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4.- El paradigma interpretativo
3.1.- Introducción
Es el conjunto de ideas que se pueden reunir de las disciplinas como el interaccionismo
simbólico, la semiótica, la fenomenología, la etnomenología, etc. que no tienen ninguna
metodología común para el análisis de la comunicación. Lo único que es común es estas
corrientes de investigación es que la respuesta a la pregunta “cómo son las cosas” es “depende
del color con que se mira”.
Definición. El paradigma interpretativo es una corriente sociológica compleja que se empieza
a desarrollar en EEUU en el departamento de sociología y filosofía de la universidad de
Chicago. Reunía grandes ideas de personas, como W. Thomas, R. Park, G H Mead, C.
Cooley, etc. Durante los veinte y los treinta se convirtió en la corriente de investigación más
importante e influyente. Cambió cuando el funcionalismo le arrebató esta hegemonía.
Es una teoría muy variada. Parte de la idea básica de W Thomas, sociólogo importante de
principios de siglo ! El interaccionismo simbólico: “Si las personas creen que algo es real,
entonces las consecuencias son reales”. Lo importante es que nosotros creamos que las cosas
son como nosotros queramos. ! No cómo son las cosas, sino cómo queremos creerlas. Se ha
reunido en tres ideas:
El ser humano orienta sus actos hacia las cosas, en función de lo que éstas significan
para él.
El significado de estas cosas se deriva de la interacción social con el prójimo. Las
cosas no tienen un significado intrínseco, sino que lo extraemos de nuestra interacción
con el exterior.
Los significados se manipulan y modifican mediante un proceso interpretativo,
desarrollado por la persona al enfrentarse con las cosas. Los significados de las cosas,
a parte de extraerlo de la relación con los demás, también lo extraemos de ellas.
Todo el proceso de socialización (individuo se convierte en persona) surge del
interaccionismo simbólico. La cultura y su creación, viene dada por el interaccionismo
simbólico. La misma teoría del acto social también está relacionada con el interaccionismo
simbólico: la manera en la que nos relacionamos con los demás.
Existen otras teorías, como la fenomenología (ciencia de los fenómenos); la etnomenología
(derivación metodológica de la fenomenología). También una rama que surge de la
lingüística: la semiótica (ciencia de los signos). En el fondo de todas ellas está la idea de que
la clave sin los significados: nos debemos fijar en cómo la gente interpreta las cosas. ! Nexo
común de todas las teorías, que ha acabado en la teorías de la construcción social de la
realidad (las cosas sociales se construyen socialmente). La base principal de la psicología
social se centra en el interaccionismo simbólico (William Thomas).
Según Kant, la fenomenología es la postura filosófica que dice que no sabemos muy bien
cómo son las cosas, pero sí sabemos cómo las percibimos. Lo podemos concretar a partir de la
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obra de Husserl y Schuzt. Husserl es uno de los filósofos más importantes del s. XX, que nos
ha dado propuestas para entendernos a nosotros mismos y a los demás. Schuzt aplica la
filosofía de Husserl al terreno concreto de la acción social, en términos macro. La
fenomenología, a través de los planteamientos de ambos, se ha utilizado para estudiar el
comportamiento de los medios de comunicación de masas. La postura fundamental del
positivismo / funcionalismo era objetivista, pues entendía que el observador puede entender
las cosas como son, dado que no forma parte de ellas (distancia).
La fenomenología dice que la manera en la que llegan las cosas dependen de nuestro punto de
vista, de nuestros conocimientos, predisposiciones, bagaje previo... Analizar cómo es, es
difícil, pero no cómo lo percibimos. ! Schuzt desarrolla todo esto y lo aplica al terreno del
comportamiento humano: lo importante no es la objetividad, sino la intersubjetividad;
aquello que todos compartimos y por ello se convierte en objetivo dada su hegemonía, a
través de la convención social de que es valorable. Por ello la fenomenología incide en el
sentido común, que está en la base de lo social. Así lo percibimos nosotros.
La psicología en el siglo XX ha tenido dos corrientes: psicosomática (Froid: en todas
nuestras vidas existe la vivencia cultural basada en traumas de la especie humana: pecados
capital de la propia especie, el sentimiento de culpa, y de circunstancias individuales: el
trauma infantil) y fenomenológica (analizar nuestra manera de entender las cosas y
cambiarlas).
Durante los sesenta, Husserl dice que estas ideas se desarrollaron por dos vías:
Sociología del conocimiento. Berger y Luckman, expresadas en “La construcción
social de la realidad”. La realidad social se construye socialmente. No es algo ajeno
al sujeto social, sino que es algo que construimos continuamente. Procesos de
institucionalización (se comparte socialmente dado que tiene objetivación) y de
legitimación (renovación de la institución por ella misma).
Etnometodología. A partir de los años sesenta. Berger toma el planteamiento de
Schuzt de modo macro y, junto a Luckman, elaboran una teoría, pero es muy general.
Los autores de la etnometodología son Garfinkel y Cicourel, que elaboran una
aplicación microsociológica: en lugar de analizar los procesos globales de la sociedad
(institucionalización y legitimación), pasan a analizar cuestiones cotidianas y más
concretas. Dicen que las metodologías visuales de la sociología eran poco dadas a la
observación de las cosas. ! La encuesta puede dar una respuesta barata y fiable,
acogiéndose a las leyes de la estadística. Con el análisis de esa muestra de la sociedad,
se evita tener que analizar a todo el conjunto de la sociedad. Pero tiene el peligro de
que los encuestados tienden a mentir.
Desde principios de siglo, los fenomenólogos optaron por la subjetividad; por otros métodos
basados en técnicas de estudio cuantitativas: la entrevista intensa, los documentos personales,
etc. Técnicas en la que el investigado no es consciente de que le están investigando. Son más
interpretativas; analizan al sujeto desde una perspectiva mucho más interna. El resultado de
ello es la etnometodología. (+ Goffman).
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La aplicación de la fenomenología a los medios de comunicación. ! Si creemos que la
construcción de la realidad es social, los medios de comunicación también participan en esa
construcción. Cada vez son agentes más poderosos en dicha creación. Autores como
Tuchman o Altheide se han dedicado a investigar si esto es cierto o no:
Tuchman. Se centra en rutinas productivas, procedimientos que ha aprendido el
periodista y que inciden en la construcción de la noticia: quién crea la noticia y cómo
la construye (doble subjetividad). En realidad contribuye a la construcción social de
las cosas.
Altheide. Incide también en toda la argumentación de Tuchman y añade la idea de que
las noticias nos indican:
Cómo conocer las cosas.
Qué cosas son jerárquicamente importante y cuáles no lo son.
Nos interiorizan un esquema interpretativo de las cosas (cómo debemos interpretarlas;
conocerlas y juzgarlas).
a) Delimitación del Objeto de Estudio de la Comunicación.
Fuentes Navarro se percata de la creciente complejización registrada a partir de los años sesentas
respecto de enfoques, avances conceptuales y una cierta evolución terminológica en comunicación;
de ahí, la urgencia de sistematizar datos, conceptos y experiencias disponibles para poder avanzar
en su tratamiento y práctica (Fuentes, 1987). Poco a poco, la comunicación fue reconocida como
"espacio estratégico" en los procesos de transnacionalización y de emergencia de identidades
culturales, y por tanto, se buscó poner el énfasis ya no en los "medios" sino en las "mediaciones".
Para arribar a lo anterior, se tuvo que romper con algunos supuestos: a) que la comunicación se
reduce a los medios y éstos a la tecnología, por el contrario, se propone entenderla como fenómeno
humano y social; b) se requiere ubicar históricamente a los medios masivos como instituciones
sociales determinadas política, económica y culturalmente en su racionalidad tecnológica; c) que la
tecnología es neutral políticamente y que se reduce al empleo de aparatos; y c) que para integrar algo
al estudio basta con incluirlo como materia en el currículum (Fuentes, 1988).
Pese a que en los textos pueden entreverse múltiples influencias que tienen su origen en los
distintos momentos históricos que caracterizaron los cambios y paradigmas predominantes respecto
del desarrollo de la investigación de la comunicación, las tendencias que a partir de un primer nivel de
lectura se identificaron en los escritos de Fuentes Navarro son: en una etapa inicial, la
"communication research" y la "Escuela de Frankfurt", y posteriormente, el "constructivismo" y
la "teoría de la estructuración".
En un artículo que trata sobre la comunicación educativa audiovisual, publicado en 1985, se
propone un marco teórico para el empleo de los medios audiovisuales en la enseñanza superior.
Aunque se retoman aspectos tales como el contexto sociocultural y explícitamente se rechaza la
"teoría de la jeringa hipodérmica" en el uso de medios, los elementos que conforman el modelo y la
descripción de los mismos se vinculan con los términos y esquema propuesto por la communication
research.
Se valora la "evocación en común de significados" de acuerdo a reglas convencionales", sin
embargo, ambos "polos", "emisor" y "receptor" se sitúan dentro del contexto sociocultural gracias a
que comparten un mismo "código". Así, los elementos básicos del proceso de comunicación serían el
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emisor, mensaje, codificador, signos (contenido y expresión), señal, canal, medio, códigos,
decodificación, receptor, cultura y sociedad.
La interrelación sistemática de estos elementos conforma el proceso de la comunicación,
que no puede considerarse mecánica o estáticamente, sino como un proceso que involucra diversas
dimensiones humanas y sociales por tres características esenciales que posee: la comunicación es
un proceso dinámico de interrelación; sucede en un tiempo y un espacio específicos que lo
condicionan a través de circunstancias; y se da entre sujetos históricos concretos, miembros de un
grupo social y partícipes de una cultura. Por ello, además de los aspectos de transmisión y
significación, la comunicación es una interacción que se realiza en un contexto, que por ello es
afectada por un número indeterminable de variables, y que promueve en diversos niveles y grados, la
transformación de quienes se comunican (Fuentes, 1985).
Si bien existen concordancias con algunos términos empleados por la communication
research respecto del modelo lineal de comunicación, del emisor al receptor y viceversa, es evidente
que también existen diferencias contundentes respecto del tipo de interacción concebido por el autor
entre los participantes del proceso. Intentando superar el eclecticismo, sino por el contrario, desde
una postura epistemológica distinta respecto de la significación del proceso de comunicación -que
innegablemente se aleja de la teoría hipodérmica-, en este mismo artículo confluyen aseveraciones
que podrían atribuirse a los postulados expuestos por la Escuela de Frankfurt:
Los efectos globales de esta "explosión informativa incluyen fenómenos sociales
indispensables, como la enajenación del individuo frente a los mensajes manipulados; la
homogeneización acrítica de grandes porciones de cultura, que tiende a la masificación, la
incomunicación que provoca conflictos de toda clase a partir de la sobresaturación de estímulos
informativos, la concentración del poder cultural y social en manos de intereses parciales, etcétera.
En este contexto, los medios tecnológicos de comunicación (llamados masivos), no son instrumentos
neutrales, sino que su mismo desarrollo obedece a los fines para los cuales han sido empleados y
que provocan tales efectos sociales (Fuentes, 1985).
En escritos más recientes, se rescatan nuevas aproximaciones al objeto de la comunicación;
advertimos direcciones opuestas y niveles de profundidad múltiples, del sujeto a la colectividad, pero
al parecer, un sólo destino, el "Otro" y el "Sentido" que se construye en sociedad. Así la
Comunicación se define por el autor como:
Forma esencial de relación social a través de la cual se produce en común sentido sobre el
mundo y se define la identidad de los sujetos, tanto individuales como colectivos, a través de la con-
vivencia, origen de la dimensión política (Fuentes, 1988).
En 1992:
La comunicación como objeto de estudio, puede ir siendo redefinida en sus términos más
generales, como las relaciones, establecidas e investigadas a través de sus múltiples mediaciones,
entre producción de sentido e identidad de los sujetos en las prácticas socioculturales más diversas.
Cómo ejemplo de la postura "constructivista", que sin duda se consolidó en años recientes -
¿moda?-, citamos la tesis doctoral de Fuentes Navarro, que a diferencia de los textos restantes,
declara desde el inicio los supuestos con los que trabaja el campo académico de la comunicación en
México:
Cabe adelantar que se parte de una postura epistemológica constructivista, racionalista y
dialéctica -siguiendo a Jean Piaget- para poder plantear históricamente la mutua determinación entre
sujetos y estructuras a diversas escalas, desde macrosociales hasta individuales (Sánchez Ruiz,
1991:116-17) y explicar desde una perspectiva sociocultural las relaciones multidimensionales entre
actores, estructuras y sentido (González, 1993:211) que constituyen el campo académico de la
comunicación en México (Fuentes, 1996).
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Las aseveraciones iniciales respecto del proceso de comunicación -donde se retomaba el
esquema "emisor-mensaje-receptor"-, se trasladaron hacia la pregunta por la existencia de un campo
académico de la comunicación en nuestro país; es decir, aunque al principio se valora la participación
del sujeto en el proceso de comunicación como "polo", paulatinamente se cambió la perspectiva de
acercamiento para situarlo dentro de un campo complejo y determinado, pero, sin negar su "agencia".
Como ejemplo de esta nueva complejidad, su proyecto de investigación doctoral sobre la "emergencia
de un campo académico en comunicación", intenta responder a la pregunta de cuáles son y cómo
operan los factores socioculturales determinantes de la confluencia entre las configuraciones del
conocimiento (saberes prácticos, instrumentales, formales), así como las prácticas que ejercen los
agentes "investigadores académicos" en la constitución del campo académico de la comunicación en
México.