Vanguardias del s. XIX y XX. Arte visual Plástico en el Perú.
Paseo de la historieta
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2. El centro histórico de Buenos Aires da vida a
los personajes que alimentaron las fantasías
de varias generaciones
3. El antiguo barrio de San Telmo, donde hasta fines del siglo XIX se
concentraba la clase pudiente de la Buenos Aires post colonial, invita ahora
a un nuevo recorrido de fantasía e imaginación inspirado en los más
célebres personajes de la historieta argentina. Por allí pasean, sobre todo
los domingos -cuando se realiza una popular y variopinta feria de
antigüedades, con bailarines de tango y rarezas de todo tipo- turistas y
porteños.
Todos conocen, sin duda, al más popular de los personajes del Paseo de la
Historieta: se trata de la contestataria Mafalda, creada por Quino en los
años 60, que se muestra tímidamente sentada en la esquina de la calles
Defensa y Chile. Pequeña como el personaje dibujado, Mafalda está a
metros del edificio donde vivió Quino y que sirvió de inspiración para el
departamento de su familia en la tira, una típica vivienda de clase media en
la Argentina.
El paseo sigue por el corazón del casco histórico porteño, donde se salvaron
de la topadora las viejas “casas chorizo” (viviendas de principios del siglo XX
con habitaciones en hilera conectadas a un corredor), de vistosa decoración
en forma de arabescos y flores de cemento.
Allí van apareciendo, esquina tras esquina, otros personajes como
Larguirucho, del dibujante Manuel García Ferré; Matías, el niño rebelde e
inocente de Sendra que se considera un poco heredero de Mafalda; el
original Clemente amarillo con rayas negras de Caloi.
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7. No siempre los extranjeros que pasan por allí
saben a qué se debe el alboroto, porque no todos
los personajes pasaron las fronteras locales, a
pesar de ser íconos de Buenos Aires: pero la
mayoría cede a la tentación y termina
fotografiándose junto a los grupos de niños que los
fines de semana se retratan abrazados con alguno
de sus personajes favoritos.