Este documento describe diferentes tipos de hemorragias, incluyendo hemorragias internas, externas y por orificios naturales. Explica cómo clasificar las hemorragias según su naturaleza, procedencia y gravedad, y ofrece guías sobre los primeros auxilios que debe administrar una persona para cada tipo de hemorragia, como aplicar presión directa, elevar el miembro afectado y usar un torniquete como último recurso.
1. Las Hemorragias
Las hemorragias (del lat. haemorrhagia, y éste del gr. haimorrhaguía; de
haíma, sangre y regnýai, reventar) es la salida de sangre de los vasos
sanguíneos como consecuencia de la rotura de los mismos.
Las hemorragias se clasifican:
Según su naturaleza:
Internas.
Externas.
Provenientes de orificios naturales.
Inicio
Servicios
Chequeo Preventivo
Pierda peso!
Preop. Express!
Eval. Preoperatoria
Preguntas frecuentes
Directorio
Enlaces
Contáctenos
Según su procedencia:
Arteriales: color rojo vivo, con flujo intermitente y gran
presión.
Venosas: color rojo oscuro, con flujo continuo.
Capilares: flujo a partir de puntos microscópicos que
confluyen.
2. La gravedad de un paciente con hemorragia dependerá de:
La velocidad con que se pierde la sangre.
El volumen sanguíneo perdido.
La condición previa del paciente: Edad, enfermedades concurrentes,
medicamentos que utiliza, etc.
Primeros auxilios en caso de hemorragias:
En todos los casos y particularmente en los de hemorragia interna, se deberá
evaluar respiración y circulación, valorar la presencia de síntomas de shock, así
como asegurar la permeabilidad de las vías aéreas. Es recomendable acostar a la
víctima para prevenir lipotimias o desmayos, así como su traslado urgente a un
centro asistencial.
Cuando la fuente de la hemorragia está ubicada en la cabeza de la víctima, no se
le debe acostar con la misma más baja que el resto del cuerpo, porque aumentaría
el sangramiento.
Dependiendo del tipo de hemorragia que se trate, variarán las restantes
medidas:
Primeros auxilios en caso de hemorragias internas:
Las hemorragias internas son difíciles de evidenciar, pero se puede suponer su
presencia cuando existen traumatismos considerables corporales o cuando se
presentan heridas por arma blanca y más aún por arma de fuego y la víctima se
presenta con palidez, sudoración, mareos y pulso débil y rápido.
Acueste a la víctima en posición completamente horizontal y eleve
sus extremidades inferiores, con algún objeto colocado debajo de
estas, para que queden sobre la altura de la cabeza.
No administre líquidos ni medicamentos por vía oral (boca).
Cubra al lesionado para evitar enfriamiento del cuerpo.
Traslade al afectado inmediatamente al centro asistencial más
cercano.
Primeros auxilios en caso de hemorragias externas:
Presión directa en la herida con apósitos estériles o tela limpia.
3. Compresión sobre la
herida
Apósito sobre la herida Hemorragia contenida
Elevación del miembro afectado por encima del nivel del corazón.
Si la hemorragia no cesa, hacer compresión arterial.
Como medida extrema, aplicar un torniquete. Si la zona herida no lo
permite, presione fuertemente con sus dedos, la arteria responsable
de la hemorragia.
El torniquete se aplicará en un nivel entre la
herida y el corazón. No debe emplearse, a
ser posible, cuerda, alambre u otros objetos
finos que puedan "cortar" al comprimir; lo
usual es utilizar un pañuelo plegado o algo
similar con suficiente anchura (5 cm.
aproximadamente).
Su uso implica un riesgo severo: la necrosis
del área afectada, lo que es lo mismo que la
muerte de dicho tejido por falta de riego
sanguíneo.
Elevación del miembro
Colocación del torniquete
Después de colocar el torniquete y hasta que
la víctima sea atendida en un centro
asistencial, el mismo deberá aflojarse un
poco, para permitir el riego sanguíneo del
resto del miembro afectado, por lo menos
cada 15 a 20 minutos, volviendo a apretarlo
nuevamente.
Es muy importante reflejar en un lugar visible
de la víctima, la hora y la localización del
4. torniquete y debe procurarse mantenerlo a la
vista de todos, sin ocultarlo con ropa u otros
objetos.
Traslade al afectado inmediatamente al centro asistencial más
cercano.
Primeros auxilios en caso de hemorragias por orificios naturales:
Otorragia (de oto-, forma prefija del gr. oûs, otós, oído y regnýai,
reventar): hemorragia por el oído.
Epixtaxis (del gr. epistaxis; de epi, sobre y stadsein, fluir gota a
gota): hemorragia por las fosas nasales (nariz) .
Hemoptisis (del gr. haimóptysis; de haíma, sangre y ptýein, escupir):
hemorragia por la boca procedente del aparato respiratorio; tos,
sangre roja mezclada con esputo.
Hematemesis (del gr. hemato; de haíma, -atos, sangre y emesis, de
emein, vomitar): hemorragia por la boca procedente del aparato
digestivo; vómitos de sangre, que puede ser roja o negra (digerida,
similar a la borra de café), dependiendo de su origen.
Melena (del gr. mélaina, negra): Expulsión de sangre digerida por el
ano, como petróleo, sola o con heces, extremadamente maloliente,
consecutiva a una hemorragia digestiva superior. Para su aparición
es suficiente con 50 a 60 cc de sangre, que puede ser ingerida,
secundaria a hemoptisis o epistaxis o procedente de esófago,
estómago o intestino delgado.
Hematuria (del gr. hemato; de haíma, -atos, sangre y oûron, orina):
Emisión por la uretra de sangre pura o mezclada con la orina.
BIBLIOGRAFÍA:
DE GOWIN: Examen y diagnóstico clínicos. La Prensa Médica
Mexicana. 1.982.
RODRIGUEZ, C. de y BERNAL, P.: Primeros auxilios. Editorial
Concepto y Producto.
González Cisneros, José: Medicina de emergencia prehospitalaria.
Fundación Post-grado de medicina de emergencia. 1.990.
SALVAT: DICCIONARIO TERMINOLÓGICO DE CIENCIAS MÉDICAS.
Undécima Edición. 1.974.