2. Eugenio Espejo Espejo es el precursor de la independencia, ya que a través de sus escritos y publicaciones procuró reformar las estructuras sociales y políticas de esa época. Considerado como uno de los mayores agitadores de los planteamientos de la independencia y crítico de la Colonia
3. Simón RODRIGUEZ Pedagogo y escritor venezolano, nacido en Caracas en 1771 y fallecido en Amotape, Perú, en 1854. Maestro de Simón Bolívar, sus inquietudes e ideas reformadoras influyeron poderosamente en la formación de El Libertador, según él mismo reconoció. Rodríguez vivió en varios países entre ellos el nuestro y fue director de un colegio en Latacunga.
4. JOSÉ MEJÍA LEQUERICA Discípulo de Eugenio Espejo, quien le dijo: “Escucha mis lecciones. Yo te guiaré por el camino de la verdad” y empezó a dirigir su formación, hombre de gran formación intelectual y formidable capacidad oratoria. Fue nombrado diputado ante las Cortes de Cádiz y viajo a España donde se transformó en el más destacado de los delegados americanos y una de las cabezas del constitucionalismo, así como una de las figuras de la política española de su época. Se casó a los 24 años con Manuela Espejo, 23 años mayor que él (hermana de Eugenio Espejo). Publicó La Abeja, uno de los periódicos liberales más influyentes.
5. JOSÉ JOAQUÍN DE OLMEDO Fue enviado a las Cortes de Cádiz, donde pronunció su famoso discurso "Sobre la supresión de las Mitas", por medio del cual logró que se aboliera esa institución . Entre los cargos públicos y el deseo de dedicarse a las letras. Olmedo fue nombrado miembro de la Junta de Gobierno, redactó una constitución para Guayaquil, reorganizó el ejército y colaboró con Sucre en el triunfo de Pichincha. Sin embargo, después de esta batalla, cuando Bolívar llegó a Guayaquil y anexionó esta ciudad a Colombia, Olmedo protestó y se fue con otros guayaquileños a Perú, donde fue electo diputado por el Departamento del Puno y ayudó a redactar la primera constitución de aquel país. En 1823, viendo en peligro la libertad del Perú, pidió ayuda a Simón Bolívar; tras el triunfo de éste en la batalla de Junín, Olmedo escribió en su honor el famoso Canto a Bolívar Trabajó junto a los grandes hombres de la independencia: Simón Bolívar, José de San Martín, Vicente Rocafuerte y el general Flores, pero lo hizo con libertad, y con criterios de propia responsabilidad, primero hacia su ciudad, Guayaquil, cuya independencia propugnaba tanto frente a Ecuador como frente a Perú; luego frente a la autonomía del Ecuador y, finalmente, por la dignidad de los indígenas.
6. CANTO A BOLÍVAR El trueno horrendo que en fragor revienta y sordo retumbando se dilata por la inflamada esfera, al Dios anuncia que en el cielo impera. Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta la hispana muchedumbre que, más feroz que nunca, amenazaba, a sangre y fuego, eterna servidumbre, y el canto de victoria que en ecos mil discurre, ensordeciendo el hondo valle y enriscada cumbre, proclaman a Bolívar en la tierra árbitro de la paz y de la guerra. Las soberbias pirámides que al cielo el arte humano osado levantaba para hablar a los siglos y naciones, - templos do esclavas manos deificaban en pompa a sus tiranos - ludibrio son del tiempo, que con su ala débil las toca y las derriba al suelo, después que en fácil juego el fugaz viento borró sus mentirosas inscripciones; y bajo los escombros, confundido entre la sombra del eterno olvido, -¡oh de ambición y de miseria ejemplo! el sacerdote yace, el dios y el templo.