En un hospital conocido, los pacientes de una cama en particular morían todos los domingos a las 11 a.m., sin importar su condición. Esto alarmó al personal, quienes sospecharon de fuerzas sobrenaturales. Un grupo de expertos investigó pero no pudo resolver el misterio. El domingo siguiente, esperaron para ver qué sucedía a las 11 a.m., cuando Manolo, el encargado de la limpieza, entró y desenchufó los sistemas de soporte para enchufar la aspiradora.