Amados nuestros: Vinimos a este plano de vida físico sin dejar de ser aquello no físico. Y, cuando recordamos ese aspecto trascendente de nuestra existencia, estamos en sincronía con Dios. Así es como podemos experimentar placer, dicha, satisfacción, confianza... Sin embargo, alteramos esa sincronía, muchas veces, a raíz de la autocrítica, de la desesperación, del coraje, etc. Y adivinen qué, Dios, ni por un segundo, ve nada de lo que a ti te ha hecho salir de esa sincronización perfecta. Él no ve nada defectuoso o roto. Todo para Él es tierra fértil para la siembra de algo diferente, de un nuevo deseo... Dios ve en la variedad del contraste un elemneto catalizador... y así pues, como dirían folklóricamente en nuestra hermosa Isla del Encanto: nada lo saca por el techo! Entonces, los invitamos a saborear su eternidad con É, y a que dejemos lo que realmente no es importante a un lado. Vamos a hacer a un lado las excusas para dejar de ser plenamente felices. Experimenten la grandiosidad que los habita, preciosos! Virma y Marti