadilla, hoy es Halloween y
tenemos que preparar una fiesta con chuches y
sangría, y por eso, todos los niños fueron a pedir
chuches. Por fin, se acaba el día y Jhon se vuelve a
dormir.
Halloween
Aitor Ciria López
(6º)
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42. UN TIPO EXTRAÑO
Érase una vez un niño que tenía diez años, que fue a dar un paseo
y se encontró a su amiga Marta. Se fueron a pedir caramelos a las casas,
pero cuando atendieron a la última vecina, era un poco extraña y su forma
de hablar era muy rara.
Pablo y su amiga se fueron, pero sentían que les perseguían.
Cuando llegaron a casa de Pablo se acostó y de madrugada llamaron a
la puerta. Siempre él abría la puerta y era esa vecina que dijo ¿dónde
está tu madre? Pablo le contestó (está durmiendo señora) y ella dijo es
importante, Pablo despertó a su madre y él se fue a la cama, pero oyó un
grito y bajó súper rápido. Allí se encontró a su madre en el suelo, no sabía
qué le pasaba.
La vecina no estaba y el niño se asustó ¡Mamá! Despertó a su papá
y cuando bajó, directamente se la llevó al hospital, pero la vecina volvió y
dijo al niño ¡Sal de donde estés tengo un regalo! Pablo le dijo, no saldré
sé que le has hecho algo a mi mamá. ¡Tonterías! nunca le haría daño a
tu mamá, él contestó no, sé que estás mintiendo. Ella dijo que nunca lo
haría, y si no quieres salir por la buenas, saldrás por las malas.
La vecina encontró a Pablo debajo de las escaleras. Pero Pablo se
resistía a que le llevasen, era mucho más inteligente que su vecina.
Mientras buscaba a Pablo, él llamó a la policía, y de repente escuchó la
sirena del coche y se alegró mucho. La vecina intentó irse pero la pillaron.
Al final la madre se recuperó, su padre trajo a su mamá a su casa
y todos estaban muy felices como antes.
María Yamira Sanz Amorín 5° primaria Alborea
43. HALLOWEEN
Érase una vez un día de invierno que hacía mucho frío. Yendo yo al colegio
con un amigo, de repente vimos todas las casas llenas de calabazas con telarañas.
De una casa muy grande, salió un hombre disfrazado a asustarnos, pero no
nos asustó. Seguíamos yendo de camino al colegio y por detrás nos perseguía.
Cuando llegamos al colegio, nos pusimos en la fila y él se escondió detrás de un
árbol. Después estábamos en clase corrigiendo y se escuchaban unas voces
tenebrosas y mi amigo dijo que pidiéramos chuches, y me dijeron que yo dijese truco
o trato y así nos dieron muchas chuches, caramelos, palitos de chuches, etc.
Cuando acabamos de pedir chuches, fuimos todos a mi casa a hacer una fiesta
de Halloween, tomando todas las chuches y sangría que hizo mi madre y ese fue el
mejor día de mi vida. Después nos fuimos a jugar al fútbol, pero se hizo de noche y
nos fuimos cada uno a nuestras casas a dormir.
Me desperté y fui a por todos mis amigos, cuando estábamos todos, nos fuimos
al parque y cuando estábamos en el parque vinieron unos hombres a asustarnos y
fuimos a nuestras casas a disfrazarnos y los asustamos a ellos. Nos lo pasamos
genial.
Carlos González Navarro 5° Primaria Alborea.
44. LA LEYENDA DE LA MONTAÑA
Érase una vez… en un pueblo muy muy lejano, había dos niños,
Aitana y Eloy. Ellos no creían en las historias de terror ni en Halloween,
decían que era una tontería.
Un día, antes de Halloween ellos estaban en clase y todos sus
compañeros hablaban de la leyenda de la montaña y es que se contaba
por ahí, que si vas a la montaña el día de Halloween y tocas tres veces a
la cabaña abandonada de encima de la montaña, los espíritus te echan
una maldición.
Ya es Halloween, y Aitana y Eloy van disfrazados de fantasmas,
cuando salen del colegio todos sus amigos incluidos ellos, van a la
montaña a jugar. De repente, a Aitana y Eloy se les ocurre tocar la cabaña,
sus amigos les dicen que no lo hagan, pero ellos no les hacen ni caso,
entonces salen cuatro espíritus y todos sus amigos salen corriendo
menos ellos. De pronto les dicen los espíritus: como no empecéis a creer
en Halloween, os perseguiremos para siempre. Ellos aterrados
asintieron y se fueron. A partir de entonces, sí que empezaron a creer en
Halloween y ahora siempre disfrutan esta fiesta tan divertida . Fin.
Laura Carrión Delicado (5 primaria)
45. ANTES DE HALLOWEEN
Érase una vez una niña llamada Esther, a ella no le gustaba Halloween, prefería rosas,
unicornios, colores en tonos pastel... Una noche Esther antes de dormir, decidió levantarse
hacia la cocina para comer algo, cuando estaba bajando las escaleras escuchó un ruido
extraño. Ella pensaba que eran sus padres, pero no eran sus padres. Al llegar a la cocina vio
una sombra y la dejó pasar y ya que se le había quitado el sueño, decidió irse al salón a
dibujar un unicornio rosa. Estaba tranquila dibujando y de repente escuchó un ruido tan fuerte
que llamó a sus padres.
Sus padres al escuchar a Esther, se asustaron mucho porque ellos también lo habían
escuchado. De tan asustado que iba el padre, llamado Juan, se cayó por las escaleras, y la
madre de Esther, llamada Raquel, cogió a Juan, se levantó y terminaron de bajar las
escaleras.
Al llegar a la cocina, vieron dos sombras y estas se movían de sitio. Decidieron
seguirlas. Las sombras iban al baño y en la bañera vieron una mancha roja que parecía
sangre.
Al verlo Raquel decidió limpiarla y al terminar, se giró y vio a un hombre de negro. Se
asustó mucho y fue hacía él, lo cogió de las manos, lo llevó al sótano y avisó a Juan y a
Esther y llamaron a la policía. Vinieron y se lo llevaron a la cárcel.
Después de esa aventura, la familia ya nunca estuvo tranquila los días de Halloween.
Lucía Piqueras Vidal 5º Primaria Alborea.