Da pena decirlo, pero Costa Rica ha dejado de ser una democracia representativa; la manera de elegir a los diputados ha borrado cualquier síntoma de que estas figuras trabajen a favor de los ciudadanos. Como respuesta al problema, más de un experto ha puesto la vista en los gobiernos cantonales; argumentan que están más cerca a la gente y pueden responder mejor a sus necesidades.