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Poniendo en práctica lo aprendido (en clase)
1. CURSO: FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN
TEMA: ESQUEMAS
PONIENDO EN PRÁCTICA LO APRENDIDO
Actividad en el aula:
Los jóvenes, al igual que los adultos, pueden sufrir diariamente de angustia y estrés. La mayoría
de los jóvenes se sienten estresados cuando se ven enfrentados a una situación que perciben como
peligrosa, difícil o dolorosa y, generalmente, no conocen o no cuentan con los recursos necesarios
para resolver esos problemas. Entre los factores que generan angustia en la adolescencia se
incluyen desde las exigencias académicas o laborales, frustración, sentimientos y creencias
negativas sobre sí mismos, problemas sociales y económicos, expectativas demasiado altas o poco
realistas, hasta la inadecuada organización del tiempo.
Algunos jóvenes se estresan más que otros y si, además, no lo manejan adecuadamente, puede
llevarlos a sufrir ansiedad, aislarse, adoptar conductas agresivas, enfermarse y hasta no poder
enfrentar correctamente la realidad, sin uso de drogas y alcohol.
Cuando nos encontramos frente a una situación difícil o dolorosa, nuestro cuerpo y mente
reacciona rápidamente. Se produce una reacción desesperada de defensa que va acompañada
de una aceleración del ritmo cardíaco y de la respiración; aumento de la circulación sanguínea
en las piernas y brazos; frío o transpiración de manos y pies; dolor de estómago y sentimiento de
miedo o terror.
Es importante saber que el mecanismo que activa una reacción negativa frente al estrés, es el
mismo que actúa para desactivarla. Así, tan pronto decidimos que una situación ya no es
peligrosa, los cambios nuevamente ocurren en nuestro cuerpo y mente para ayudarnos a
tranquilizarnos. Esta respuesta de relajación acarrea el descenso del ritmo cardíaco y la
respiración, además de una sensación de bienestar.
En este sentido, ¿cómo los jóvenes pueden evitar la angustia? En primer lugar, esta es una
reacción normal del cuerpo frente a una situación de temor, peligro o incertidumbre. Esta es
llamada angustia aguda. El verdadero problema se encuentra en la angustia crónica, que es
cuando el joven lleva mucho tiempo guardándose algo que le preocupa y no sabe cómo
solucionarlo. Por ejemplo, el futuro, la belleza, la identidad sexual. Es así que se presenta la
depresión, irritabilidad, desórdenes alimenticios como la anorexia o bulimia, falta de
concentración y lejanía con padres y amigos.
Para evitar que una angustia aguda se convierta en crónica, es importante aprender a pensar
de manera positiva sobre uno mismo, reconocer los propios logros, no aspirar a la perfección
total, mantener una buena alimentación, evitar el café el cigarro y las bebidas alcohólicas,
aprender técnicas y ejercicios de relajación, y hablar abiertamente sobre los problemas.
Fuente (Adaptación): (2008, 22, octubre). Problemas juveniles. [web log post]. Recuperado de
http://problemas-jovenes.blogspot.com/