1. Dilemas del Multiculturalismo en Piura - Perú. Tanya Golash-Boza, PhD Universidad de Kansas tgb@ku.edu Twitter: @tanyagolashboza
2. ¿Tienen los afroperuanos una cultura distinta en el Perú? Los negros peruanos evitan hablar de la condición de los negros como un grupo étnico, lo que confirma su opción de asimilarse a la cultura oficial a través del mestizaje y de la integración cultural. Sólo los negros asociados con un renacimiento cultural, o grupos artísticos específicos, parecen estar conscientes de sus orígenes étnicos. Raúl Romero Las élites nacionales en América Latina han tendido a percibir a los indios como un grupo cultural marcado de una manera que no ha sido el caso para los negros. JulietHooker
6. ¿Cómo se define hoy Negritud en el Perú? A mí, cuando, cuando pasan, me dicen, negro, negro. Y, a mí, no me gusta que me digan negro. Y, los gringos están picones, porque los negros saben bailar, tocar, y los gringos solamente saben rock, rock. Y, pitukeando, y está con su chica cada rato. Y, a mí no me gusta que me digan negro porque dicen negro con asco, y me caliento. de Juliana
7. ¿Cómo se define hoy Negritud en el Perú? Esos gringos, son un par de huevones, oye. Nosotros, los negros, sabemos sembrar las plantas, sabemos, este, sembrar toda clase de, de plantas. Los gringos pitukeando con su grabadora acá en el hombro, con su chica agarrada de la cintura, así, para todo panudo por la calle así. Esos gringos son un par de huevones porque ellos ni chambean, paran, paran vagueando no más. Los negros somos trabajadores porque nosotros sabemos trabajar bien.
11. Miguel este que le llaman el tondero y la cumanana, ¿es cultura negra o morropana? esa cultura es, es morropana, pero el tondero casi no tiene relación los bailes con la comunidad negra…. O de origen africana, son distintos. La cumanana, o el tondero, es directamente de la Pilca; el señor se llamaba Ramón Domínguez. …El señor Ramón Domínguez fue nacido acá. El cantaba así o decía su décimas en cumananas; entonces ya, como vivía en Morropón dicen que nació ahí en Morropón. … Pero, ¿esa música tiene rasgos de la cultura africana? No. Son, si, son totalmente diferentes los bailes. … Nada que ver, ningún tipo de relación. Porque, tondero es zapateo, coqueteo, picardía; no se como mas le pueden llamar, pero y el otro baile es distinto, pues
12. Rocio ¿usted cree que aquí en el Ingenio existe una cultura negra, o una cultura de los morenos, unas danzas negras o música negra, que salen de aquí? ¿Qué salen de aquí? En La Pilca nació, por ejemplo, danzas así, ¿no? pero folklore pues ¿no? La cumanana nació en La Pilca … el tondero también, … sí, pero para ti ¿eso es algo que ha nacido de la gente morena? sí, sí, sí… Antes había un señor Ramón Domínguez… que nació en La Pilca. El nació, él fue el primer cumananero, se podría decir que de allí de La Pilca neto de La Pilca. La cumanana es como un verso, ¿no? … Es algo como versado respondido. … Nada estudiado, ni nada de eso. Y, hay gente todavía. Si, en La Pilca hay varias personas, entre ellas hay una señora bien negrita …
13. La Exclusión Racial y los Estereotipos La identificación del color de la piel con una condición inferior . . . todavía la arrastramos hoy día. Se trata de un racismo que es alimentado por conductas cotidianas a veces imperceptibles y con frecuencia consideradas inofensivas (chistes, expresiones de mal gusto, valoraciones estéticas, estereotipos y otros), pero que también responde a ciertos componentes estructurales (pobreza y marginalización de las poblaciones negras, falta de representación en los niveles directivos del país, bajos índices de movilidad social (Carlos Aguirre 2000: 73)
15. Cualquier reforma multicultural que no tome en cuenta el racismo generalizado en la sociedad peruana, no vale la pena emprender.
Hinweis der Redaktion
En mis investigaciones en el pueblo de Ingenio, Piura, descubrí que generalmente los negros en Ingenio no se diferencian culturalmente de los peruanos que no son de raza negra. En cambio, la mayoría de los negros de Ingenio se identifican con la cultura dominante de la costa del Perú, la cultura criolla.
En esta presentación, sostengo que los Ingenieros generalmente no se ven como partícipes de la cultura negra dada la forma limitada que se utiliza para definir la cultura negra en el Perú—consistiendo únicamente de las formas culturales que emanan de las comunidades del sur del Perú, tales como las de Chincha y de Lima. Estas formas culturales tienen poco que ver con la experiencia local de Ingenio. No obstante, existe la posibilidad de que la negrura se elevase y celebrase en Ingenio en la medida en que los negros estén conectados a la diáspora negra a través de su propia identidad como negros y su historia al igual que su experiencia actual de exclusión y opresión. Es más, una reforma multicultural que asumiera el racismo estructural e intolerancia al individuo, sin duda, sería de beneficio en Ingenio.
Antes de hablar del Ingenio, hablaremos un poco sobre el discurso nacional sobre los negros. Para adquirir entendimiento sobre el discurso nacional contemporáneo de la negritud, acudo a los medios de comunicación: dos películas—una del año 1988, y otra del 2003—al igual que un informe especial periodístico que trata de la raza en el Perú, publicado en 1999. Estos tres ejemplos abren una ventana a las representaciones de la negritud en el Perú, donde hay relativamente poca representación de ella en el cine y la prensa. Las dos películas fueron producidas por afroperuanos, y el reportaje periodístico especial fue escrito por escritores no negros.
La internacionalmente reconocida película peruana, Juliana (1988), co-dirigida por el difunto cineasta afroperuano Fernando Espinoza, destaca a dos muchachos negros que se ganan la vida interpretando música afroperuana típica en las calles. Se les conoce en las calles como Arañita y Pelé. Los dos apodos insinúan una negrura transnacional siendo que la araña se puede referir a una figura de tramposo y Pelé es sin duda una referencia al famoso futbolista negro brasileño. Arañita y Pelé son huérfanos y viven colectivamente con un grupo de otros muchachos que se valen por sí mismos a través de espectáculos callejeros que llevan a cabo en Lima.Una tarde, después que su patrón les grita y los apaliza por no traer a casa suficientes propinas, los muchachos se sientan con otros artistas callejeros y, en su habitación pelada, comienzan a hablar de su vida con problemas. Cuando le toca hablar, uno de los dos muchachos negros dice, A mí, cuando, cuando pasan, me dicen, negro, negro. Y, a mí, no me gusta que me digan negro. Y, los gringos están picones, porque los negros saben bailar, tocar, y los gringos solamente saben rock, rock. Y, pitukeando, y está con su chica cada rato. Y, a mí no me gusta que me digan negro porque dicen negro con asco, y me caliento
Luego el otro muchacho negro mete la cuchara y contesta, Esos gringos, son un par de huevones, oye. Nosotros, los negros, sabemos sembrar las plantas, sabemos, este, sembrar toda clase de, de plantas. Los gringos pitukeando con su grabadora acá en el hombro, con su chica agarrada de la cintura, así, para todo panudo por la calle así. Esos gringos son un par de huevones porque ellos ni chambean, paran, paran vagueando no más. Los negros somos trabajadores porque nosotros sabemos trabajar bien. Y, negros, cholos, zambos, entre todos nos jodemos. De estos monólogos, sabemos un poco de lo que significa ser negro en el Perú. Ser negro significa tener conocimiento de ciertas formas culturales, como la música y el baile. Sus palabras también sugieren que otros peruanos los perciben con una connotación negativa y un cierto sentimiento de repugnancia. Ser negro también evoca orígenes rurales y conocimiento del mundo agrícola, lo cual es algo útil para el cultivo de alimentos, y además, de veras conocen lo que es trabajar duro. Lo interesante de estos monólogos es lo que significa no ser negro. Esto incluye no ser ricos, no estar muy bien vestidos, y no ser vagos. También significa no ser un gringo. Estos chicos se están yuxtaponiendo a los blancos ricos del Perú de una manera dialéctica - que ellos son todo lo que no son los blancos. Al decirle "gringos" a los blancos, los chicos dan a entender que los blancos son extranjeros en el Perú, mientras que ellos, por el contrario, son de su tierra. Esta insinuación pone en reto la implicación de que los negros son extranjeros en el Perú, tal como Marisol de la Cadena (2000) argumentó que los negros han sido excluidos en la formación de la nación en base a su supuesta extranjería. En particular, el reclamo del segundo muchacho diciendo que los negros son trabajadores se pudiera también interpretar como un desafío al estereotipo de que los negros son perezosos. Una broma bien conocida en el Perú hace burla de que los negros no sirven para trabajar después del mediodía, queriendo decir que no trabajan todo el día. De la misma manera, la afirmación del primer muchacho de los dotes musicales de los negros, es un reconocimiento del estereotipo que los negros son más aptos a la música y al ritmo. Como señala Milagros Carazas (2006), los negros en el Perú se les presumen de buenos amantes, atletas, cocineros, músicos, bailarines, sirvientes, portadores del féretro y delincuentes. Los negros son notablemente poco representados en la oligarquía peruana que dirige al país, pero sobre-representados como sus porteros abriéndoles las puertas en los hoteles de lujo, como cocineros que preparan sus comidas finas, como músicos que los entretenga, y como portadores del féretro que los lleve a sus lugares de descanso final.
A continuación, nos enfocaremos en el documental El Quinto Suyo (2003), también dirigido por Fernando Espinoza. Este documental, de veinte y seis minutos de duración, escrito y producido por afroperuanos, con la voz en off, les permite a los partícipes, quienes son mayormente afroperuanos, poder expresar lo que para ellos significa ser negro. El Quinto Suyo utiliza segmentos de entrevistas con conocidos afroperuanos, entre ellos Victoria Santa Cruz y José Campos, además de escenas de jóvenes afroperuanos bailando y haciendo música y fragmentos de película en zonas rurales con fuerte presencia afroperuana. Algunas escenas de Ingenio se pueden ver también en el documental, la más notable de ellas es el poeta local, o el cumananero, diciendo unos pocos versos. La inclusión de Ingenio en este documental señala que Ingenio es un espacio de negros en la mente de los dirigentes afroperuanos en Lima. Las escenas de la vida cotidiana en Ingenio le muestran al televidente cómo es que viven los negros rurales. Esta película correlaciona la negritud en el Perú con el estilo de vida agrícola, la esclavitud, África y la discriminación. También trata de la producción de cultura afroperuana, en particular el festejo, y cumanana, como otro representante de la cultura negra en el Perú. El foco principal de esta película, escrita por y para afroperuanos, trata acerca de la singularidad de ser ambas cosas: negro y peruano. El Dominical, la revista semanal incluida en la edición dominical del prestigioso diario limeño El Comercio, imprimió un segmento de cuatro páginas sobre la raza en el Perú el 29 de agosto de 1999. Bajo el título ¡Qué tal raza!, una breve titular le siguió indicando que la raza en el Perú es cosa de cultura y no del color de la piel. La pieza introductoria menciona que el tema de la raza es tema de debate en el Perú durante esta época. Esta publicación se debe, en parte, al evento de 19 de agosto de 1999 donde Rosa Elvira Cartagena, la primera afroperuana Miss Perú fue destronada, y según algunos dirigentes negros peruanos, esto se podía atribuir a motivos raciales. No obstante, el nombre de la ex Miss Perú nunca se mencionó en el segmento. Además, la mayoría de las piezas en la prensa, ninguna escrita por afroperuanos, se centraron en las poblaciones indígenas del Perú, y solo les dio atención circunstancial a los negros. Juan Ossio, un antropólogo, señaló brevemente que los estereotipos asociados con los negros—que siempre estaban felices, eran fieles y graciosos—eran estereotipos culturales y no raciales. Esta fue la única ocasión en la que se mencionaron a los negros en los seis párrafos escritos por Ossio, en comparación con unas ocho referencias a las poblaciones indígenas. Nelson Manrique, el próximo escritor, no hace referencia ninguna a los negros. El último escritor, Marco Aurelio Denegrí, es mucho menos sutil en cuanto a sus expresiones del racismo. Denegrí sostiene que el racismo es “natural en los seres humanos,” aunque personalmente, él no se considera racista. Carente de sentido crítico, él afirma que el gobierno de Fujimori nunca tendría un ministro negro, no por la capacidad de los negros, sino porque los peruanos se burlarían de cualquier oficial negro en base a su raza. A continuación, él insiste que los negros tienen algo en su piel que les dificulta nadar bien. Él insiste que lo que es necesario para ser buen nadador, los negros “no lo tienen en su programación genética.” El hecho de que el periódico más estimado en toda Lima publicase este como su último comentario es indicio de los discursos vistos aceptables para los peruanos.
De esta manera, tenemos frente a nosotros perspectivas lo mismo de afroperuanos que de no negros. Las películas producidas por afroperuanos subrayan la producción cultural negra, los orígenes rurales negros y la historia de su opresión y discriminación. Cabe destacar que las películas, intencionadamente, utilizan cuerpos y caras negras, y así llaman la atención a la presencia negra en el Perú, mientras que los artículos de prensa, todos escritos por no negros, insisten en la falta de importancia del color de la piel en el Perú. Para los periodistas no negros, los negros juegan un papel activo en el mestizaje. Al resaltar el mestizaje, estos escritores minimizan la importancia de la negritud en el Perú. Por contraste, las películas de los negros peruanos se enfocan en la singularidad y visibilidad de los negros, y se pudiese interpretar como un contra-discurso al mestizaje.
En muchos pueblos afroperuanos en el sur del Perú, se encuentra la música tradicional afroperuana acompañada por un cajón e interpretada en fiestas y otros eventos públicos. Mientras viví en Ingenio, yo nunca oí el sonar de un cajón. Aunque el cajón habíadesvanecido de Ingenio, yo conocí personas que me contaron que habían bailado tondero, y yo tuve la oportunidad de oír tres personas mayores recitar cumananas. Todos mis entrevistados habían oído cumananas y tonderos y sabían que estas artes eran practicadas en Ingenio, pero aun así, muchos de ellos no las consideraban como algo que formaba parte de la cultura negra. Tomemos, por ejemplo, una conversación que tuve con Miguel, un poblador de cuarenta años:
No solo están mis entrevistados tachados de negros, sino que ellos también se auto-identifican como negros o morenos, y también están ellos conscientes que otros los ven como negros y morenos. Estas identificaciones de color están lejos de ser neutrales. Como Carlos Aguirre señala con respecto al Perú: ….Los negros en el Perú sufren de racismo individual y estructural. En términos del racismo individual, se les caracteriza típicamente en la televisión, la prensa, y los carteles como cocineros, como personas primitivas, como hipersexuales y como poco inteligentes. Además, hay chistes comunes que asocian a los negros con la delincuencia. Por ejemplo, “Si tú ves a un blanco corriendo, sabes que está haciendo deporte, pero si tú a ves un negro corriendo, ya sabes que es un ladrón.” Anteriormente he citado otro chiste común afirmando que los negros son inútiles después del mediodía. Estas bromas y anuncios contienen significado cultural, lo que indica que los negros son percibidos como culturalmente diferentes a los peruanos que no son de raza negra. Las diferencias raciales de los afroperuanos conducen a conjeturas acerca de sus diferencias culturales—aunque no todos los afroperuanos se ven a si mismos como partícipes de la cultura afroperuana. La sociedad peruana, claramente, no es ciega al color, ¿pero, acaso no debiese ser así? ¿Es acaso el daltonismo la solución a la inclusión de los negros como ciudadanos peruanos? O sea, ¿debemos de ignorar su color de piel? Además, ¿cómo se debe interpretar la situación de los peruanos negros que dicen que ellos no son diferentes a los demás culturalmente, y que sus formas culturales son las mismas que aquellas de la cultura nacional, y que ellos no participan de las formas culturales negras
En esta coyuntura, es útil revisitar la idea de la ciudadanía cultural, lo cual es la base de una reforma cultural. La ciudadanía cultural implica el derecho a pertenecer además que el derecho a ser distinto. Una sociedad democrática se entiende como aquella en que la que todas las personas tienen igual acceso a los derechos y responsabilidades que van junto con el hecho de ser un miembro con plenos derechos de la sociedad. En el caso de los afroperuanos, la pregunta que debemos responder es: ¿Pueden o no los afroperuanos tener acceso a la ciudadanía cultural, y llegar a sentirse como parte integral del Perú, a través de una política de similitud, o es necesario invocar a la política de las diferencias? La evidencia presentada en esta presentación indica que ser negro en el Perú significa ser distinto al peruano no tachado. Las formas culturales afroperuanas se pueden incorporar a la cultura nacional, pero solo si ellas no son realizadas principalmente o exclusivamente por afroperuanos, y si no se les llama afroperuanos, sino peruanos. El elemento africano es así borrado. Para que a las personas afroperuanas se les denomine peruanos, su descendencia Africana ya no debe ser evidente, su negritud invisible. En la medida en que las formas culturales retengan su elemento africano, son entonces estas folclorizadas. En la medida en que los peruanos sean visiblemente de descendencia Africana, son entonces ellos marginados. Ser negro en el Perú es ser distinto, es ser exótico, no ser simplemente peruano. Por ende, los afroperuanos no tienen ambos derechos de pertenecer y de ser distintos. Ellos solo tienen el derecho, en muchos casos la obligación, de ser distintos. La folclorización de la cultura negra y la marginación de los negros son vestigios de una larga historia de racismo estructural e individual en el Perú. Porque a los afroperuanos se les trata de modo diferente, muchos han llegado a verse a sí mismos como diferentes de los demás. Los afroperuanos son tachados de negro, se les trata como negros y ellos saben que son negros. Esta etiqueta no es un acto neutral porque el ser tachado negro en el Perú es acompañado de un sinnúmero de suposiciones culturales. La negritud en el Perú es asociada con cierto modo de hablar el castellano, con el baile sensual, con la buena cocina y con la fuerza física y sexual extraordinaria. Esta etiqueta invoca un discurso de diferencias culturales y crea una situación donde los negros peruanos se consideran pertenecientes a un grupo distinto. Como señala Hooker, “no todos los afro-latinos son percibidos por los élites nacionales y el público como un grupo que tenga una ‘identidad étnica’ distinta y por ende, digna de ser protegida por los derechos pertenecientes a los grupos especiales” (301). El hecho que la cultura afro-peruana no es vista como ‘digna de protección’ es una forma de discriminación racial. Es por esta razón que una parte esencial de ponerle fin al racismo en el Perú es la promulgación de una reforma multicultural que re-eduque al pueblo peruano sobre la cultura afroperuana y los aportes culturales de los afroperuanos a la nación. Pero, cualquier reforma multicultural que no tome en cuenta el racismo generalizado en la sociedad peruana, no vale la pena emprender. Como señala Aguirre (2000), los negros en el Perú están sometidos a la denigración y son estructuralmente desfavorecidos en la sociedad. Muchos peruanos no tienen ningún reparo de expresar opiniones racistas en contra de los negros. En un estudio reciente de los discursos raciales en Lima, me encontré con que los limeños frecuentemente describen a los negros como poco inteligentes y dados al delito (Golash-Boza 2011). Es evidente que hay una gran necesidad de justicia racial y activismo anti-racista en el Perú. Lo que es menos evidente es como las reformas multiculturales en el Perú pudiesen funcionar para asegurarle una plena ciudadanía cultural a los negros peruanos.
¿Cuál debiese verdaderamente ser el objetivo de la reforma cultural en el Perú, integración completa de los afroperuanos a la nación, o la creación de una comunidad cultural afroperuana? Cualquiera de las dos situaciones cumpliría con los criterios de la ciudadanía cultural. Para poder llegar a una decisión, fuese útil pensar en estas interrogatorios en términos prácticos de cómo luciría en realidad una reforma multicultural. Los africanos y sus descendientes han hecho contribuciones importantes al paisaje cultural del Perú. Lamentablemente, otros peruanos no reconocen estas contribuciones, o no las miran con buen ojo, y estas formas culturales afroperuanas no han sido incorporadas a la cultura nacional, sino han sido folclorizadas y exotizadas. Es por esto que un elemento importante de la reforma multicultural se debe llevar a cabo en el currículo escolar para que los libros de textos y los temas de discusión en las aulas fueran diseñados para enseñarles a los alumnos (y a los maestros) acerca de las contribuciones culturales y sociales de los peruanos descendientes de africanos. En el plan actual de estudios, los esclavos descendientes de africanos, y, nos dicen, liberados por Ramón Castilla en 1854, figuran como los negros peruanos más destacados. Las figuras históricas reconocidas de ascendencia Africana también se presentan, pero su ascendencia Africana no se suele mencionar. Por ejemplo, en un libro de texto de secundaria ampliamente utilizado, la dirigente de su comunidad, María Elena Moyano de descendencia Africana, es alabada por su valor y activismo en su comunidad de Villa El Salvador, Lima. Pero ni su herencia Africana ni su negritud se mencionan en el libro. Habida cuenta de que los estereotipos predominantes que las mujeres afroperuanas son mucho más probables que sean excelentes cocineras o amantes sensuales que dirigentes de la comunidad, podría ayudar a acabar con estos estereotipos si el libro de texto hubiese identificado a Moyano como una afroperuana. Esta representación de afroperuanos como históricamente pero no actualmente importante, les da a los alumnos la impresión de que en aquel entonces había negros en el Perú, pero que hoy día ellos no forman una parte integral de la nación. Un cambio en el currículo escolar para enseñarle a los alumnos acerca de las contribuciones afroperuanas contemporáneas e históricas, acompañado por eventos e investigaciones auspiciados por el gobierno, resultase en enseñarle a todos los peruanos que los peruanos de descendencia Africana han hecho, y siguen haciendo contribuciones importantes al Perú. Esta clase de reforma multicultural sería adecuada y útil. Por otro lado, tampoco sería adecuado implementar una reforma multicultural que homogenice la cultura negra. Por ejemplo, no fuese apropiado implementar una reforma multicultural que requiera que el festejo se enseñase en todas las escuelas, al igual que el huayno y la marinera, para así poder lograr representar los diferentes aspectos de la cultura nacional. Este tipo de reforma pudiese servir para reforzar los estereotipos actuales—por ejemplo, que los indios bailan el huayno, y los blancos la marinera, y los negros el festejo—mientras que la realidad es que la marinera, dada su gran similitud al tondero, es más predominante en Ingenio y los pueblos que le rodean, y el festejo es exclusivo del sur del Perú. A pesar de que es imperativo reconocer la existencia y la importancia de las formas culturales afroperuanas, es igualmente importante evitar una……