2. Días felices
Días felices se iniciaba, en sus primeras presentaciones “al compás
del reloj”. Es decir, con la archifamosa Rock around the clock de
Bill Halley & his Comets como banda sonora. Posteriormente
apareció su propia canción, interpretada por los personajes.
3. Días felices
Parece una especie de versión televisual de Grease, la famosa
comedia musical de 1972 llevada al cine en 1978 y que
catapultó a la fama a John Travolta y Olivia Newton John.
4. Días felices
Cabe preguntarse por qué, de pronto, en los años 70 (días felices
fue del 74 al 84), la década de la crisis y el desencanto,
apareció esta ola de nostalgia por los 50, la era de la América
feliz.
5. Días felices
Sin duda es una versión idílica la que se nos presenta. La rebeldía
adolescente es una rebeldía gentil, el choque generacional
nunca es realmente violento. La delincuencia juvenil es un
pasado difícil que se puede superar con un poco de esfuerzo y el
tema racial, directamente, no aparece.
6. Días felices
Tal vez lo más destacado de Días felices sea la consolidación del
estereotipo de rocanrolero Don Juan e imper turbable, que
soluciona todo chasqueando los dedos, encarnado por Henr y
Winkler en el papel de Ar thur Fonzarelli “Fonzie”.
7. Días felices
Dos factores salvan a Días felices de ser una comedia banal y
melosa: El digno desempeño de los actores, en primer lugar y, en
segundo, el aire de leyenda de la América anterior a la Guerra de
Vietnam, la era de los descapotables y los juke-boxes, la era del
Rock & Roll.