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INTRODUCCIÓN:
En la actualidad las ramas derivadas dela ética, disciplina formulada y sistematizada como un
sistema filosófico por Aristóteles de Estagira en el siglo IV A.E., se encuentra en permanente
revisión y reformulación de sus principios, así la bioética, teoría de la virtud, deontología y
psicoética son sistemas de valores éticos y morales en continua construcción y modificación debido
al empuje de la tradición ética de cada disciplina científica, su historia y los nuevos problemas
planteados por la realidad. Por esta razón, este breve ensayo tiene como objetivo proponer una
sintética discusión sobre los elementos sensibles de discusión alrededor de la psicoética y las
practicas psicológicas y psiquiátricas.
La virtud del héroe
En la antigua Grecia (A., Bonet, P. J., Armendáriz, 2003) era objeto permanente de discusión los
principios y valores por medio de cuales debían ser gobernados los hombres y cuáles eran los
atributos fundamentales de un héroe o un político respetable. Aristóteles, considerado el fundador
de la ética redacto escritos tempranos relativos a discutir sobre los fundamentos que integran la
virtud, al hombre virtuoso y el tipo de vida virtuoso. ¿Pero que es la virtud? En palabras llanas la
virtud es la perfección o excelencia física, moral, política y mental que un hombre puede alcanzar
por medio del uso de un mecanismos y modelos ideales que templan el cuerpo y el alma en contra
de vicios y corrupción del ser humano en conjunto.
Lo anterior fue discutido durante siglos eremitas, anacoretas, teólogos y filósofos. Por
motivos de espacio no abundaremos en la historia filosófica y sus diferentes escuelas y fundadores
de las mismas. Nos resumiremos a mencionar que filosos escolásticos como Agustín de Hipona y
Tomas de Aquino utilizaron la filosofía ética de Platón y Aristóteles para fundamentar sistemas de
valores y una ética cuyos valores estaban dirigidos a suprimir las tentaciones del cuerpo, para forjar
el alma ante el maligno así alcanzar un destino divino prometido por el Dios Cristiano. El
renacimiento propuso nuevos sistemas éticos algunos de cuño metafísico (Tomas Moro, Tomaso
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Campanella) otras laicas (Barusch Spinoza, Thomas Hobbes). Luego el iluminismo de Voltaire y
Montesquieu entre otros volvieron a centrar al hombre como objeto de discusión ética y
comenzaron a plantearse nuevamente teorías acerca de cómo debían ser en los ciudadanos personal,
familiar y público. Finalmente, la ética médica que se remonta a los tratados antiguos de Hipócrates
y Galeno, fundaron una tradición de prácticas profesionales de valores y principios clínicos.
Posteriormente, la psiquiatría y psicología se escindieron del corpus teórico-científico de la
medicina para integrar disciplinas autónomas.
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DESARROLLO.
Dilemas psicoéticos
La psicoética es una rama de la ética aplicada que se enfoca en la relación entre la psicología y la
ética. Esta disciplina se ocupa de examinar cuestiones éticas relacionadas con la investigación y la
práctica de la psicología, así como de promover la reflexión ética entre los profesionales de la
psicología.
Según Sánchez-Migallón Jiménez y García-Montalvo (2015), la psicoética "se dedica al estudio y
reflexión sobre los principios y valores éticos en el ámbito de la psicología, sus implicaciones y
consecuencias en la práctica profesional y en la relación con los clientes" (p. 155). Por otro lado,
San Martín y Almaraz (2017) la definen como "la disciplina que estudia la dimensión ética de la
práctica psicológica, así como los efectos que la práctica de la psicología tiene sobre la moralidad
de los profesionales y de los pacientes" (p. 104).
En resumen, la psico ética es un campo de estudio interdisciplinario que se enfoca en la relación
entre la psicología y la ética, examinando cuestiones éticas relacionadas con la investigación y la
práctica de la psicología, y promoviendo la reflexión ética entre los profesionales de la psicología.
Ahora que se encuentra conceptualizada y contextualizada la psico ética es posible puntualizar
algunos de los dilemas psico éticos compartidos por la psicología y psiquiátrica por Franca Tarragó
(Tarragó, 1996):
La implicación ética de la estructuración “técnica” de la relación. El dogmatismo escolástico. Nos
referimos a la actitud del psicólogo o psiquiatra que da por supuesto que su propia orientación o
escuela psicológica es la capaz de responder óptimamente a todos los problemas planteados por los
pacientes.
Aspectos éticos de la estructuración “ética” de la relación
El imperativo de la veracidad.
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Se trata –sin lugar a duda- de uno de los presupuestos éticos esenciales y básicos de toda “correcta”
relación entre un profesional de la salud mental y una persona. Sin embargo, hay ciertos
procedimientos terapéuticos que recurren al engaño para alcanzar determinados propósitos en el
paciente (por ej., ciertas técnicas que se usan en algunas escuelas de Terapia Familiar).
Las consecuencias éticamente problemáticas de la relación.
El riesgo de manipulación. El límite justificable entre el continuo de “respeto > orientación >
persuasión > orientación” y “dirección > sugestión > coacción > imposición”, no siempre es claro;
especialmente para algunas técnicas psicoterapéuticas. “La explotación económica. Puede darse
cuando la relación psicológica o psiquiátrica se continúa sin beneficio claro para el paciente, sólo
por interés pecuniario del profesional”.
Desde la óptica de la ética y psicoética cada uno de los anteriores plantea en si mismo una larga
discusión y por mínimo un ensayo dedicado a plantear o proponer soluciones a los problemas éticos
y morales de las practicas psicológicas y psiquiátricas. Por tal motivo, el siguiente apartado abunda
sucintamente sobre lo planteado por Tarrago.
Buenas y malas prácticas que se traducen en salud y vida
Una praxis psicológica se considera mala práctica cuando un profesional de la psicología actúa en
contra de los principios éticos y/o legales que rigen su práctica, o cuando su conducta se desvía de
los estándares de atención y calidad establecidos para su disciplina.
Según el código de ética de la APA (2020), algunas situaciones que podrían considerarse mala
práctica incluyen, pero no se limitan a, lo siguiente:
Utilización de técnicas o procedimientos sin suficiente fundamentación teórica o empírica.
Vulneración de los derechos del paciente o su confidencialidad.
Infracción de las leyes y normativas vigentes en la práctica profesional.
No poseer los conocimientos y habilidades necesarios para llevar a cabo una intervención
específica.
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Discriminación en la selección de pacientes o en la atención prestada.
Prácticas poco éticas como relaciones sexuales con pacientes, acoso sexual, entre otras.
Es importante tener en cuenta que la evaluación de una mala práctica no solo se basa en las acciones
del psicólogo, sino también en la evaluación de los resultados de su intervención y las
consecuencias que pudieron haber tenido en el paciente.
En conclusión, una praxis psicológica se considera mala práctica cuando el profesional actúa en
contra de los principios éticos y/o legales que rigen su práctica, o cuando su conducta se desvía de
los estándares de atención y calidad establecidos para su disciplina. La evaluación de una mala
práctica también se basa en los resultados de la intervención y las consecuencias que tuvo en el
paciente.
Una praxis psicológica se considera buena práctica cuando un profesional de la psicología actúa en
concordancia con los principios éticos y legales que rigen su práctica, y cuando su conducta se
ajusta a los estándares de atención y calidad establecidos para su disciplina.
Según el código de ética de la APA (2020), algunas características de una buena práctica incluyen,
pero no se limitan a, lo siguiente:
Utilización de técnicas y procedimientos basados en la evidencia científica y en la teoría
psicológica.
Respeto por los derechos del paciente y la confidencialidad de su información.
Cumplimiento de las leyes y normativas vigentes en la práctica profesional.
Poseer los conocimientos y habilidades necesarios para llevar a cabo una intervención específica.
Ausencia de discriminación en la selección de pacientes o en la atención prestada.
Prácticas éticas que promuevan el bienestar del paciente y eviten daños innecesarios.
Es importante tener en cuenta que la evaluación de una buena práctica no solo se basa en las
acciones del psicólogo, sino también en la evaluación de los resultados de su intervención y las
consecuencias que tuvo en el paciente.
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CONCLUSIÓN
Una praxis psicológica se considera buena práctica cuando el profesional actúa en concordancia con
los principios éticos y legales que rigen su práctica, y cuando su conducta se ajusta a los estándares
de atención y calidad establecidos para su disciplina. La evaluación incluir la calidad moral que los
médicos precisan exhibir en forma de una ética profesional acorde al paciente y la realidad social
donde desarrolla su profesión.
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REFERENCIAS
A., Bonet, P. J., Armendáriz, G. J. I., Íñigo, L. E., & Gual, G. C. (2003). Ética nicomáquea -
Ética eudemia (Biblioteca Clásica Gredos no 89). Gredos.
American Psychological Association. (2020). Ethical Principles of Psychologists and Code
of Conduct (2017, amended effective June 1, 2022). https://www.apa.org/ethics/code/ethical-
principles-psychologists-code-conduct.pdf
San Martín, J., & Almaraz, A. (2017). El papel de la psicoética en la formación del
psicólogo. Revista de la Facultad de Medicina, 65(1), 102-107.
Sánchez-Migallón Jiménez, J., & García-Montalvo, J. (2015). Psicoética y protección de
datos personales. Psicología Política, 12(25), 153-170.
Tarragó, O. F. (1996). Los dilemas éticos de la práctica psicológica y psiquiátrica. Dialnet.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2968268