“Emprendedores Sociales Culturales en Red” ¿Cómo mueven el sistema? Artículo para British Council 2013
1. Artículo para British Council
“Emprendedores Sociales Culturales en Red”
¿Cómo mueven el sistema?
Autores : Cristian Figueroa , Heine González y Alejandra Robledo1 2 3 4
El emprendedor social cultural en red busca encontrar solución a las necesidades de una
comunidad, y lo logra trabajando de la mano con ella. En consecuencia, es capaz de generar
recursos a través de procesos de creación sin necesidad de pasar por el mercado y a través de
trueques, participación colectiva, etc. También multiplica capital social de manera directa y
rápida, estableciendo altos grados de confianza que, junto con el uso de tecnologías sociales,
permiten acelerar procesos sociales, económicos y políticos que de otro modo tardarían años y
hasta décadas en generar cambios y revoluciones.
Trabajando en temas de innovación y desarrollo económico, productivo y territorial enfocados en sectores
tradicionales de la economía y observando el trabajo en los mismos temas que desarrollan instituciones
como la CORFO en Chile o Multilaterales como el BIDFOMIN en la región de Latinoamérica, nos dimos
cuenta de que impulsábamos programas y proyectos arraigados en conceptos de los años 90; tales como
los cluster o el fomento de redes o asociatividad horizontal y vertical para el desarrollo de cadenas de valor
aguas arriba, abajo y laterales.
A lo mejor, era tan alto el grado de conformismo de quienes teníamos (y hoy tienen aún) responsabilidades
en el manejo de dineros públicos con procedimientos y conceptos ya establecidos para el trabajo en estas
áreas que nadie se atrevía a mirar al lado y, en particular, a las prácticas que desarrollan personas y
organizaciones en torno a las industrias creativas y culturales, para declarar que algo no estaba bien y era
necesario repensar muchas cosas.
Cuando en tejeRedes hablamos de industrias creativas y culturales no nos referimos a los grandes
sectores creativos, como son el del cine representado por Hollywood o el del libro dominado por editoriales
centenarias, el de la música manejado por las grandes disqueras, o el de la tecnología liderado por
Microsoft. Nos referimos al mundo del software libre, el copyleft y los procomunes. Si bien en el
concepto de economía creativa caben todos los anteriores, tanto en el fondo como en la forma son muy
distintos.
1
Este artículo fue desarrollado por el equipo tejeRedes.
2
Cristian Figueroa, Chile. Doctor en Ingeniería Industrial, experto en desarrollo económico y redes. Fundador de
tejeRedes.
3
Heine González, Colombia. Administradora de Empresas, maestrías en Gestión del Conocimiento y
Cooperación Internacional al Desarrollo. Trabaja en tejeRedes España.
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Alejandra Robledo, Colombia. Administradora de Empresas, gestora cultural. Trabaja en tejeRedes Colombia.
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2. En tejeRedes observamos que las prácticas y procesos empresariales y organizacionales que se
desarrollaban en las industrias creativas y culturales, y que en su momento eran consideradas como
pioneros, años más tarde desembarcaron en sectores de la economía más tradicionales como la agricultura
o la minería, que replicaban esos modelos y procedimientos. De esto deducimos que las industrias
creativas y culturales son pioneras en la generación de prácticas que afectan a territorios, organizaciones y
personas. Pero en realidad, los gobiernos e instituciones en general tienden a obviar la importancia de
estudiar y entender las dinámicas de este importante sector de la economía y reconocer su relevancia para
la innovación empresarial.
Desde tejeRedes nos hemos encontrado con un importante actor del sistema general de la economía que
de hecho siempre ha existido, pero que hasta ahora ha permanecido desatendido debido a estigmas que lo
han catalogado con apelativos desde hippie hasta anarquista. Nos referimos a un tipo de emprendedor
que no sólo es cultural, sino que además porta los apellidos de social y en red.
Así, en el entorno de las Industrias Creativas y Culturales nos encontraremos con dos tipos de
emprendedores culturales : el primero es un emprendedor con un enfoque más productivo, empresarial y 5
de mercado. Genera bienes y servicios en torno a la cultura pero bajo parámetros de utilidad y rentabilidad,
pues su interés es también vivir de ello y no necesariamente generan un capital social directo. Aquí se
encuentran productoras de música, cine, televisión, editoriales, revistas, etc. El segundo tipo es un
emprendedor social con tendencia a una producción cuyo propósito primordial se acerca más a la
comunidad y a entablar procesos creativos con otros artistas y colectivos. Su motivación no se basa en la
producción de bienes y servicios culturales dirigidos al mercado, sino en la generación de un capital social
directo; por ejemplo, radios comunitarias, festivales de música por la no violencia, etc.
Sin embargo, parece ser que el único punto donde hay consenso entre las distintas voces que han
abordado este tema, es que el perfil de este tipo de emprendedor y su desempeño, ha sido medido con
indicadores elaborados para la medición de emprendedores empresariales. Estos últimos trabajan bajo
realidades diferentes y con propósitos distintos, y en esa medida esos parámetros de medición no se
ajustan a la realidad de emprendedores culturales sociales en red.
El emprendedor social cultural es aquel que concibe la cultura como parte de todo lo que nos rodea, como 6
el eje de desarrollo del ser humano. En consecuencia, un emprendedor social cultural es aquel que quiere
cambiar el funcionamiento del sistema en el cual está inmerso, mejorando las condiciones de quienes
participan colectivamente en él. Lo logra a través de expresiones culturales que permiten generar una vía
de comunicación sencilla y directa con la comunidad para trabajar problemáticas difíciles, sin la necesidad
de utilizar lenguajes complejos para crear e interactuar.
5
Aporte Juliana Barrero, Colombia. Economista y experta en Industrias Creativas y Culturales. Trabajó en el
Grupo de Emprendimiento del Ministerio de Cultura de Colombia.
6
Aporte Silvia Villar, España. Licenciada en Bellas Artes, gestora cultural. Asociada a Consultores Culturales y
representante Fora do Eixo (Brasil) en España.
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3. La comunidad define y valida lo que es cultura. En general todo proceso que genere redes
colaborativas desde la cultura será social.
Un emprendedor social cultural se involucra en la realidad del territorio y la comunidad para crear
acciones culturales, acercándose a actuaciones del desarrollo territorial, que se caracterizan por nacer
desde las bases de la comunidad. En otras palabras, estamos ante la emergencia de una forma de
desarrollar políticas públicas desde la ciudadanía.
El dinero es un aspecto importante y ciertas veces limitante en este tipo de emprendimientos
sociales culturales, pero no es lo primordial.
De todas maneras, es importante hacernos la pregunta de si emprender en red es una moda o una
solución, como lo intentan posicionar las escuelas de negocio en relación con el mercado o las instituciones
públicas. Es importante comprenderlas como políticas de autogeneración de empleo, o más bien la relación
entre redes y los elementos social y cultural nos acercan a antiguas prácticas de generar acción y cambios
en el territorio a través de las expresiones culturales.
Por último, gracias a las tecnologías sociales (en especial las digitales) en:7
1) los procesos del emprendedor como agente provocador de cambio a través de expresiones culturales,
2) el territorio como contenedor de esos procesos de cambios, y
3) la comunidad que valida esos procesos de cambio y participa en ellos
Se están generando aceleraciones en los procesos de comunicación y colaboración en red que nunca antes
existieron en la historia humana .8
Temas y Preguntas para el debate9
Creemos que es importante darle una segunda vuelta a los conceptos y realidades de lo que
entendemos por emprendedores e industrias creativas y culturales. Existe la tendencia de medir el
éxito del emprendedor social cultural, con los mismos indicadores que se usan para medir los
mismos factores en el ejercicio del emprendedor empresarial. Hacemos un llamado a indagar más
7
Cuando hablamos de tecnologías sociales nos referimos a la existencia de herramientas para la coordinación
efectiva de multitudes que además son productoras de ese tipo de tecnologías generando un proceso recursivo o
de retroalimentación positiva que fomenta el empoderamiento y autonomía de las multitudes (Juan Freire,
España, http://nomada.blogs.com)
8
Aporte Silvia Villar, España. Licenciada en Bellas Artes, gestora cultural. Asociada a Consultores Culturales y
representante Fora do Eixo (Brasil) en España.
9
Realizar preguntas, sugerencias y reflexiones en www.tejeRedes.net o info@tejeRedes.net o @tejeRedes.
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4. profundamente sobre los fenómenos colectivos que han logrado poner cambios sustanciales en
marcha a través de códigos no hegemónicos de economía, propiedad social y comunicación.
Pareciera que las instituciones públicas y privadas están promoviendo emprendedores como si
fueran panaderías para acabar con el hambre. Además se incentivan procesos de creación y
generación de emprendimientos que encasillan los procesos dentro de parámetros empresariales
que en muchas ocasiones van en contravía del proceso orgánico que desarrollan los
emprendedores sociales culturales en red en sus proyectos de emprendimiento. Desde esas
perspectivas institucionales, constituir legalmente una empresa y desarrollar un plan de negocios
es más importante que promover desde un inicio el diseño y desarrollo del producto o servicio en
contextos reales. “Cuando somos niños, no aprendemos a caminar con manuales explicativos”.
¿Con la existencia del “emprendedor social cultural en red”, estamos ante una nueva forma de realizar e
implementar políticas sociales y económicas en el territorio?
Pareciera que el poder y la política van acompañados de la burocracia y la centralización en el
proceso de toma de decisiones y en el hacer, tanto para la institucionalidad pública como para las
empresas que tienen códigos de RSE. Sería más útil promover la emergencia de emprendedores
sociales culturales en red para darle sostenibilidad, flexibilidad, profundidad a los procesos
sociales y económicos, promoviendo una forma distinta de comunicación, implicación y acción
ciudadana en el territorio.
¿Qué responsabilidades tienen hoy las organizaciones públicas y privadas o mixtas para promover un
mundo mejor?
Hoy, los gobiernos en Europa parecen estar más preocupados por salvar a los bancos que por
impulsar procesos culturales y ciudadanos. En América Latina, si bien las realidades son distintas,
los matices se pueden adaptar. Ante las crisis emergen personas, colectivos, etc. que
subterráneamente están creando sistemas sociales y económicos en paralelo a los oficiales, por el
descontento y desánimo que provoca el sistema. El objetivo de estos sistemas paralelos no es más
que tener un mundo mejor.
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