Este documento ofrece instrucciones para comenzar a dibujar artísticamente. Explica que se debe conocer los principios básicos antes de empezar y recomienda situarse con el material adecuado como lápiz y papel. Además, enfatiza la importancia de modificar la actitud para simplemente trazar formas imitando lo que se ve en lugar de juzgar los dibujos. Finalmente, propone un ejercicio de visualización y trazo tomando un objeto y dibujándolo por trozos mientras se mira alternadamente el obj
2. Inicio al dibujo artístico
El proceso de dibujo se aprende y se perfecciona con el tiempo. Esa evolución a base de
práctica proporciona al artista un estilo propio y personal.
No obstante, se tiene que conocer unas leyes o principios básicos aptos para poder
empezar a caminar. Sin estas nociones empezaremos con un camino muy incierto.
Lo primero, situarnos y tomar el material.
La situación variaría según el entorno. En
el interior, dentro del estudio, nos
colocaremos en la mesa de dibujo; en el
exterior apoyar la hoja sobre una carpeta
rígida o una carpeta para conseguir
rigidez.
El material, el imprescindible. No rellenar
demasiado el aérea de trabajo para que
éste no nos moleste al dibujar. Libreta u
hoja, lápiz y goma lo básico.
Y ahora a trazar...
3. Actitud
La primera cosa que nos pase si
intentamos dibujar a conciencia,
intentando crear una obra decente, sea
esa impresión que no avanzamos. Los
dibujos nos salen torcidos, mal
proporcionados o incluso, ese perfil tan
simple a simple vista es impensable
plasmarlo en nuestra hoja en estos
instantes.
Esa actitud es lo primero a modificar.
No se debe pensar en lo mal que
dibujamos o en la poca semejanza de
nuestros dibujos; simplemente trazar, de
momento, imitando literalmente las
formas que nuestros ojos vean.
Para ello se debe practicar un juego de
visualización y trazo.
4. Visualización y trazo
Toma un objeto, sitúalo delante de ti.
Mira uno segundos y realiza una línea imitando un trozo de ese objeto. Vuelve a mirar
el objeto y continúa trazando. Sigue el procedimiento hasta terminar el dibujo.
Te habrás dado cuenta que en este periodo no has mal interpretado tus trazos.
Simplemente has ido reproduciendo tal cual veías. Esta es la idea a asimilar.
A partir de este momento vamos a realizar ejercicios para facilitar nuestro adaptación a
un dibujo más espontáneo y fluido.