Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Postulados de sócrates reiwal
1. UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
MAESTRIA EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLOGICAS
FUNDAMENTOS HISTORICOS Y FILOSOFICOS DEL DERECHO PROCESAL
SOCRATES – POSTULADOS
Alumno:
Evencio Galindez Puertas
C.I. 1.124.996
Reiwal Daniel Castillo González
CI. 20.545.162
Ex. MCP-152-00444S
Edymar Montiel Montilla
C.I 24.020.035
Maestría: Ciencias Penales y criminológicas
Araure-09-2015
2. SÓCRATES- POSTULADOS
Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.), Nacido en Atenas, filósofo griego,
considerado el fundador de la filosofía moral o axiología, que ha tenido gran peso
en la posterior historia de la filosofía occidental por su influencia sobre Platón.
Sócrates fue obediente con respecto a las leyes de Atenas, pero en general
evitaba la política, refrenado por lo que él llamaba una advertencia divina. Creía
que había recibido una llamada para ejercer la filosofía y que podría servir mejor a
su país dedicándose a la enseñanza y persuadiendo a los atenienses para que
hicieran examen de conciencia y se ocuparan de su alma. No escribió ningún libro
ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con
certeza sobre su personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de
dos de sus discípulos más notables: Platón, que atribuyó sus propias ideas a su
maestro, y el historiador Jenofonte, quien quizá no consiguió comprender muchas
de las doctrinas socráticas. Platón describió a Sócrates escondiéndose detrás de
una irónica profesión de ignorancia, conocida como ironía socrática, y como
poseedor de una agudeza mental y un ingenio que le permitían entrar en las
discusiones con gran facilidad.
Creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y, en virtud de
esta convicción, pasó la mayor parte de su vida en los mercados y plazas públicas
de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera
escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Creó así un método
denominado mayéutica o arte de “alumbrar” los espíritus, por el que lograba que
sus interlocutores descubrieran la verdad a partir de ellos mismos.
Postulados:
. Se familiarizó con la retórica y la dialéctica de los sofistas, la cultura
general de la Atenas de Pericles y la contribución a la filosofía.
3. LA RETÓRICA:
Sócrates discute sobre la retórica falsa y verdadera, y sobre la
retórica entendida como el arte de la adulación. La
retórica, en su sentido más amplio, teoría y práctica de la elocuencia, sea hablada
o escrita. La retórica hablada es la oratoria. La retórica define las reglas que rigen
toda composición o discurso en prosa que se propone influir en la opinión o en los
sentimientos de la gente y, en tal sentido, es una forma de la propaganda. Se
ocupa de todos los asuntos relacionados con la belleza o vigor del estilo.
En un sentido más estricto, la retórica se ocupa de los principios
fundamentales que tienen que ver con la composición y enunciación del discurso
oratorio. Con Sócrates, el gran maestro de la oratoria en el siglo IV a.C., el arte de
la retórica llegó a ser un estudio cultural, una filosofía con un propósito práctico.
La dialéctica:
Dialéctica en filosofía es el método que investiga la naturaleza de la
verdad mediante el análisis crítico de conceptos e hipótesis. Uno de los primeros
ejemplos de método dialéctico lo ofrecen los Diálogos del filósofo griego Platón, en
los que el autor acomete el estudio de la verdad a través de la discusión en forma
de preguntas y respuestas. El más famoso alumno de Platón, Aristóteles, entiende
la dialéctica como la búsqueda de la base filosófica de la ciencia, y utiliza a
menudo el término como sinónimo de ciencia de la lógica.
Los sofistas, del griego sophi, “experto”, “maestro artífice”, “hombre de
sabiduría”, en su origen, nombre aplicado por los antiguos griegos a los hombres
eruditos, tales como los Siete Sabios de Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se
daba a los maestros itinerantes que proporcionaban instrucción en diversas ramas
del conocimiento a cambio de unos honorarios convenidos con antelación. Eran
personas que compartían puntos de vista filosóficos mucho más amplios que los
de una escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos anteriores;
pero, basándose en su interpretación de ese pensamiento filosófico anterior, casi
todos ellos concluyeron afirmando que la verdad y la moral eran en esencia
4. materias opinables. Así, en sus propias enseñanzas tendían a enfatizar formas de
expresión persuasivas, como el arte de la retórica, que facilitaba a los discípulos
técnicas útiles para alcanzar el éxito en la vida, en especial en la vida pública.
Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo, sobre todo en
Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad absoluta y la moral suscitó a la
postre fuertes críticas. Sócrates, Platón y Aristóteles pusieron en tela de juicio los
fundamentos filosóficos de las enseñanzas de los sofistas. Platón y Aristóteles les
censuraron por aceptar dinero. Más tarde, fueron acusados por el Estado de
carecer de moral. Como consecuencia, la palabra sofista adquirió un significado
despectivo, al igual que el moderno término sofisma, que puede ser definido como
astuto y engañoso o como argumentación o razonamiento falsos.
Cultura general de Atenas de Pericles.
Pericles (c. 495-429 a.C.), político ateniense, su importancia en la historia
de Atenas es tan grande que, con frecuencia, se denomina „siglo de Pericles‟ no
solo a la época de su protagonismo, durante la cual tuvo lugar el máximo
esplendor ateniense en medio de la más preclara manifestación del clasicismo de
la antigua Grecia. Desde su cargo de estratega, magistratura para la que fue
reiteradamente elegido cada año por los atenienses desde el 443 a.C., Pericles
intentó que todos sus conciudadanos participaran en el gobierno. Introdujo el pago
a cambio de los servicios al Estado y que se eligiera a los miembros del consejo
por sorteo entre todos los ciudadanos atenienses. También contribuyó a
consolidar y extender la hegemonía ateniense.
Con la gran riqueza que ingresó en la tesorería ateniense, Pericles restauró
los templos destruidos por los persas y construyó muchos edificios nuevos, el más
espléndido de los cuales fue el Partenón, en la Acrópolis. Este edificio proporcionó
trabajo a los ciudadanos más pobres e hizo de Atenas la ciudad más magnífica de
su época. Encomendó a su amigo, el gran escultor Fidias, la supervisión de todas
las obras públicas y la elaboración de las estatuas. Bajo el gobierno de Pericles,
Atenas se convirtió en un centro de primer nivel para la literatura y el arte, y en esa
época la ciudad vivió el pleno clasicismo de la cultura griega. Su supremacía
5. despertó los celos de otras ciudades Estado griegas (en particular de Esparta,
gran enemiga de Atenas) que temían el proyecto hegemónico de Pericles y
trataron de evitar la dominación ateniense. Por otra parte, Samos se sublevó ante
el poder casi imperial de Atenas en el 440 a.C., lo que obligó a que, un año
después, el propio Pericles ocupara la isla para derrotar la secesión. Después de
estallar la guerra del Peloponeso en el 431 a.C., iniciada pese a la amistad que él
mantenía con el rey de Esparta, Arquidamo II, Pericles reunió en Atenas a los
residentes del Ática y permitió que el Ejército peloponesio asolara las distintas
zonas del país. Al año siguiente, se propagó la peste en la superpoblada ciudad, lo
que acabó con la confianza popular. Aunque fue destituido, juzgado y multado por
malversación de fondos públicos, Pericles fue reelegido estratega en el 429 a.C.
Poco después, en el curso de ese mismo año, murió a causa de la peste
La contribución de Sócrates a la filosofía ha sido de un marcado tono ético.
La base de sus enseñanzas fue la creencia en una comprensión objetiva de los
conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo. Creía que
todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a
su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de
manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y en la búsqueda de
definiciones generales, como queda reflejado en los escritos de su joven discípulo,
Platón, y en los del alumno de éste, Aristóteles. A través de las obras de ambos,
las teorías socráticas incidieron de forma determinante en el curso del
pensamiento especulativo occidental posterior.
Lógica, del griego, logos, palabra, proposición, razón, disciplina y rama de
la filosofía que estudia los principios formales del conocimiento humano. Su
principal análisis se centra en la validez de los razonamientos y argumentos, por lo
que se esfuerza por determinar las condiciones que justifican que el individuo, a
partir de proposiciones dadas, llamadas premisas, alcance una conclusión
derivada de aquéllas. La lógica se encarga de analizar la estructura y el valor de
verdad de las proposiciones, y su clasificación.
6. La validez de una proposición se tomará de la veracidad de la conclusión.
Si una de las premisas, o más, es falsa, la conclusión de una proposición válida
será falsa. Por ejemplo: “Todos los mamíferos son animales de cuatro patas, todos
los hombres son mamíferos, por lo tanto, todos los hombres son animales de
cuatro patas” es una proposición válida que conduce a una conclusión falsa. Por
otro lado, una proposición nula puede, por casualidad, llegar a una conclusión
verdadera: “Algunos animales tienen dos patas; todos los hombres son animales,
por lo tanto todos los hombres tienen dos patas” representa una conclusión
verdadera, pero la proposición no lo es. Por lo tanto, la validez lógica depende de
la forma que adopta la argumentación, no su contenido. Si la argumentación fuera
válida, cualquier otro término podría sustituir a cualquiera de los casos utilizados y
la validez no se vería afectada. Al sustituir “cuatro patas” por “dos patas” se
comprueba que ambas premisas pueden ser verdaderas y la conclusión falsa. Por
lo tanto, la proposición no es correcta aunque posea una conclusión verdadera.
En su Apología de Sócrates, Platón recogió lo esencial de la defensa que
Sócrates hizo de sí mismo en su propio juicio, y que se basó en una valiente
reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo
logró una escasa mayoría. Cuando, de acuerdo con la práctica legal de Atenas,
Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte que le había sido
impuesta (proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor
que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica), enfadó tanto
a los miembros del tribunal que éste decidió repetir la votación, en la que la pena
de muerte obtuvo esa vez una abultada mayoría.
Sus amigos planearon un plan de fuga, pero Sócrates prefirió acatar la ley y
murió por ello. Pasó sus últimos días de vida con sus amigos y seguidores, como
queda recogido en la obra Fedón de Platón, y durante la noche cumplió su
sentencia, bebiendo una copa de cicuta según el procedimiento habitual de
ejecución.
Cicuta, nombre común de varias hierbas venenosas pertenecientes a dos
géneros distintos de la familia de las Umbelíferas. La cicuta es una planta grande,
7. tosca y de olor desagradable; todas sus partes son tóxicas y pueden causar la
muerte por ingestión. La cicuta fue el veneno que tomó Sócrates para morir. Es
nativa de Europa y se ha naturalizado en Estados Unidos, donde se ha convertido
en una mala hierba que llega a crecer hasta 3 m de altura a lo largo de las
carreteras y en campos abandonados. Las hojas de color verde oscuro están
divididas y subdivididas en pequeños foliolos ovados dentados. Los tallos huecos
están de forma característica manchados de púrpura. Las flores son pequeñas y
blancas se agrupan en inflorescencias terminales planas llamadas umbelas. Los
principios tóxicos de la cicuta son un grupo de alcaloides que afectan al sistema
nervioso y provocan temblores, pérdida de coordinación y parálisis respiratoria
El severo e intenso comienzo de la Apología de Sócrates es una de las
páginas en las que con mayor claridad se muestra la personalidad y el genio de
Platón, uno de los padres del pensamiento occidental. En este diálogo, Platón
refirió la defensa que su maestro realizó de sí mismo cuando fue juzgado por las
autoridades atenienses
Fragmento de Apología de Sócrates.
De Platón.
Sencillo como cuadra a la verdad y a sus años, será su discurso.
Lo que á vosotros, oh hombres de Atenas, os hayan mis acusadores hecho
sentir, no lo sé. Cuanto á mí, hanme hecho casi desconocerme á mí mismo: tan
poderosamente han hablado. Aunque de verdad al menos, nada, por decirlo así,
han dicho.
Pero de una cosa, muy señaladamente, de entre todas las que han urdido,
heme maravillado; y es, cuando han dicho ser necesario estéis alerta para no
dejaros engañar por mí como fuerte en el hablar. Pues el no temer ellos la afrenta
de verse luego desmentidos de hecho por mí, cuando aparezca yo sin fuerza
alguna en el decir, esto lo tengo por la mayor de todas sus impudencias. Á no ser
que llamen ellos hablar fuerte, el hablar la verdad. Y aun cuando tal lo llamen
8. confesaré yo, sin embargo, no ser orador al modo que ellos. Pues como he dicho,
ó un ápice ó nada han hablado de cierto. Vosotros, empero, oiréis de mí la verdad
entera. Porque, oh hombres de Atenas, no pulcras razones de frase y palabra
ataviada cual las de éstos, escucharéis, sino razonamiento llano en las palabras
que fueren ocurriendo. Confío en que será justo lo que diré; ni nadie de vosotros
espere otra cosa de mí. Que mal sentaría á mis años el presentarme yo ante
vosotros á guisa de un mozuelo forjando palabras.
En realidad de verdad, oh hombres de Atenas, lo que os pido y suplico es
esto: si me oyéreis defenderme con las mismas palabras que he acostumbrado en
plazas y mercados, donde muchos de vosotros las han oido, y en otras partes; no
os sorprendáis de ello ni tumultuéis. Pues así son las cosas. Es ésta la primera
vez que vengo á un tribunal, teniendo ya setenta años. Inexperto, por tanto, y
extraño soy al lenguaje de aquí. Por donde, al modo que, si fuese yo realmente
extranjero, me perdonaríais á buen seguro, caso de expresarme en la lengua y
manera con que me hubiera criado; así también ahora os pido lo propio: que, en
mi sentir, es justo; esto es, que me dejéis hablar como yo quiera, sea mal, sea
bien; y que sólo miréis esto y que sólo á esto apliquéis el alma: si es justo lo que
digo ó no. Que en esto está la virtud del juez: la del orador, en decir la verdad.
Postulados Principales
1. El estudio propio de la filosofía es el hombre.
Sócrates no se ocupaba de las cuestiones metafísicas como tal. Él creía
que la filosofía debe lograr resultados prácticos en forma de un mayor
bienestar para el hombre, el individuo y para la humanidad en la sociedad. Por
lo tanto, el estudio propio de la filosofía es el hombre. En la búsqueda de este
estudio, los intereses de Sócrates se centran en la ética y la política.
9. 2. Ética natural.
Sócrates trató de establecer un sistema ético basado en la razón humana,
más que en las directivas teológicas.
3. Conocimiento y sabiduría.
Sócrates afirmó que el mayor bien para cualquier ser humano es la
felicidad. Cualquiera que sea la acción que un hombre elige está motivado por su
deseo de felicidad. El conocimiento, la virtud y la sabiduría son lo mismo, puesto
que el hombre elige una acción de acuerdo a lo que cree que le traerá la felicidad
más grande. Por lo tanto, mientras más sabiduría tenga el hombre, mayor es su
capacidad para razonar la elección correcta y elegir las acciones que
verdaderamente la felicidad para él.
4. Auto-conocimiento.
El mayor conocimiento es poseído por esa persona que realmente se
conoce a sí mismo. Este conocimiento constituye la sabiduría última. Se capacita
al hombre para actuar de manera virtuosa en todo momento, porque él sabe lo
que le traerá la felicidad verdadera.
5. Política.
Sócrates no estaba de acuerdo con la tiranía o la democracia. Él creía que
la mejor forma de gobierno era uno gobernado por un individuo que posee la
mayor capacidad, el conocimiento y la virtud.
1. Lo moral es diferente de lo ético (o no moral) principalmente porque lo
primero no implica un interés particular, mientras que lo segundo, sí.
10. 2. La perspectiva moral es imparcial y es indiferente a los deseos y
propósitos de seres individuales.
3. Lo moral en cuanto tal se abstrae de circunstancias y características
particulares en función de su carácter universal capaz de establecer normas
válidas para cualquier situación moralmente similar.
4. El agente moral parte necesariamente de la aplicación racional de un
principio imparcial por lo tanto sus motivaciones son totalmente distintas de las
motivaciones privadas (éticas) de los individuos para actuar pues estas últimas se
guían por inclinaciones sumamente variables que, en todo caso, escapan al
análisis sistemático de la filosofía.
11. BIBLIOGRAFÍA:
Alegre, Antonio. La sofística y Sócrates: ascenso y caída de la polis. Barcelona:
Montesinos Editor, 1986. Analiza la relación entre Sócrates y los sofistas.
Dolby Múgica, María del Carmen. Sócrates en el siglo XX. Barcelona:
Ediciones Internacionales Universitarias, 1995. Análisis de la relevancia que sigue
manteniendo la figura de Sócrates en el tiempo actual.
Rodríguez Adrados, Francisco. Ilustración y política en la Grecia clásica.
Madrid: Revista de Occidente, 1966. Interesante análisis del contexto en que se
desarrolló la obra de Sócrates.
Tovar, Antonio. Vida de Sócrates. Barcelona: Círculo de Lectores, 1992. Uno de
los estudios clásicos sobre Sócrates.