El documento discute el espacio público como lugar para la acción social y política en contraposición a la afirmación simbólica del poder. También aborda el papel del artista para fomentar conversaciones y procesos que pongan en valor los agentes locales y planteen interrogantes sobre la realidad. Por último, cita textos que promueven un arte de participación total y momentos vividos sobre el arte conservado y la necesidad de alejar la etiqueta de "arte" de las actividades.