Definición de ira. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones y tolerancia. Trastornos comunes. Tratamiento a estas reacciones
Universidad yacambu. Bianca Herrera
1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la
Educación Superior
Universidad Yacambú
Barquisimeto, Estado Lara
Alumno: Bianca Herrera
V-25687898
HPS-16200010V
Materia: Fisiología y Conducta
LA IRA
2. ¿Qué es la ira?
La ira es “un estado
emocional que varía en
intensidad desde una leve
irritación a la furia y la
rabia intensa”.
Al igual que otras
emociones, está
acompañada de cambios
fisiológicos y biológicos, y
cuando alguien se enoja,
su frecuencia cardíaca y su
presión arterial aumentan,
al igual que los niveles
hormonales, en especial
los de adrenalina y
noradrenalina.
3. La ira puede ser causada por los
estímulos externos e internos. Nos
podemos enfadar con una persona
específica (un compañero de trabajo
o supervisor), un acontecimiento (un
atasco de tráfico, un vuelo
cancelado), o el enfado puede ser
causado por preocuparse o meditar
acerca de nuestros problemas
personales. Los recuerdos de eventos
traumáticos también pueden provocar
sentimientos de rabia.
Más de la ira..
4. Localización de la ira
en el cerebro
La amígdala cerebral controla las
emociones controlado por
corteza prefrontal, la cual
analiza, piensa y filtra.
Cuando sentimos ira se activa la
dopamina y no la adrenalina, la
dopamina hace que se inactiven
las zonas mas inteligentes del
cerebro.
Se impone la amígdala cerebral
sobre la corteza prefrontal, es
decir domina la emoción.
5. Localización de la ira en el
cerebro
El proceso cerebral de la amígdala
dura de 20 a 25 minutos.
Cabe destacar que el hombre
tiene la amígdala mas grande
porque produce mas testosrona.
6. Influencia en el
aprendizaje
La ira desvía la atención y paraliza
la memoria vital para aprender.
La ira dificulta la asimilación de
conocimientos, en muchas
ocasiones impedimento total el
proceso de aprendizaje.
Los centros nerviosos y los
neurotransmisores que regulan las
emociones y la motivación están
involucrados en el proceso de
aprendizaje también.
Es necesario regular la intensidad
de la emoción para evitar el bloqueo
inconsciente de la información.
7. Modificaciones y tolerancia
No acumular ira sino gestionarla
adecuadamente:
Cuando algo injusto sucede y no
reaccionamos, vamos acumulando ira
y enfado. Tarde o temprano, todo este
enojo que vamos
guardando estallará y puede dar lugar
a un episodio de violencia verbal y/o
física.
Reflexionar acerca de las causas y
las consecuencias de nuestra
irascibilidad:
Pensar en ello y analizar si nuestra
reacción emocional es realmente
justificada nos puede ayudar.
Muchas veces no pensamos por qué
estallamos en un arrebato de ira.
8. Trastornos
comunes de la ira
El trastorno explosivo intermitente es un
trastorno del control de impulsos en que la
persona que lo padece sufre de episodios
repetidos de comportamiento impulsivo,
agresivo y violento o explosiones verbales
enojadas en las que el afectado reacciona
bruscamente y de manera
desproporcionada a la situación. Las
conductas agresivas, el abuso doméstico,
tirar o romper objetos, o bien otros signos
de pataletas pueden ser síntomas de
trastorno explosivo intermitente.
Un pequeño incidente puede desencadenar
este episodio de agresividad desmedida,
pasando después a un estado de ánimo
deprimido y de culpa o de cansancio o
alivio.
9. Trastornos comunes de la
ira
El enfado crónico es un estado de ira
permanente que se aplaca y se agrava según
las circunstancias pero que siempre está ahí.
Son personas que nos hacen pensar que su
forma de ser es estar enfadados ya sea con los
demás o con uno mismo. Estas personas tienen
muchas dificultades en sus relaciones sociales
porque pasan la mayor parte del tiempo
enfadadas y descargan su energía negativa y su
mal humor con los demás.
Si la persona vive enfadada consigo misma de
manera crónica, experimenta una lucha interior
constante que produce un gran desgaste
personal.
Son estados en los que las emociones y los
pensamientos negativos nos tienen
completamente controlados.
En ocasiones, la ira crónica se debe a
desencadenantes externos que han provocado
que acaben siendo de esa manera.
10. Psicoterapia:
Las sesiones de terapia individual o grupal
pueden ser útiles. Un tipo de terapia que se
utiliza comúnmente, la terapia cognitiva
conductual, ayuda a las personas con trastorno
explosivo intermitente a realizar lo siguiente:
Identificar qué situaciones o conductas pueden
desencadenar una respuesta agresiva
Aprender a controlar la ira y las respuestas
inadecuadas mediante técnicas tales como la
capacitación en relajación, el cambio de
pensamiento sobre distintas situaciones
(restructuración cognitiva) y el descubrimiento
de la capacidad de enfrentar desafíos o
situaciones.
Tratamientos
11. Medicamentos:
Existen distintos tipos de
medicamentos que pueden ayudar a
tratar el trastorno explosivo
intermitente. Entre ellos, ciertos
antidepresivos (específicamente los
inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina), los
estabilizadores anticonvulsivos del
estado de ánimo y otros
medicamentos que pueden ser
necesarios.
Tratamientos