El documento hace una serie de comparaciones humorísticas entre los inventos e innovaciones atribuidas al hombre y a la mujer a lo largo de la historia. Se sugiere que mientras el hombre inventó cosas como el vidrio, la baraja y el dinero, la mujer perfeccionó esas invenciones creando el espejo, las cartas de brujería y las tarjetas de crédito. Finalmente, se propone que la mujer se cansó de decirle al hombre qué inventar y desde entonces ha tenido más éxito, mientras que el hombre se dio cuenta de que es un