3. La civilización de Imbabura es la consecuencia de la
superposición de elementos culturales que poblaron
esta zona como producto de oleadas migratorias
primitivas, hace mas de 1500 años de nuestra era.
Siendo Nicaragua, Costa rica, Panamá y otros actuales
estados de américa central, los orígenes de estos
pueblos asentados en lo que hoy es la provincia de
Imbabura.
En consecuencia de Antonio Ante; aunque llegaron
elementos étnicos de la Amazonía.
Según el historiador Jijón y Caamaño,
Reseña histórica
4. Antes de la conquista de los Shyris o Caras aparecen
estados independientes -Imbabura- -Pimampiro- y –
Otavalo-, en los cuales se asentaban las siguientes
tribus: Cahuasquies, Chotas, Cuchicaranquis, Miras,
Pimanes, Cotacachis, Cusines, Atuntaquis, Peguchis,
Tocachis, Urcuquies.
Hacia el año 800 un grupo de caras llegan al valle de
Llumimagua, actual Intag, de donde comienza su
expansión, a estos caras de la sierra se los llamó
«carangues».
Reseña histórica
5. El antiguo estado de Imbaya sustituyó su nombre por
el de «caranqui» como consecuencia del dominio e
influencia de los caras.
La organización social y urbana estaba dada por el
concepto de confederaciones tribales y cacicazos.
Los Atuntaquis eran astrolatas y por estar bajo el
dominio de los caras, también adoraban a una
serpiente .
Reseña histórica
6. Por consiguiente su arquitectura y estructura
urbana se asimilaba en todo al dominio cara;
cuyas principales características fueron:
Las tolas cuadrangulares o pirámides truncadas
cuya función era ceremonial - ritual.
Las tolas en forma de montículos cuyo fin era
funerario u habitacional.
Reseña histórica
Las tolas…..
7. Perteneciente a los períodos de Integración y Tardío, guardan la historia de pueblos
pasados.
Se lo llama el pueblo de las Tolas y las funciones de estas fueron diversas: funerarias,
ceremoniales o habitacionales.
En este conjunto se destacan las más grandes como son: Pailatola, Orozcotola y Pupotola
Reseña histórica
Las tolas…..
8. La orientación de los monumentos no guarda un
orden predeterminado en la conformación
urbanística.
El volumen de estos elementos corresponde a una
escala mayor como que se tratara de destacar el
carácter y la función de las pirámides con relación a
su entorno natural y a su entorno astronómico.
El aspecto socio-económico de los constructores
marcan la pauta de la relación espacio-tiempo.
Reseña histórica
Las tolas…..
9. La función de los monumentos va relacionada con la
forma, determinando así su carácter ceremonial-
ritual, o la habitabilidad de sus gobernantes y/o
regentes, o como también la observación
astronómica, conjugando a lo estratégico de su
ubicación.
Reseña histórica
Las tolas…..
10. La estructura organizativa hace notar que la relación
hombre naturaleza, naturaleza hombre han logrado
desarrollar elementos arquitectónicos sin romper la
armonía con la naturaleza y el entorno.
Los principales asentamientos se hallaban en las
faldas del Imbabura, convirtiéndose las llanuras en un
amplio espacio de cultivo.
Reseña histórica
Caminos y vivienda…..
11. Las vías que unían las diferentes tribus eran los
chaquiñanes, mas existía una ruta principal conocido
como el camino real que atravesaba el Imbabura
desde la actual Ibarra, Hasta llegar al actual San
Pablo, atravesando por fuentes de agua existentes.
Las viviendas estaba compuesta por plantas
ovaladas cuya distribución era en forma de
compartimentos.
Reseña histórica
Caminos y vivienda…..
12. En al época preincaica eran conocidos los pueblos de
Tontaqui (como asentamiento principal), Pulcros y
Tupiangui (actual parroquia de San Roque, como
asentamientos secundarios).
Reseña histórica
pueblos…..
13. El referente en cuanto al
aspecto urbano que
rescata el historiador,
Gonzales Suarez:
«existía una plaza de
armas, era de forma
cuadrangular muy grande,
con dos terraplenes y
escalas levadizas, capaz de
contener de 5 a 6 mil
hombres, y en cuyo
contorno formo el ejército
una continuada población
que ocupaba casi toda la
llanura».
Reseña histórica
urbano…..
14. Atuntaqui fue una
fortaleza de armas, «la
mejor que los
primeros Shirys
hicieron en la
provincia de Otavalo».
Así fue la fortaleza de
Atuntaqui en tiempos
de los Shirys.
Reseña histórica
urbano…..
15. Plaza central origen de la ciudad.
Plaza de ramas en la época pre incásica.
Capacidad para albergar de 5000 a 6000 personas.
Área aproximada de 5000 m2
18. “Todos necesitamos raíces. La gente que no conoce su pasado no tiene identidad. Y, los
referentes de Atuntaqui son los arrieros”.
Desde tiempos inmemorables el hombre no ha dejado
de hacer y hacer caminos, porque donde no hay
caminos, no llega el progreso.
En el caso del pueblo anteño, por su ubicación geográfica
era el lugar adecuado para que los hombres
emprendedores y creativos de nuestro cantón se
dedicaran al trabajo de la arriería, ya que la prisa de la
locomotora y de los vehículos motorizados no había
llegado todavía a la región.
Los Arrieros
19. La palabra arriería se define como conjunto de
animales avivados por un hombre que los comanda,
destinados a la carga de mercaderías.
Semanas enteras duraban las travesías de los arrieros
atuntaqueños; guiando nutridas recuas avanzaban
hasta Bodegas (actual ciudad de Babahoyo) para
establecer el contacto comercial que les permitía
alguna holgura económica, muy superior a la del
resto de conciudadanos.
Los Arrieros
20. Se dice, que a lomo de mula trajeron gran parte de la
maquinaria que serviría para la instalación de la Fábrica
IMBABURA, que entró en funcionamiento en 1927.
Los artesanos de calzado, asimismo, a lomo de mula
llevaron cantidades de sus artículos manufacturados para
abastecer mercados de Tulcán e Ipiales.
Los Arrieros
21. Pomasqui, en Pichincha, y Atuntaqui, en Imbabura,
tienen un viejo vínculo: una línea casi recta que cruza
por el centro de Malchinguí.
Son 71 km; 2 días de camino.
La ruta más corta entre el norte y centro del país.
Es el camino por donde circularon por mucho tiempo los
arrieros.
Hombres recios que traían y llevaban mercaderías, a
lomo de mulas, antes de que existan las carreteras. “Ellos
le dieron fama a Atuntaqui”.
Los Arrieros
22. Partiendo desde Ibarra, los antiguos arrieros avanzaban en
caravanas de 60 mulas hasta un tambo antes de la laguna
de Mojanda, en Otavalo.
Luego hacían una escala en Pomasqui, antes de arribar a El
Ejido o a la Plaza de San Francisco, en Quito, para entregar
las encomiendas.
Aunque también hubo arrieros en Tumbaco, Pomasqui,
Natabuela... en el pequeño poblado imbabureño era muy
reconocido.
Los Arrieros
23. Desde 1824, año en que se fundó Atuntaqui, hasta 1916,
en que llegó el primer ferrocarril, la entonces parroquia
de Ibarra era la cuna de los arrieros más famosos del
país.
Se cuenta que los atuntaqueños emprendían las
caminatas, mientras las mujeres quedaban al cuidado de
las familias y parte de los animales de carga, que
descansaban hasta el retorno de los arrieros, para
emprender nuevos viajes...
Las familias más renombradas eran los Chuma, Guevara,
Zuleta, Fante, Villegas, Posso... que tenían sobre las 100
mulas, siempre listas para los viajes.
Los Arrieros
24. Desde el norte transportaban panela, cabuya, telas, maíz,
trigo... que se producía en abundancia.
incluso los comerciantes de Pasto, en Colombia, confiaban
su dinero y mercaderías para enviar encomiendas hasta
Quito.
Durante la travesía aparece de pronto una cuesta arenosa
de 3 km, los bancos de arena y la cuesta tornan difícil la
travesía «Es la famosa cuesta Sal si Puedes».
El otro es el Rompe corazones, un ramal de roca de 5 km.
También, La Bodoquera (6 km), que aunque es en línea
recta es difícil de caminar por la arena.
Los Arrieros
25. “Había bandoleros peligrosos. En la zona de las lagunas de
Mojanda eran famosos los Remache, una banda de
asaltantes, que no sólo se llevaba las encomiendas. También
asesinaban y destrozaban a los viajeros”, comenta Fernando
Guevara, citando historias pasadas.
Al llegar el ferrocarril y la posterior apertura de la
Panamericana, los arrieros partieron a otras geografías.
Varios fueron a trabajar en el Intag, en Cotacachi o a la
Amazonia.
La mayoría se quedó atada a su tierra y hoy vive en la
memoria de las nuevas generaciones.
Los Arrieros
26. Conocer los caminos recorridos por nuestros arrieros es
más es localizar en el mapa de Antonio Ante su recorrido,
porque implica encontrar sus formas de vida y significado a
través de la historia.
Descubrir la huella que nos dejaron como lección de vida
estos hombres del pasado. Ellos son los que posibilitaron
los distintos grupos de trabajo a familias unidas,
preparadas para luchar en este pequeño territorio.
Los recovecos y quingos en los caminos son difíciles
imaginar hoy en día que todo está modificado con el pasar
del tiempo.
Los Arrieros
27. Los arrieros anteños vestían pantalones y camisa de tela
gruesa, chaleco y saco tipo sastre de liencillo, llevaban una
macana, alpargatas, sombrero de ala ancha para
protegerse del sol, poncho de agua, alforjas con comida
para quince días (por lo menos) y un acial.
Sus mulas eran grandes y fuertes, muy bien alimentadas ya
que eran su medio de transporte y de ellas dependía el
éxito de sus jornadas.
Los Arrieros
28. Los arrieros llevaban y traían todo lo que se podía
intercambiar entre las grandes urbes como Quito,
Guayaquil, Popayán; etc.
En ocasiones transportaban hasta a los sacerdotes y
profesores con todas sus pertenencias de un pueblo a otro.
El arriero anteño fue el primer comerciante, el primer
escalón para el desarrollo de nuestro pueblo.
Los Arrieros
29. Sus mujeres preparaban con anticipación en cucayo
(comida) que estaba elaborado principalmente de máchica,
tostado, fritada, frejol, cuy, además la infaltable panela que
mezclada con agua y máchica era la que les devolvía la
energía en su cansancio.
También la mujer tenía la tarea de educar con amor y
dignidad a sus hijos, apuntalando el vínculo de cultura
familiar con valores.
Los Arrieros
30. En el camino los tambos eran el lugar de encuentro para
acampar la noche con sus compañeros de arriería con
quienes compartían llenos de afecto y solidaridad sus
alimentos, sueños e inquietudes.
De ello aprendimos la solidaridad, el trabajo, el respeto, la
honestidad y la palabra de honor.
El arriero jamás bajó la cabeza, demostraba lo que es y lo
que le enseñaron sus antepasados en cualquier
circunstancia.
Los Arrieros
31. Ellos trajeron el primer paso de progreso a Antonio Ante, con
sus mulas.
«El sonido de esos cascos de reloj son nuestro compromiso de
avanzar y jamás detenernos en el progreso y desarrollo de
nuestro pueblo.»
Los Arrieros