2. Parecen sinónimos porque sugieren la misma idea; sin embargo, son diferentes sensaciones. El recuerdo está en la memoria, la nostalgia, en el alma. Tenemos muchos recuerdos; pocas nostalgias.
3. El recuerdo puede venir con un olor, con un tema musical o simplemente con una palabra… La nostalgia surge sola; emerge desde el fondo del corazón, espontánea e inesperadamente, donde está guardada con afecto.
4. El recuerdo puede ser bueno, pero cuando no lo es, es posible removerlo generando uno distinto, convocando otro pensamiento en su lugar, leyendo una revista o mirando el televisor. La nostalgia, en cambio, es agradable, aún cuando duela y resulte imposible borrarla con otro objeto o sujeto que ocupe ese lugar.
5. El recuerdo puede ser sin sonido o no causar dolor… La nostalgia, si no viene acompañada con música de fondo, a veces se la agrega para que resulte placentera, aunque sea triste, y así regocijar un poco más el alma.
6. El recuerdo es de algo real, de un lugar, de una época o de una persona. La nostalgia puede sentirse por algo que se perdió, por algún momento feliz vivido, o por unos labios jamás besados.
7. El recuerdo puede ser contado, medido o ubicado en el tiempo. La nostalgia está presente en los poetas; la manifiestan cuando consideran algo o a alguien con una especie de “nostalgia con ingenio”, producto de su arte literario.
8. El recuerdo vence a la muerte, pero se resigna con las ausencias, respeta las convenciones. La nostalgia ignora a la muerte, vence a las distancias, a las barreras y a los prejuicios.
9. El recuerdo acepta nuestro control: va y vuelve cuando queremos, mientras que la nostalgia, es independiente y autosuficiente... ERA Producciones