El cuerpo humano y las computadoras comparten similitudes en sus funciones. Ambos reciben "inputs" de información del exterior a través de los sentidos y puertos respectivamente, procesan esa información usando un sistema central (el cerebro y la CPU), y producen "outputs" o respuestas basadas en el procesamiento de la información entrante. Sin embargo, el cuerpo humano es mucho más complejo, adaptable y capaz de repararse a sí mismo que cualquier máquina creada hasta ahora.