1. Serpientes
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Serpientes
Rango fósil: Cretácico: Presente
Antaresia maculosa
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Sauropsida
Subclase: Diapsida
Superorden: Lepidosauria
Orden: Squamata
2. Serpentes
Suborden:
Linnaeus, 1758
Distribución
Infraórdenes y familias
Alethinophidia
Scolecophidia
Para el signo del horóscopo chino, véase Signo de la Serpiente.
Para los municipios español y cubano, véase La Sierpe.
Las serpientes (Serpentes) u ofidios (Ophidia) son un suborden de saurópsidos (reptiles)
diápsidos pertenecientes al orden Squamata, superorden de los Lepidosaurios, caracterizado
por la ausencia de patas y el cuerpo muy alargado. Se originaron en el período Cretácico.
Las serpientes se caracterizan por la ausencia de extremidades y cuerpo alargado. Algunas
poseen mordeduras venenosas que utilizan para matar a sus presas antes de ingerirlas. Otras
serpientes matan a sus presas por constricción, por ejemplo estrangulación. Los ofidios
cuya mordedura es tóxica o venenosa suelen ser llamados propiamente víboras o serpientes
(o arcaizantemente sierpes), mientras los ofidios cuya mordedura no es venenosa suelen ser
llamados culebras.
Se reconocen 456 géneros y más de 2.900 especies.1 2 Evidentemente, las serpientes
derivan de algún tipo de lagarto, pero los detalles concretos de su origen no están claros.
3. Características
Anatomía de una serpiente.
1 esófago, 2 tráquea, 3 pulmones traqueales, 4 pulmón izquierdo rudimentario, 5 pulmón
derecho, 6 corazón, 7 hígado, 8 estómago, 9 saco de aire, 10 vesícula biliar, 11 páncreas, 12
bazo, 13 intestino, 14 testículos, 15 riñones.
Piel
La piel de la serpiente está recubierta por escamas. La mayoría de las serpientes utilizan
escamas especializadas de la parte ventral para desplazarse, aferrándose con ellas a las
superficies. Sus párpados se encuentran permanentemente cerrados, pero son en realidad
escamas transparentes. Las serpientes cambian de piel periódicamente. A diferencia de
otros reptiles, el cambio de piel es realizado en una pieza, como si tirara de una media. Esto
se hace a medida que el animal crece y además para reparar heridas y librarse de parásitos
externos. La renovación periódica ha convertido a la serpiente en un símbolo de salud y
medicina, como se muestra en la vara de Asclepio (ver Asclepio).
Locomoción
La locomoción se realiza mediante ondulaciones laterales del cuerpo; las escamas ventrales
ensanchadas de muchas serpientes impiden el deslizamiento. Algunas serpientes, como
ciertas boas y las víboras pueden desplazarse también mediante movimientos musculares de
las escamas ventrales con su cuerpo extendido casi en línea recta.
Esqueleto
El esqueleto tiene muchas vértebras, 200 en las víboras y 400 en las pitones.
El cráneo está muy modificado respecto al modelo básico diápsido. Los huesos de la
mandíbula superior están débilmente unidos al resto del cráneo y el cuadrado puede
moverse libremente y posee potentes músculos refractores, lo que permite una enorme
4. abertura de las mandíbulas y la deglución de grandes presas enteras. Los dientes son agudos
y curvados hacia atrás y se implantan tanto en el paladar como en el maxilar y el dentario.
Las boas y las pitones poseen rudimentos de las extremidades posteriores y de sus cinturas;
en estas serpientes pueden verse unas garras en la parte externa y a cada lado de la cloaca
que desempeñan un cierto papel en el coito.
Dentición
Existen varios tipos de dientes, según el hueso sobre el que se implanten: maxilares,
pterigoideos, palatinos, dentarios y premaxilares. Los dientes maxilares son los más
variados y los únicos que pueden estar asociados a glándulas venenosas; se pueden
distinguir cuatro tipos principales:
Aglifos.
Son dientes macizos, prensiles, curvados hacia atrás para sujetar la presa y no están
diseñados para inocular veneno. Es el caso de muchos colúbridos, bóidos y pitónidos. En
general son serpientes inofensivas para el hombre, con excepción de las grandes
constrictoras (pitones, anacondas).
Opistoglifos.
Son dientes acanalados situados en la parte posterior de la mandíbula y conectados con
glándulas de veneno, constituyendo un sistema de inoculación primitivo. Dado que para
inyectar el veneno debe morder con la parte posterior de la boca, normalmente son poco
peligrosas para el hombre. Este es el caso de la culebra bastarda (Malpolon
monspessulanus). No obstante, las especies de gran tamaño pueden producir graves
mordeduras e incluso la muerte, como Dispholidus typus, del África subsahariana.
Proteroglifos.
Son dientes pequeños y fijos situados en la parte delantera de la boca, con un canal más o
menos cerrado. Las cobras y las mambas poseen estos dientes. Algunas especies, como la
cobra escupidora (Naja nigricollis), los tienen modificados para escupir el veneno a más de
cuatro metros de distancia.4
Solenoglifos.
Se trata de dos largos colmillos móviles en parte anterior de la mandíbula; son huecos con
un canal interior cerrado y conectado con glándulas venenosas. Los colmillos se pliegan
sobre el paladar superior cuando el animal cierra la boca y se enderezan rápidamente
cuando la abre. Es el sistema de inoculación más eficaz. Este tipo de dentición es
característico de los vipéridos.
Órganos internos
5. Flechas rojas: órganos receptores de infrarrojos; flechas negras: orificios nasales. Arriba,
una pitón; abajo, una serpiente de cascabel
El aparato respiratorio y las vísceras están muy modificados ya que el cuerpo tubular de la
serpiente requiere que todos los órganos sean alargados y delgados. La glotis puede
proyectarse hacia adelante para mantener abierto el conducto respiratorio durante la
ingestión de la presa y, en algunas especies una parte de la tráquea está especializada en la
respiración, constituyendo un pulmón traqueal.3
El pulmón izquierdo suele estar reducido o a veces incluso puede faltar, y las demás
vísceras pares suelen situarse a diferentes niveles en cada lado. Poseen una pareja de
órganos reproductores.
Sentidos
La visión detallada es limitada, pero no impide la detección de movimiento. Algunas
serpientes poseen receptores infrarrojos en profundos surcos entre las fosas nasales y el ojo,
los cuales les permiten "ver" el calor irradiado por otros animales (como una cámara de
infrarrojos).
El sentido del oído de las serpientes es muy limitado ya que los órganos auditivos han
degenerado; falta el tímpano, la cavidad timpánica y la trompa de Eustaquio, y la columela
se articula con el cuadrado. Parece, pues, poco probable que las serpientes puedan oír con
claridad sonidos transmitidos por el aire, pero sin duda son sensibles a las vibraciones del
suelo, trasmitidas mediante los huesos de la mandíbula.
Una serpiente huele a través de su nariz; la lengua pasa las partículas de aire al órgano de
Jacobson en la boca para su examen. Otra característica de su lengua es que termina en dos
ramificaciones, por lo que se denomina bífida(La lengua bífida se usa para captar partículas
6. químicas y percibirlas con el "Órgano de Jackobson", que está en la parte delantera del
paladar).
Reproducción
La mayoría de las serpientes se reproducen poniendo huevos, pero algunas especies han
desarrollado un método diferente. El cuerpo de la madre retiene los huevos hasta que las
crías están totalmente formadas para vivir de una manera independiente. En algunos casos
el grupo entero alumbra crías totalmente formadas, mientras que otros grupos pueden estar
formados por miembros que alumbran crías formadas, como por miembros que ponen
huevos. Por ejemplo, dentro de la familia Boidae todas las boas paren animales ya
formados, mientras que las pitones ponen huevos.
Veneno
Véase también: Emponzoñamiento ofídico
Muchas especies usan veneno para inmovilizar o matar a sus presas. El veneno es una
saliva modificada y se inyecta gracias a los colmillos.5 Los colmillos más especializados
(vipéridos) son muy largos y huecos, y actúan como verdaderas agujas hipodérmica que se
clavan profundamente e inyectan el veneno. Otros tipos de colmillos, menos especializados,
poseen una simple acanaladura en su margen posterior por la cual desciende el veneno
(cobras).
El veneno de las serpientes es con frecuencia específico para sus presas, y su papel como
mecanismo defensivo es secundario. El veneno, al igual que todas las secreciones salivales,
posee agentes que realizan una predigestión de los alimentos; por tanto, incluso las
serpientes "no venenosas" pueden causar daños en los tejidos.5
El veneno está constituido por una compleja mezcla de proteínas que actúan como
neurotoxinas (que atacan el sistema nervioso), hemotoxinas (que dañan la sangre),
citotoxinas (dañan los tejidos), bungarotoxinas y muchas otras sustancias que pueden
afectar al organismo de diferentes maneras; casi todos los venenos de serpientes poseen
hialuronidasa, un enzima que destruye el ácido hialurónico, que es el cemento que mantiene
unido el tejido conjuntivo que, por tanto se disgrega facilitándose así la rápida difusión del
veneno.6
El veneno se almacena en las glándulas venenosas situadas en la parte posterior de la
cabeza. En todas las serpientes venenosas, dichas glándulas poseen conductos que se abre
dentro de surcos o canales de los dientes de la mandíbula superior.
Australia es el lugar del mundo con mayor número de especies venenosas; no obstante solo
se produce una muerte por mordedura al año de promedio. En cambio, en la India, se
producen 250.000 mordeduras anuales que producen unos 50.000 muertos.7 En España se
producen al año 1500 mordeduras de víboras de las que entre 3 y 5 provocan la muerte de
la víctima.8
7. Dieta
Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) devorando una lagartija ibérica Podarcis
hispanica.
Otro ángulo de la anterior.
Todas las serpientes son carnívoras, alimentándose de una gran variedad de presas que
incluyen aves, anfibios, mamíferos, peces o insectos e incluso reptiles, entre ellos otras
serpientes en ciertas especies. Generalmente, las serpientes de pequeño a moderado tamaño
cazan presas indefensas, las cuales pueden ser rápidamente devoradas y vivas. Sin
embargo, si la presa opone resistencia, pueden recurrir a técnicas como son el uso del
veneno o la constricción para abatir la presa antes de comerséla. Las serpientes no pueden
masticar el alimento, y en su lugar se las tragan enteras. Los dientes de una serpiente, que
son afilados como agujas y dirigidos hacia el interior de la boca, sirven para retener la presa
a que se le salga de su boca. A la hora de tragar, el maxilar y la mandíbula, que están
sujetos al cráneo por ligamentos, logran separarse para acomodarse al tamaño de la presa.
Así, una serpiente es capaz de tragarse una presa que sea tres veces más grande que su
propia cabeza y su diámetro. Otra razón de su capacidad para tragar es la carencia de
huesos como el esternón para que la comida pueda pasar sin problemas por el esófago y por
todo el cuerpo del reptil. Después de la ingestión, una serpiente debe aletargar para cumplir
el proceso de la digestión. Esto se debe a que el proceso digestivo requiere de mucha
energía que la serpiente debe usar para digerir con eficiencia la comida, la cual puede durar
por días o meses, según el tamaño de la presa. En ese estado, algunos órganos como el
corazón y el estómago entran en mayor actividad para que toda la comida sea casi
totalmente digerida. Las partes indigeribles pueden ser excretadas o regurgitadas.