Esta enciclica que por nombre Mit Brennernder Dorge, en la cual nos habla del problema sobre del trabajo y el valor.

1. Alum. Hna. Patricia García Mani

2. CARTA ENCÍCLICA: MIT BRENNENDER SORGE:
DEL SUMO
11. A LOS FIELES PONTÍFICE PÍO XI:
SEGLARES
SOBRE LA SITUACIÓN DE LA
10. SACERDOTES Y IGLESIA CATÓLICA EN EL
RELIGIOSOS REICH ALEMÁN
A los venerables
hermanos, arzobispos, obispos y
9. A LA JUVENTUD otros ordinarios de Alemania en
paz y comunión con la Sede
Apostólica
8. RECONOCIMIENTO
DEL DERECHO
I. CONCORDATO
NATURAL
7. DOCTRINA Y
ORDEN MORAL 2. GENUINA FE EN
DIOS
6. NINGUNA ADULTERACIÓN
DE NOCIONES Y TÉRMINOS
SAGRADOS
3.- GENUINA FE EN LA
IGLESIA
5. GENUINA FE EN EL
PRIMADO
4. GENUINA FE
EN LA IGLESIA

3. ES UNA CARTA ENCÍCLICA
Escrita por el Papa Pío XI, publicada el 14 de marzo de 1937
Trata sobre la situación de la Iglesia en Reich Germánico: “Las
presiones a los católicos alemanes por parte del régimen nazi”
En esta encíclica el Papa advierte dos años antes de la II Guerra
Mundial y la Shoah (holocausto).
Texto u mensaje principal: “Todo el que toma la raza, o el pueblo, o el
Estado, o una forma determinada del Estado, o los representantes del
poder estatal u otros elementos fundamentales de la sociedad
humana y ,los divinice con culto idolátrico, pervierte y falsifica el
orden creado e impuesto por Dios”, en una clara señal para el régimen
nazi.

4. quot;Völkischer Beobachterquot; sig.: quot;El Observador Popular“ fue quien publico una
nueva réplica a la encíclica, pero también la última
Ministro Alemán, Joseph Goebbels, se
dio cuanta la fuerza y eficacia que
había tenido esa declaración y como
tenia el control de radio y televisión
decidió que lo más conveniente para
el régimen era ignorar la encíclica.

5. En enero de 1937 llegaban a Roma, con la mayor discreción
posible, los principales representantes del episcopado alemán:
A la vista del acoso que sufría la Iglesia católica alemana, iban
con el propósito de solicitar una intervención pontificia que
condenara el nazismo.
De aquí nacerla la encíclica Mit brennender
sorge, que, contrariamente a lo que se piensa, partió de una
iniciativa del episcopado alemán, no de la Santa Sede.