El documento discute cómo el manejo de la imagen es una labor continua de 24 horas. Explica que aunque el diseño y la implementación de la imagen llevan tiempo, es necesario mantenerla y hacer ajustes en respuesta a eventos imprevistos para asegurar que la audiencia tenga la percepción deseada. También argumenta que los detalles durante eventos en vivo pueden requerir cambios rápidos y estratégicos para modificar la percepción y lograr los objetivos deseados. En resumen, un buen manejo de imagen requiere atención
Aprendizaje basado en proyectos. La vida no son asignaturas_CPAL_PERU.pdf
El manejo de la imagen, una labor de 24 horas
1. 12/1/2018 El manejo de la imagen es una labor de 24 horas
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EDITORIAL
9 horas ago
El manejo de la imagen es una labor de 24 horas
Por: Alex Castillo
2. 12/1/2018 El manejo de la imagen es una labor de 24 horas
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El diagnóstico de la imagen lleva su tiempo, el diseño de la misma requiere otro período de tiempo
más para a narse, pero la implementación y el manejo tienen un momento de duración de 24 horas
(como día clave) con su respectivo sostenimiento en los días, meses y años posteriores para que se
pueda medir el impacto de la misma en la reputación de la empresa y en la con anza de los clientes.
La Imagen Pública se de ne técnicamente como la percepción general que comparte el público
objetivo acerca de una marca, producto, persona, empresa o país, y que provocará un juicio de
valor u opinión que le motivará a adoptar ante estos una determinada conducta de rechazo o
aceptación.
Diferentes estudios han determinado que la impresión de la imagen de una empresa o profesional
puede durar desde 3 y 7 segundos hasta 3 minutos en sus audiencias, con gurada en la razón y
emociones de esos públicos objetivo que la juzgarán drásticamente; pero este comportamiento
dependerá del manejo efectivo que dicha entidad o persona haga de sus estímulos.
Es decir, esos detalles físicos, profesionales e institucionales que le permitirán tener control de la
situación a través de acciones de nidas estratégicamente que le posibilitarán alcanzar el objetivo
establecido.
Así me pasó recientemente cuando en una asesoría corporativa no solo bastó el diseño e
implementación de la estrategia de imagen para el lanzamiento de un producto, sino que en el
propio lanzamiento detecté que, habiendo de nido la imagen a establecer en el imaginario del
mercado, había que manejarla durante el mismo evento. Es decir, tanto usted como gerente o
profesional como yo como Consultor en Imagen Pública podemos ejecutar ciertas acciones, ciertos
detalles imprevistos que creen o abonen a la creación de una realidad que debe estimular la vida
de los clientes.
En su mente, sin duda, podrá pasar el pensamiento que esto no puede ocurrir pues como parte de
la estrategia todo, absolutamente todo debe estar planeado y ser ejecutado a cabalidad. Pero los
que tenemos años de experiencia en la implementación de eventos corporativos en el mercadeo de
eventos, podrán estar de acuerdo conmigo que por más que se planee cada detalle, durante la
actividad pueden suceder uno y mil imprevistos a los que hay que saber responder.
Es precisamente en esa volatilidad de detalles en donde encontré un campo de aplicación para el
concepto de “manejo de imagen”, que no solo implica el saber solventar la eventualidad o el