2. Irene Cumplido, 2n premi de narrativa
DOS DESTINOS.
Martes, 4 de marzo: Sonia
Hoy me lo he vuelto a encontrar, como cada martes. En la misma estación de
siempre a las 8:20h. Él como todas las mañanas entra en el vagón adormilado
y decidido con su porte varonil, siempre tan elegante, con su traje azul
marino y su corbata haciendo juego.
Hoy por fin se ha sentado enfrente mío. Lo que llevo esperando desde que
empezamos a coincidir en el tren. Tantos días esperando este momento,
ensayando frente al espejo para poder saber de qué hablar y sacar un tema de
conversación sin parecer muy tonta.
De repente me puse nerviosa, notaba como me sonrojaba. Solo quería
aprovechar mi oportunidad pero los sonidos atascados en mi garganta, no eran
capaces de vibrar. Finalmente me levanté y fui al servicio del vagón.
Martes, 4 de marzo: Adrián
Hoy como cada martes me he vestido con mi traje azul marino y la corbata
haciendo juego. Posteriormente y lo más rápido que he podido he salido de
casa diez minutos antes para encontrarme con ella.
Hoy, justamente hoy, he coincidido en le anden con un compañero de
trabajo, él supuestamente iba a coger el tren directo para no hacer trasbordo
pero yo necesitaba verla a ella, otra vez. Yo no paraba de ponerle
impedimentos a mi compañero para poder subir al tren de las 8:20h y sin él.
Él no lo ha entendido, pero yo aun así me he levantado de golpe al escuchar
el gran estruendo de la máquina ferroviaria. En el último momento me he
sentido mal por mi amigo, he titubeado y rezado a dios que sea lo que este
quiera, así que firme he subido al tren.
3. Me he sentado enfrente de ella. Esperando la ocasión de decirle algo,
cualquier cosa bastaría. Cuando la he vuelto a mirar estaba sonrojada, mi
cabeza decía que se reía de mí, aunque un pequeño hueco de mi corazón me
decía que ella sentía lo mismo que yo.
Finalmente guiándome por mi corazón me decidí a hablarle, cuando ella se
levantó dirigiéndose al servicio. Creía que me iba a dar algo, me moría de
vergüenza.
Lunes, 10 de marzo: Sonia
Querido diario mañana espero verle, porque ya no aguanto más.
Cuando lo veo subir al tren, todas las personas de alrededor se esfuman y solo
quedamos él y yo. Los problemas y las rayadas también desaparecen de mi
corazón. Es una sensación tan bonita que necesito que él también se fije en
mi por eso mañana me pondré el vestido nuevo. ¡Me sienta tan bien!
Lunes, 10 de marzo: Adrián
Querido diario mañana espero verla, porque ya no aguanto más.
Cuando la veo sentada en el tren, todas las personas de alrededor se esfuman
y solo quedamos ella y yo. Los problemas y las rayadas también desaparecen
de mi corazón.
¡Creo que me he enamorado!
Martes, 11 de marzo: Sonia
Hoy eran las 8:20h de la mañana y él no estaba en la estación. Los pitidos del
tren que anunciaban el cierre de las puertas empezaban a sonar. Yo ya
pensaba que hoy no vendría cuando de repente lo vi correr y entrar al vagón
de un salto como si fuera un quinceañero.
Se ha vuelto a sentar enfrente mío, agotado de la carrera, que se había
echado.
4. Finalmente dejo de escribir, y cierro mi diario.
Entonces ocurre: ella se pone nerviosa, se sonroja y pronuncia tímidamente
un: “hola”. Escondido bajo una enorme sonrisa
Y ya está, lo más bonito que me habían dicho HO-LA. ¡ oohh!! ¡Holaa!. Qué
bien lo pronuncia con sus labios finos, detrás de la sonrisa más bella que he
visto. Estuvimos todo el trayecto hablando y descubriendo todo lo que
teníamos en común, se podía decir que éramos uña y carne
De repente, se escucha un estruendo muy fuerte, la gente grita. Y
finalmente Sonia me da el mejor beso, el beso que nadie me podrá dar jamás
mientras pronuncia suavemente: SAL-DRE-MOS DE ES-TA CA-RI-ÑO…