2. ¿Por qué hacer el bien?
El individuo concreto se plantea preguntas como éstas: |
— ¿Por qué no mentk, engañar, robar o matar, cmnáo ello resulta ventajoso y. en un caso
dado, no hay que temer ser descubiertos o castigados?
— ¿Por qué debería un político resistir a la corrupción, si tienen garantizada la discreción
de los corruptores?
— ¿Por qué tendría un comerciante (o un banco) que poner límites a sus ganancias, cuan-
do se proclama públicamente, sin la mínima vergüenza moral, la avaricia o el eslogan
"enriquécete"?
— ¿Por qué debería un investigador de embriones renunciar a una técnica comercial de
reproducción que garantiza embriones perfectos y arroja el sobrante a la basura?
— ¿Por qué no liquidar de antemano la descendencia indeseada (por ejemplo, las hembras
(en algunos países asiáticos]), cuando un reconocimiento prenatal permite determinar
el sexo? (...)
Veamos ahora las preguntas que afectan a los grandes colectivos:
¿Por qué la tolerancia, el respeto, el aprecio de un pueblo para con otro, de una religión
para con otra, de una raza para con otra? ¿Por qué han de alinearse siempre con la paz y
nunca con la omm los re.sponsables de las naciones y las religiones?
De nuevo la pregunta es radical: ¿por qué debe el hombre —como individuo, gmpo, na-
ción o religión— comportarse de un modo humano, verdaderamente humano? ¿Y por qué
tal comportamiento ha de ser incondicional? ¿Por qué nos afecta esto a toaos, sin excluir
ningún estrato social, clase o grupo? Ésta es la cuestión fundamental de toda ética.
Kmg. H.. Proyecto de ¡ma ética mundial.
segijn estéis o no2 ^ --wiiVO,
3. Ei hombre como punto de partida
El hombre es un ser bio-social. Como ser vivo (bio), debe adaptarse ai ambiente
y está sometido a las leyes biológicas. Pero como ser social, debe adaptarse a
las nonnas y reglas de su sociedad. Como animal social, se distingue de los de-
más animales porque posee un lenguaje articulado, la capacidad de creación y,
gracias a eso, la posibilidad de progresara nivel individual y colectivo. El proceso
por el cual ios individuos se integran en una sociedad se llama socialización. Por
medio de la socialización los individuos acceden a la forma humana de vivir, a la
cultura.
Un ser cultural
Al observar el mundo, vemos que hay una diferencia radical entre el comporta-
miento animal y el comportamiento humano. En general, los animales responden
al medio de una manera prefijada, que está de acuerdo con sus posibilidades bio-
lógicas. Así, por ejemplo, cuesta bastante que un perro deje de ladrar si está
acostumbrado a hacerlo, En cambio, un ser humano puede cambiar con facilidad
su reacción ante una situación dada y, a menudo, escoge rápida y consciente-
mente alguna de las respuestas posibles.
Si comparamos al hombre con otros animales, vemos que es un ser menos dota-
do en muchos aspectos: no tiene la agilidad de un galgo, ni la vista de un lince, ni
la mandíbula de un león. A pesar de ello, los hombres han llegado a correr más
que los galgos, han observado los satélites de Júpiter y han conseguido triturar
rápidamente cualquier alimento. ¿Cómo se puede explicar todo esto?
Aunque haya muchas especies animales que viven en comunidad, las diferen-
cias entre las comunidades animales y las comunidades humanas son funda-
mentales. He aquí algunas de las más relevantes:
— El lenguaje. La capacidad de comunicarse de
manera simbólica con los demás.
— La creatividad. La capacidad de generar nuevas
posibilidades: el deseo por superar la ley de la
gravedad (globos, aviones, cohetes...), el descu-
brir en una simple piedra la posibilidad de una es-
cultura...
— El progreso. La posibilidad de una transforma-
ción, a veces muy rápida. Los avances técnicos
son un claro ejemplo: de los primeros aviones
hasta las actuales naves espaciales, de las pie-
dras usadas como instrumentos cortantes a los
bisturíes de gran precisión...
Sin embargo, los diversos avances culturales (la len-
gua, el arte, la tecnología...) no son heredados gené-
ticamente. Cada generación debe aprender los mode-
los lingüístico, artístico, científico y tecnológico de la
sociedad en la que le ha tocado vivir.
4. 4^ La razón de que un hombre sea un ser social, más que
cualquier abeja y que cualquier otro animal gregario, es
clara. Sólo el hombre, entre los animales, posee la pala-
bra. La voz es una indicación del dolor y del placer; por
eso la tienen también los otros animales. En cambio, la pa-
labra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino, así
como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los huma-
nos frente a los demás animales: poseer, de modo exclusi-
vo, el sentido de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto y
las demás apreciaciones.^^
Aristóteles, Política 1,2.
El animal repite monótonamente una técnica heredada,
mientras que el hombre crea nuevas técnicas y somete su
obra a planes elegidos por él mismo. A este modo de obrar,
que resuelve problemas nuevos y que permite un ajusta-
miento flexible a la realidad, lo llamamos inteligencia,
Marina, J. A., Teoría de la inteligertcia creadora.
.z$ constructores. Léger.
Mientras los demás animales transmiten rígidamente su
saber de generación en generación, entre nosotros una
generación sabe o por lo menos puede saber más que la
nuestra. (...) Lo chocante es que este progreso tiene muy
poco que ver con la evolución biológica. Biológicamente
casi no nos diferenciamos de los antiguos griegos, pero
sabemos incomparablemente más que ellos.
BochenskI, J., Introducción al pensamiento filosófico.
üamamos socialización al proceso por el cual los individuos se integran en una
sxiedad, es decir, al proceso por el cual cada individuo aprende las normas, los
«alores y las representaciones del grupo en el que ha nacido y vive. Este aprendi-
zaje incluye desde la manera de sentarse o de vestirse hasta la forma de hablar,
3e valorar... Es, pues, un proceso permanente que dura toda la vida, aunque re-
salta mucho más intenso e importante durante los primeros años.
Hoy sabemos que cuando los seres humanos se incorporan tarde a la sociedad,
no consiguen llegar a ser plenamente humanos. Ejemplo de esto son los casos
de bebés abandonados que han sobrevivido entre los animales y han sido resca-
tados al cabo de unos años. En estos niños se constata que su falta de contacto
con los adultos, durante los primeros años, imposibilita la plena integración poste-
nor. Estos casos nos muestran que el desarrollo normal áer humano es un lar-
go quehacer colectivo.
La naturaleza (el color del pelo, la forma de los dedos...) se recibe por herencia
biológica, mientras que la cultura (la manera de hablar, el interés por detennina-
dos hechos del entorno...) se obtiene a través de los aprendizajes, actitudes,
creencias, costumbres y tradiciones de una sociedad. Cada uno de nosotros per-
tenece a una cultura y está integrado en una organización social.
Manos dibujando. Escher. El liombre es producto
de la cultura, que es producto del fiambre, que
es producto de la cultura.
5. ^ 4. Haz una lista de al menos cinco fomias de actuar que sólo se dan en el ser hu-
mano y nunca en los animales. Por ejemplo: leer el periódico, escribir, coci-
nar...
5. Escribe actividades que pueden realizar los animales y los humanos. Explica
a continuación las diferencias que se dan según las realicen los animales o
los seres humanos. Observa el modelo.
AOMdadK Animales Serhumano
Comunicación — Se comunican mediante voces, saltos, colores...
— En general, cada especie desarrolla un sistema de
comunicación que transmite y mantiene de manera
instintiva.
— Posee lenguajes articulados complejos, diversos siste-
mas de comunicación...
— Ha inventado y sigue inventando nuevos sistemas de
comunicación (capacidad creativa)...
— El sistema de comunicación que posee una especie
varía poco a lo largo de los años.
— Los sistemas de comunicación verbal han ido variando
a lo largo de ios siglos (progreso).
Construcción de viviendas ...
Obtención de comida ...
6. Lee con atención este texto y responde a las cuestiones. Intenta justificar tus
respuestas.
Si otros seres nacen con unas formas de conducta clausuradas, guia-
das por los instintos, los seres humanos tendríamos la capacidad, a di-
ferencia de ellos, de ir adquiriendo un segundo carácter, una segunda
naturaleza. Y este cambio se iría tejiendo tratando de adquirir hábitos
buenos (virtudes) y evitando los malos (vicios), de modo que el espacio
de la ética sería el que conduce desde el carácter con el que nacemos
al que vamos adquiriendo, al que nos interesa adquirir porque nos
acondiciona mejor para vivir bien. Por eso la pregunta sobre si es posi-
ble enseñar y aprender la virtud, sobre si es posible enseñar y aprender
a forjarse un buen carácter era la pregunta central de la ética.
Cortina, A., Ética de ta sociedad civil.
— ¿En qué consiste la segunda naturaleza de la que habla la autora?
— ¿Cuál sería la primera naturaleza?
— ¿Qué carácter nos acondiciona para adquirir hábitos buenos? ¿Por qué?
— ¿Cuál era la pregunta central de la ética según la autora?
— ¿Cómo responde el texto a esta pregunta? ¿Estás de acuerdo?
7. Intenta re^jwJer ¿En qi« sentido cultura y sociedad van siempre unidas?
8
6. La persona
E" bilogía, se utiliza la expresión ser humarío para diferenciar al hombre de los
zsmás seres del reino animal. Desde el punto de vista de la biología, el ser hu-
mano tiene una constitución física y unas pautas de comportamiento biológico
lo distinguen de otros animales. Sin embargo, aquí no hablamos del hombre
i" sus aspectos físicos o biológicos, sino que nos centramos en sus característi-
c a como ser cultural. Así, cuando hablamos del hombre y la mujer como seres
sociales, psicológicos o morales, hablamos de persona.
_as personas se distinguen del resto de
33 seres vivos y de las cosas. Las co-
sas sólo existen, los animales y las
plantas además sienten o reaccionan,
pero no son conscientes ni racionales.
En cuanto ser vivo, el ser humano es un
ser más de la naturaleza, uno más, y es
estudiado como tal por la biología. En
cambio, como persona, es una biogra-
fía y es un proyecto de vida; la persona
es fruto de un proceso en unas circuns-
tancias absolutamente únicas, distintas
e irrepetibles. Y esto significa que los
seres humanos son sujetos, son al-
guien y no sólo algo, como serían los
objetos.
Utilizamos los objetos, las cosas, como instrumentos y como medios para alcan-
zar nuestros fines. Pero las personas, por su especial condición de sujetos, nun-
ca deben ser tratadas como objetos, como instrumentos o como medios. El valor
de las personas no es cuantificable como el de las cosas, los animales y las plan-
tas. Los hombres y mujeres tienen una consideración más allá de cualquier pre-
cio, no se tasan como los objetos.
Los seres humanos nacen con
unas cualidades y capacidades
asombrosas que van desarro-
llando a lo largo de la vida. Cada
persona tiene aspiraciones y de-
seos que la mueven a autorreali-
zarse y encontrar el sentido de
su propia vida. Las personas
son proyectos abiertos.
Todos los seres humanos nacen
iguales en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los
otros.
Declaración de los Derechos Humanos.
Artículo primero.
Viajero junto a un mar de niebla,
de Friedrich.
7. Cada persona es única e in-epetible.
El hecho de que el hombre pue-
da tener una representación de
su yo le realza infinitamente por
encima de los demás seres que
viven sobre la Tierra. Gracias a
ello, el hombre es una persona,
y por virtud de la unidad de la
conciencia en medio de todos
los cambios que puedan afec-
tarle, es una y la misma perso-
na, esto es, un ser totalmente
distinto, por su rango y dignidad,
de las cosas, como son los ani-
males irracionales.^^
Kant, I., Antropología.
Propiedades de la persona
Las personas somos seres muy complejos, tenemos muchas
capacidades que son estudiadas por las ciencias, pero ade-
más poseemos algunos aspectos que nos distinguen de otros
seres vivos:
— Intimidad: es lo que hace de cada persona un ser único,
distinto. La persona se caracteriza por tener un «yo», un
espacio propio.
— Libertad: es la disponibilidad de la persona para decidir,
elegir, escoger y, en definitiva, avanzar en su propio pro-
yecto y realizarse.
— Inteligencia: es la capacidad de adaptarse a nuevas si-
tuaciones y es la posibilidad de comprender, de dar signi-
ficado al mundo que nos rodea, de calibrar, juzgar, valorar
y reflexionar.
— Dignidad: es la propiedad de la persona por la cual los se-
res humanos merecen respeto por el simple hecho de ser
sujetos, individuos únicos, dotados de valor.
La dignidad es una cualidad por la que se supone que debemos respeto a los hu-
manos por el hecho de ser sujetos. Y como ya hemos dicho, ser sujeto significa
esto: no ser objeto. En otras palabras, significa no ser tratado como un instrumen-
to o un medio al servicio de otros seres humanos, significa no ser tasado con un
precio como las cosas.
Lo que tiene un precio puede ser sustituido por cualquier cosa equivalen-
te; lo que es superior a todo precio, y por lo tanto, no permite equivalen-
cia alguna, tiene una dignidad, f ^
Kant, I., Metafísica de las costumbres.
Desde esta perspectiva, decir que la persona humana es un fin en sí misma
significa que no debe ser considerada o tratada como si fuera un objeto. En
otras palabras, significa que merece nuestro respeto.
El respeto es un sentimiento que lleva a tratar a los individuos de forma conside-
rada por el valor ético que implica reconocerlos como hombre o mujer. Respetar
es reconocer la propia dignidad o la dignidad de los otros e implica comportarse
teniendo presente este reconocimiento.
8. Copia estas frases en tu cuaderno y procura sustituir por otra la palabra des-
tacada, sin perder el sentido original. Fíjate en el caso resuelto.
• Debes responder dignamente. —> Debes responder honradamente.
• Es una persona dignísima.
• Si te dignaras a venir, lo verías. — ^
10
8. 9. Piensa y responde:
— ¿Crees que las cosas pueden ser dignas? ¿Y las personas? ¿Por qué?
10. Anota en una tabla hechos o situaciones reales en los que se trata a las per-
sonas con dignidad y otros en los que no.
Se trata con é^Maá Nosetrtí^amáffvdad
Se pide la opinión a alguien que será
afectado por una decisión que se debe
toniar.
Se desprecia a alguien por ser física-
mente distinto 0 por tener otras costum-
bres.
• Poned en común vuestros resultados y anotad en la pizarra algunas situa-
ciones en que no se trata con dignidad a las personas. A la derecha pro-
poned soluciones para evitarlo.
• Formad grupos y escoged algunos ejemplos. Representad la situación mí-
micamente para que los otros grupos adivinen si se trata de situaciones
dignas o no.
^4 El hombre no es más que una
caña, la más débil de la naturale-
za, pero es una caña pensante.
No hace falta que el universo en-
tero se arme para aplastarlo: un
vapor, una gota de agua bastan
para matarlo. Pero aun cuando
el universo lo aplastara, el hom-
bre sería todavía más noble que lo
que lo mata, porque sabe que
muere y la ventaja que tiene el
universo sobre él; el universo no
sabe nada de esto. Toda nuestra
dignidad consiste, pues, en el
pensamiento.^^
Pascal, B., Pensamientos.
11. Lee este texto y responde a las cuestiones.
éé El respeto por otro consiste en someter nuestras transacciones a la res-
tricción de no herir sus intereses. El amor incluye el respeto —no pode-
mos amar a quien no respetamos—, pero va mucho más lejos en la
consideración del otro. El respeto es negativo; el amor, positivo. Respe-
tamos a nuestro vecino si evitamos poner a todo volumen el televisor o
el tocadiscos mientras él descansa. Lo amamos si compramos los dis-
cos que le gustan y lo invitamos a oírlos, o si nos preocupamos de evi-
tar que los demás hagan ruido mientras él descansa. Respetamos a al-
guien si no le robamos su dinero. Lo amamos si le damos de nuestro
dinero. Sólo amamos a unos pocos humanos —el amor es demasiado
dispendioso de tiempo, energías, medios, etc.—, pero podemos respe-
tar a todo el mundo.
Mosterín, J., Racionalidad y acción tiumana.
— ¿Puedes explicar qué quiere
decir la frase: El amor incluye
el respeto pero va mucho más
lejos en la consideración del
otro?
— ¿Por qué dice el autor que el
respeto es negativo y el amor,
positivo?
— ¿Podrías dar otros ejemplos
de la distinción que se hace
entre respeto y amor?