3. Queridos compañeros: Siento que debo deciros el motivo de esta carta y más aún, excusarme por mi actitud, pero no creo que me merezca este premio. Por razones que voy a explicaros a continuación. Todo comenzó cuando decidí viajar a aquel país en guerra en busca de una buena foto que me lanzara a la fama. Aquel día me preparé como todos los demás, cámara en mano y mochila a la espalda. Igual que los días anteriores la ciudad estaba convertida en escombros. El suelo estaba lleno de cadáveres, tanto de soldados como de ciudadanos, desde los ancianos hasta de niños de apenas unos meses, pensé que no tenían compasión por nadie, lo que no sabía es que horas después yo me comportaría como ellos.
4. Me encontraba junto con mi compañero fotografiando nuestro alrededor, mujeres, hombres tirados por el suelo en sus últimos suspiros. Y entonces la vi a ella, corría con una muñeca entre sus brazos, la vi meterse entre unos soportales y al verlo tras ella decidí seguirlos. Me escondí tras una columna, esperando a que sucediera algo. Y sucedió, sin ningún reparo la disparó y la dejó allí, con su muñeca entre las manos. Y en ese momento vi mi oportunidad, la fotografié así, sola. No hice nada, dejé que sucediera, sólo pensaba en mi objetivo, en ganar este premio. No hice nada, no hice nada, nada, nada ,nada, por salvar a aquella niña que me miraba con ojos, desesperada y que sabía que de allí no saldría. Yo era su única salvación y no hice nada de nada.
5. Soy una egoísta y aunque quizás mi ayuda hubiera servido de poco y quizás yo habría acabado igual que ella, ahora estaría en paz conmigo. Pero no lo estoy, no hice nada y allí se quedó, sola. Ahora me doy cuenta de lo egoístas que somos, que sólo vamos por nosotros sin importarnos el resto. Por eso he decidido no aceptarlo. Se que el trabajo de un periodista es este, actuar objetivamente pensando en frío pero esta vez, esas reglas que tan bien aprendí cuando decidí hacerme periodista no me ayudaron cuando vi con mis propios ojos a una niña rogándome con la mirada que la salve. Sé que con esto aquella niña no va a volver a la vida, pero necesito un tiempo para poder encontrar mi paz interior y así recobrar aquellos valores que creo perdidos.
6. La degradación de los “valores” nos alcanza a todos. Y lamentablemente, siempre encontramos una excusa que nos justifique.
7. Realizado por: Rocío Arias Muñoz M.ª Victoria Cantero Romero Inmaculada Jurado Madrid M.ª Gloria Sánchez Trillo