2. Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos, no has hecho lo que yo te pedí.
3. Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué yo no debería sentirme así, estás pisoteando mis sentimientos.
4. Cuando pido que me escuches y tu sientes que debes hacer algo para resolver mis problemas, me has fallado, por muy extraño que eso parezca.
5. Quizá esa es la razón por la cual la plegaria funciona para algunos. Porque............
6. Dios es mudo y ÉL no ofrece consejos ni trata de arreglar las cosas, ÉL simplemente escucha y confía en que tú lo resolverás por ti mismo. Así que, por favor, sólo escúchame y préstame atención.
7. Y si tu quieres hablar, espera unos cuantos minutos a que llegue tu turno y te prometo que yo te escucharé.