2. Todos nosotros sabemos que algún día
deberemos enterrar a nuestros padres,
pero el que conozcamos este hecho y el
vivir esa realidad son dos cosas diferentes.
Cuando un padre muere, parece como que
todos los lazos que mantenías con tu
infancia se han roto. Aún cuando eres un
adulto y tienes hijos propios, la muerte de
un padre puede destruir tu sensación de
seguridad y confianza. Es, quizás, cuando
por primera vez te das cuenta que ya no
hay nada que se interponga entre tú y la
muerte.
3. La persona que siempre
estuvo ahí o que se suponía
que debía estar para
protegerte ahora se ha ido.
Tú realidad ha cambiado
instantáneamente. Ahora te
has convertido en el
protector y defensor de tu
propia vida. Literalmente te
has convertido en un adulto y
experimentas no tan solo la
muerte de un padre sino
también el miedo a perder al
niño que hay en ti.
4. El concepto de familia y los roles
que tus padres ocupaban ahora
deben ser llenados por alguien
más. Algunas veces el determinar
quien va a ser esa persona te
agrega más estrés del que ya
tienes. ¿Quién se convertirá ahora
en el estabilizador de la familia?
¿Quién será la persona que
socialmente reconstruirá tu
mundo y que sucederá si te das
cuenta de que ahora estás
totalmente solo?.
5. Primero, es importante permitirte
expresar y experimentar todos los
sentimientos que acompañan a tu
sufrimiento. No tienes que ser fuerte o
hacerte el mártir solamente porque eres
un adulto. Las lágrimas, ya sea que sean
internas o externas, no son un signo de
debilidad ni una falta de fe, ya que el
sufrimiento es el precio que pagamos
por amar. Sé compasivo contigo mismo.
6. Ya sea que tu familia sea grande o
pequeña, la relación con tus hermanos
será tan diferente como lo son ustedes en
cuanto a personalidades. Trata de aceptar
esas diferencias y apóyense los unos a los
otros. Si, de todas maneras, te encuentras
discutiendo, recuerda que todos ustedes
están tratando de tener control sobre una
situación en la que nadie tiene el control
y bríndense espacio unos a los otros.
8. No trates de medir el sufrimiento de los
miembros de tu familia usando como
parámetro el tuyo propio. Cada uno tenía
una relación diferente con el padre que
murió, o sea que todos están sufriendo
diferentes cosas. Nadie actúa de forma
correcta o incorrecta. Se paciente con los
demás. Tal vez todos juntos puedan salir
de esta situación, pero no te enojes si
eso no sucede así.
9. Primero trata de ver a cada uno
como un individuo. Recuerda que el
ser hermanos o hermanas es una
cuestión de circunstancias. Si
puedes recordar estas dos cosas,
puedes llegar a sorprenderte de la
forma en que la perspectivas
cambian. Tal vez incluso pueden
llegar a reírse de ustedes mismos. La
risa es cicatrizante y nos une a todos
como seres humanos.
10. Mucha gente famosa ha dicho que ellos realmente
nunca crecieron hasta que sus padres murieron. No
tenemos que hacernos famosos para entender estos
sentimientos. Nuestros padres nos traen a este
mundo y nos dejan en él regalándonos muchos dones.
Nos dan la sabiduría para guiar a nuestros hijos y a
todos aquellos que estén cerca nuestro. La muerte no
es su regalo final, pero es el paso hacia otra
generación y el comienzo de un nuevo conocimiento
acerca de nuestra vida y de nosotros mismos. El
tributo más grande que puedes brindarles a tus
padres es todo lo que puedes llegar a hacer con tu
vida!
11. Hermanos y hermanas
tratemos de dar lo
mejor para conservar lo
único que tenemos
….MAMA. No perdamos
el único Patrimonio que
Papa nos dejo
demostrando con
nuestros hechos.
12. Este trabajo esta dedicado a la
familia VELASQUEZ LOPEZ en homenaje a los 5
años del sensible fallecimiento de mi padre
JUAN VELASQUEZ PINEDO.
JUAN VELASQUEZ LOPEZ
chanano
12-08-2014