La maestra Rodríguez inicialmente no prestaba atención a Pepe, un estudiante con problemas familiares, pero al revisar su historial escolar y recibir un regalo humilde de su parte en Navidad, cambió su actitud. Comenzó a apoyarlo especialmente y lo ayudó a mejorar su rendimiento académico. Años después, Pepe se convirtió en médico y le atribuyó a la maestra Rodríguez el haber creído en él y enseñarle que podía marcar una diferencia.