UNIVERSIDAD LAICA
VICENTE ROCAFUERTE DE
GUAYAQUIL
ESCUELA DE EDUCADORES
DE
PÁRVULOS
9NO SEMESTRE
ASIGNATURA: FAMILIA Y COMUNIDAD
TEMA: METODOLOGÍA DE LA ESCUCHA ACTIVA
INTEGRANTES:
IVETTE ESPINOZA
MIRIAM ARROBA
VICTORIA DELGADO
M. ROSARIO ZAMBRANO
BRONIS LOYO
ESCUCHA ACTIVA
Introducción.-
Escuchar confiere sentido a la comunicación. Escuchar es la mitad del secreto de la
comunicación. Pero, ¿qué es la comunicación? La comunicación es el acto de transmitir un
mensaje desde el emisor al receptor utilizando un canal y un código determinado.
Comunicar es compartir la información, poner en común el mensaje. Gracias a la escucha,
el receptor podrá descubrir dicha información.
Según diversos estudios, cuando nos comunicamos, empleamos el tiempo de la siguiente
forma: escribir 10%, leer 15%, hablar 30% y escuchar 45%.
Como se desprende de estas investigaciones, el mayor tiempo de la comunicación se
destina a escuchar.
Todos aprendemos a hablar, leer y escribir en el colegio. Sin embargo, no existe una
formación académica específica para aprender a escuchar.
Con escuchar ocurre igual que con respirar. Todos debemos respirar, pero muy pocos
saben respirar bien.
Muchas personas creen que oír y escuchar es lo mismo. No obstante, hay grandes
diferencias entre oír y escuchar.
Oír es un fenómeno que pertenece al orden fisiológico, dentro del territorio de las
sensaciones. Nuestro sentido auditivo nos permite percibir los sonidos en mayor y menor
medida. Oír es sencillamente percibir las vibraciones del sonido. Es recibir los datos
suministrados por el emisor. Oír es pasivo.
Escuchar es la capacidad de captar, atender e interpretar los mensajes verbales y otras
expresiones como el lenguaje corporal y el tono de la voz. Representa deducir,
comprender y dar sentido a lo que se oye. Es añadir significado al sonido. Escuchar es oír
más interpretar.
Escuchar pertenece al orden interpretativo del lenguaje. Entraña la comprensión del
lenguaje. Incluso escuchamos los silencios de quien nos habla, sus gestos, sus expresiones
faciales, y todo ello lo interpretamos personalmente. Escuchar es activo. Podemos dejar
de escuchar cuando queramos. Todos sabemos oír, pero muy pocos saben escuchar.
Escucha activa.-
La escucha activa es aquella que representa un esfuerzo físico y mental para obtener con
atención la totalidad del mensaje, interpretando el significado correcto del mismo, a
través del comunicado verbal, el tono de la voz y el lenguaje corporal, indicándole a quien
nos habla, mediante la retroalimentación, lo que creemos que hemos comprendido.
Significa escuchar con atención y concentración, centrar toda nuestra energía en las
palabras e ideas del comunicado, entender el mensaje y demostrarle a nuestro
interlocutor que se siente bien interpretado.
La escucha activa demanda que nos introduzcamos en la mente de quien nos habla e
interpretemos el mensaje desde su punto de vista. Centramos toda la atención en captar y
comprender el comunicado, los pensamientos y las emociones de nuestro interlocutor.
Evitamos las distracciones y apartamos nuestros pensamientos de la mente para
concentrarnos totalmente en la escucha. Se requiere realizar un elevado esfuerzo mental
y una gran inversión de energía.
"Para ser completamente efectivo en la escucha activa se debe tener un sincero interés en el
hablante". CARL ROGERS
Importancia de la escucha activa.-
El éxito profesional y personal depende de nuestra capacidad de comunicación. Un buen
comunicador domina tanto la destreza para hablar en público como la habilidad de
escuchar activamente. Escuchar es el ingrediente clave de la comunicación efectiva.
Gracias a la escucha activa captaremos mejor el comunicado y los sentimientos de las
personas con quienes conversamos, nos ganaremos su confianza, estrecharemos la
relación, reduciremos los conflictos e incrementaremos nuestra capacidad de persuasión.
El proceso de la escucha activa.-
El proceso de la escucha activa es una serie de actos encadenados lógicamente para
obtener la totalidad del mensaje, interpretando el significado correcto del mismo.
El proceso de la escucha activa se compone de seis fases:
Preparación
En la preparación nos predispondremos mental y físicamente para prestar la atención
necesaria durante la conversación. En la preparación tendremos presente tres aspectos: la
elección del momento y el lugar para la comunicación, la recopilación y el análisis de la
información sobre nuestro interlocutor y presentar una actitud positiva hacia la escucha.
Posición y mirada
A lo largo de la conversación presentaremos una posición adelantada, avanzando el
cuerpo desde la cintura y miraremos fijamente a los ojos de quien nos habla. Además,
respetaremos la distancia con nuestro interlocutor teniendo en cuenta el tipo de relación
que tenemos con él.
Reforzar al interlocutor
Aplicaremos una serie de técnicas para demostrar a nuestro interlocutor que le prestamos
atención. Estas técnicas son: el refuerzo positivo, la paráfrasis, la reformulación, la
ampliación, la técnica de las preguntas, el silencio, asentir con la cabeza y las expresiones
faciales.
Observar el lenguaje no verbal
Durante el proceso de escucha activa observaremos su lenguaje no verbal, es decir, sus
gestos corporales, sus expresiones faciales y sus características de la voz, tales como el
tono, la intensidad y el ritmo.
Obtener las ideas principales
Detectaremos las palabras clave que sustentan el mensaje de nuestro interlocutor.
Relacionaremos dichas palabras clave para extraer las ideas principales del mensaje.
Retroalimentación
Finalmente, mediante la retroalimentación transmitiremos a nuestro interlocutor el
resumen del mensaje que hemos escuchado, demostrándole que hemos interpretado
correctamente su mensaje.
Conociendo en profundidad el proceso de la escucha activa y practicando sus técnicas,
lograremos desarrollar nuestra capacidad de escucha activa.
El secreto de la escucha activa.-
Es importante empezar por escucharnos a nosotros mismos, no tanto por lo que nos
decimos en el diálogo interior sino por cómo nos sentimos en un momento determinado.
Si la persona se fija de vez en cuando en cómo se siente se dará cuenta de que su
estómago está tenso, o de que su garganta se seca, o de que le entra tristeza o de muchas
otras sensaciones. Con esto crearemos conciencia de cómo se pueden sentir las demás
personas, haciendo recalcar la importancia de escuchar.
Escucha activa en el hogar.-
Dominar la escucha activa no sólo es relevante en el ámbito profesional, sino también en
el ámbito personal. Escuchando fortaleceremos las relaciones familiares, en la pareja y
con las amistades, reduciremos las disputas, disminuiremos los malentendidos y
comprenderemos mejor las emociones de nuestros seres queridos.
Casi nadie nos enseña explícitamente a escuchar, por lo que tendremos que aprender a
hacerlo si queremos ser eficaces en el acompañamiento del proceso de enseñanza-
aprendizaje de nuestros hijos. Una buena escucha garantiza una buena pregunta, una
buena intervención o una adecuada solución ante los problemas en el hogar.
Es necesario tener en cuenta que nuestra pareja y nuestros hijos, necesitan ser escuchado
sin prejuicios y sin ser juzgados, simplemente aceptando lo que ellos cuenta como algo
que está bien así.
En mi experiencia lo que nos ayuda a escuchar es tener una actitud de aprecio, respeto y
aceptación total hacia la familia, desde esta actitud me es fácil no juzgar, no intentar dar
soluciones y si ofrecerle esa pregunta o propuesta que le facilite la toma de consciencia.
Metodología.-
Para llevar a cabo una buena aplicación de la escucha activa en el hogar se debe seguir
esta metodología:
Sistemática: Se escucha para aprender, lo cual lleva al conocimiento,
entendimiento y transformación de los procesos frente a las necesidades de mi
familia. Se escucha para mejorar, no solo se oye.
Permanente: Ante una persona en constante cambio, dejar de escuchar, tan solo
por un momento, puede significar la pérdida de información verdaderamente
importante. Escuchar a mi familia debe hacer parte del día a día, de otra forma la
relación es pobre y difícilmente se satisfacen los deseos y expectativas.
Con paciencia y respeto: Se debe tener conciencia de lo que diga mi familia que
puede no ser agradable; por eso se debe tener la paciencia y el respeto
para aceptar su punto de vista aunque no se esté de acuerdo.
Para establecer conversaciones: Escuchar es el inicio de un diálogo; y cuando la
persona habla espera una respuesta de parte de quien le escucha y no aceptaría
receptores pasivos, se apena de no volver a expresarse, rompiéndose entonces la
comunicación y por ende la relación afectiva.
Con ejercicios: de empatía y contacto con las emociones, de cercanía y de
contención de adultos a niños. Se abrirá también un espacio de participación y
resolución de dudas.
Test sobre “Escucha Activa”
1. ¿Recuerdas el color de los ojos del emisor después de finalizar la conversación con él?
A. Sí
B. No
2. ¿Respondes al teléfono mientras otras personas te hablan?
A. Sí
B. No
3. ¿Piensas en lo que responderás, mientras tu emisor te está hablando?
A. Sí
B. No
4. ¿Prestas atención a los gestos de quien te habla?
A. Sí
B. No
5. Aunque no te interese el tema que te está contando tu interlocutor, ¿le animas para que te siga hablando?
A. Sí
B. No