CUADERNILLO DE EJERCICIOS PARA EL TERCER TRIMESTRE, SEXTO GRADO
ESTERIOTIPOS (MASCULINIDAD)
1. LA MASCULINIDAD
Valor, fuerza, independencia, agresividad, competitividad o triunfo, esas
son algunas de las características que debe tener un hombre para ser un
hombre. Y esto es, precisamente la masculinidad, un conjunto de
cualidades atribuidas solamente al sexo masculino. Unido a esta cuestión,
hoy en día muchos hombres intentan conseguir el prototipo masculino, lo
cual les lleva a actuar de una manera que no va acorde con su
personalidad. Entonces, ¿a qué se debe dicha actitud?
En primer lugar, es cierto que existen una serie de factores físicos y
biológicos que son naturales e inmodificables y que definen al hombre,
por ejemplo el sexo genital masculino. Sin embargo, el problema está
cuando se asocian a estos rasgos ciertos roles, que analizándolos de una
manera racional, no tienen ninguna relación. Porque, ¿qué tendrá que ver
que una persona tenga dos testículos con que no pueda tener un carácter
sensible? La respuesta es clara: nada.
En segundo lugar, no debemos olvidar que la masculinidad es obra del ser
humano. Es decir, no es más que un conjunto de reglas, creadas por la
sociedad, que rigen como debe actuar y pensar un hombre para ser un
“verdadero hombre”. De eso modo, como han sido creadas, son
modificables y se pueden eliminar. No obstante, en vez de suprimirlas,
seguimos cumpliéndolas, implantándolas a los más jóvenes y
despreciando a aquellos que no las cumplen.
Por todo ello y para concluir, deberíamos reflexionar sobre las ventajas, si
las tiene, de la masculinidad y darnos cuenta de que cada persona,
independientemente de si es hombre o mujer, tiene sus propias
características físicas y psicológicas que son completamente válidas y que,
por ello, deben de ser respetadas.
MIREN NAVARRO 1.B
2. COCHES Y BALONES
“Las muñecas son para los niños, ¿no prefieres un balón?” es la
frase que todos hemos oído cuando éramos niños, y que al parecer es la
base de la educación de nuestros mayores. Parece que nuestro futuro se
predefine cuando el ginecólogo le dice a nuestros padres si vamos a ser
niño o niña.
Después de ese momento, la casa empieza a llenarse de vestiditos
azules, coches y balones o vestiditos rosas y muñecas. Desde bien
pequeñitos se educa a los niños para que sean fuertes y competitivos, y
las niñas empiezan a cuidar bebés de juguete. Pero, ¿por qué el sexo
marca la personalidad?
“Porque sí. Así ha sido toda la vida.” Esa es la respuesta más común
a esa y a otras muchas preguntas sin sentido a las que obedecemos sin
pensar “porque son así”. Parece que el cariño, la emotividad y la dulzura
son solo cosas de mujeres, y que los hombres tienen que ser rudos,
competitivos, valientes... El feminismo demuestra que eso no tiene
porqué ser así, pero en el campo masculino ese movimiento no está tan
extendido.
Hoy en día, el feminismo tiene bastante fuerza, y una mujer puede
ser lo que quiera y como quiera, pero los hombres no tienen tanta suerte
todavía, ya que si no cumplen a rajatabla las características parece que no
son tan hombres como los demás.
En resumen, si por tener el pene no puede ser inseguro, miedoso y
cariñoso, yo también me tacho de macho.
Gorka Gómez Martín 1.B
9 de marzo de 2017
3. Cadenas sociales
Hoy en día, los hombres han de ser fuertes, valientes, deportistas,
atrevidos… Esa larga lista de atributos forma la masculinidad de la
sociedad actual. Claramente, dicha lista ha ido cambiando a lo largo de la
historia, aunque al hombre siempre le toca la parte más física. Por ello,
hay desigualdad de género poniendo al hombre como sexo fuerte y a la
mujer como sexo débil y esa desigualdad es inadmisible.
El hombre siempre se ha caracterizado por su fuerza y por ello, ha
desarrollado un espíritu agresivo. La masculinidad ha sido la causante de
ese desarrollo, que más tarde ha pasado a ser un problema, ya que esa
agresividad se ve reflejada en la sociedad mediante la violencia de genero.
Además de crear una gran diferencia entre el sexo masculino y femenino y
de ser perjudicial para este último, la masculinidad también es un
problema para los hombres. Esta condiciona la identidad del sexo
masculino, empujándolos a ser valientes y fuertes y prohibiéndoles ser
sensibles o débiles.
Por todo ello, mientras a los hombres se les prohíba tener cualidades
propias de mujeres, nunca se podrá conseguir una igualdad entre
hombres y mujeres, porque desde el principio se les exige que sean
diferentes en aspectos de la vida que no deberían requerir distinción de
género. Mientras sigamos así, no veo esperanza en el avance de la
sociedad.
Aitor Yañez 1.B