Este poema narra la historia de un anciano que se enfrenta a la demencia y a su propia mortalidad mientras permanece en un asilo. Expresa sus temores sobre envejecer, perder su autonomía y eventualmente morir. También refleja sobre la inevitabilidad de la muerte y cómo ésta llega incluso a quienes intentan escapar de ella a través de sedantes.
2. “Después de todo, remamos solos hacia el océano de
la Muerte.”
Sebastián Castillo, Octubre de 2011.
3. "Asilo"
La demencia avanza sigilosa dentro de mí
Ya se ha llevado mis brazos
Mis piernas
Y parte de mi rostro
En un dificultoso esfuerzo
Mi grabadora ahora está encendida
Sin los sedantes encima
Procedo a hablar
¿Qué es amanecer sino el consuelo
De haber escapado de la muerte?
Es solo un sueño
Pero la angustia de saber
Que debes volver a dormir
O peor aun
Que ahora puede pillarte despierto
El crucifijo se ríe de mí
Cristo se compadece de mis arrugas
Su sombra en la ventana
Sacrílega a los ojos de un ateo dopado
La enfermera le hace ojos al médico de cabecera
Claro, como ignorar los polvos en la pieza de junto
La que solía ser de doña Clara
Hasta que un Martes de Mayo
Vino por fin la muerte a buscarla
Me dejo dos cosas
El recuerdo de una tierna dama
Y la sensación que soy más útil erecto
4. ¿Qué es el atardecer sino el ocaso
De lo inevitable, de lo inaceptable?
Todo es más alegre bajo las drogas
Nada se entiende sin dientes
Todo o nada, ya nadie juega
La tarde se va en un respiro
Y una mirada sin rumbo por la ventana enrejada
La muerte ya ha sido avisada
De que llego la hora de dormir
Viene a paso lento, sabe que no huiré
Ya llegó, se prepara, me mira
Y eso sería todo
Doctor, se fue el viejo de al lado
¡Oye, todavía no termino contigo!
Después te lo llevas al sótano
Sí, mi doctor…
Las palabras finales de la enfermera
Se perdieron entre los gemidos orgásmicos de la escena
Mientras se montaba nuevamente en el doctor de turno
En la habitación de junto
Sobre una fría cama
Yacía un cuerpo cadavérico
Lleno de sabiduría