El documento discute los peligros para la salud de los pesticidas y fertilizantes químicos utilizados en la agricultura industrial. La autora argumenta que el aumento de enfermedades como la obesidad, la diabetes y el cáncer está relacionado con los productos químicos en los alimentos. También sugiere que la agroecología, una forma sostenible de agricultura orgánica, puede producir alimentos más saludables y alimentar al mundo de manera más efectiva que la agricultura industrial.
1. Comemos veneno:
"El cáncer, la infertilidad
y la diabetes son por la
comida"
Marie-Monique Robin, autora de 'Las cosechas del futuro'
“El aumento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y el cáncer está
directamente relacionado con los alimentos que comemos. Las hormonas sintéticas presentes en
los fertilizantes y pesticidas que entran en contacto con la comida son muy peligrosas para la salud
y no suelen detectarse en los análisis toxicológicos, por lo que se invalida el principio de que la
‘dosis hace el veneno’”. Con esta advertencia a modo de carta de presentación, la galardonada
documentalista y periodista Marie-Monique Robin nos introduce en el mundo de la agroindustria,
su campo de investigación desde hace más de una década, y sobre el que versa su último
ensayo: Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (Península).
2. Una obra fruto del análisis comparativo de diversos sistemas de producción alimentaria que, en
sintonía con otras anteriores como Nuestro veneno cotidiano y El mundo según Monsanto,
cuestiona el mito de que la bajada del precio de los alimentos o de que el fin del hambre en el
mundo solo son posibles mediante la producción industrial de alimentos. La principal novedad que
aporta la autora gala con este último libro es que existe una alternativa demostrable, “más
sobresaliente de lo que creía antes de iniciar la investigación”, y que se llama agroecología.
El cáncer de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo anual del uno al tres por
ciento entre los niños, según la OMS
La transición de la agroindustria a la agroecología todavía es posible, explica Robin, pero aun
existiendo la voluntad política necesaria para propiciar los cambios legislativos que la permitan,
“llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir
alimentos sanos”. Es por ello que urge, en primer lugar, limitar el uso de pesticidas y transgénicos.
“España es el país más permisivo de la UE con el cultivo de Organismos Genéticamente
Modificados (OGM) y la comercialización de otras sustancias tóxicas, como el bisfenol A que en
otros lugares como Francia está prohibido”.
Una permisividad, alerta la autora gala, con unas consecuencias más que visibles: “Las parejas
españolas son las que más problemas tienen de infertilidad en toda Europa, al afectar a una de
cada cuatro”. Al mismo tiempo, los cánceres de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo
anual del uno al tres por ciento entre los niños, según los datos de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), que ponen también de relieve el auge del origen fetal de las enfermedades en la
edad adulta (presuntamente por el tipo de alimentación de la gestante). “La propia Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya se está dando cuenta de estas consecuencias y
reconociendo las deficiencias del principio toxicológico de que 'la dosis hace el veneno’ debido a
las indetectables hormonas sintéticas, como demuestra la mayoría de literatura científica sobre
esta cuestión”, apunta Robin.
El cenit del petróleo lo será también de la comida barata
Tradicionalmente se ha relacionado el bajo coste de los alimentos con los monocultivos, el uso de
pesticidas y fertilizantes para reducir las plagas, así como otras técnicas modernas de producción a
gran escala. Sin embargo, Robin afirma que “los precios de los alimentos que compramos en el
supermercado son completamente falsos porque no incluyen los costes directos ni los indirectos”.
Los gastos derivados del tratamiento de las aguas contaminadas, del pago de las tasas por los
gases de efecto invernadero, de las subvenciones (para el gasóleo, para exportar o directamente
de la Política Agraria Común de la UE), así como de los sistemas públicos de salud, por el aumento
de enfermos crónicos, son algunos de los costes asociados a la agroindustria que no se incluyen el
3. precio de origen. “Si sumamos todos estos costes a los productos en origen, su precio subiría y
serían más caros que los ecológicos”. Además, añade Robin, más de la mitad del precio está
engordado por los intermediarios y finalistas. Tendrán que pasar muchos años para
descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos
Una realidad de la que no estamos muy lejos, según la autora gala, para quien antes o después
tendrá que dispararse el precio de la comida, ya sea por el fin de las subvenciones (como se prevé
con la PAC), por la creciente especulación bursátil con las materias primas en los mercados de
futuro, o por el no menos inminente encarecimiento de los combustibles fósiles como el petróleo
y el gas, debido a su cenit.
Los productos químicos utilizados en la agroindustria se elaboran a partir de petróleo y gas, por lo
que un aumento en el precio de estos recursos, junto a la escasez de agua, pondría a la
agroindustria en la encrucijada. “Esta es la gran debilidad de las industrias alimentarias. Se
sustentan sobre un modelo que depende de los combustibles fósiles, y está claro que el precio de
éstos será cada vez mayor, por lo que el de los alimentos será parejo. No tiene sentido que la
alimentación en el mundo dependa de la producción de petróleo en una región tan convulsa como
es Oriente Medio”, lamenta Robin.
Alimentos saludables en un mundo sostenible
Las perniciosas consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial, así
como la crónica de una muerte anunciada que Robin comenzó a describir antes incluso de que se
produjesen las primeras crisis alimentarias en Latinoamérica (relacionadas con los biocarburantes)
han llevado a la francesa a recorrerse el mundo en busca de alternativas ecológicas. Después de
estudiar diferentes técnicas agroecológicas pudo comprobar que su rendimiento puede ser mayor
que con técnicas propias de la agroindustria. La gran debilidad de la agroindustria es
que se sustenta sobre un modelo dependiente de los combustibles fósiles
“Muchas veces, cuando hablamos de agroecología pensamos que se trata de volver a las técnicas
empleadas por nuestros abuelos. No es así, se trata de prácticas mucho más complejas que
dependerán de la zona geográfica donde se desarrollen, del tipo de cultivo o del tipo de tierra”,
explica la autora. Sin embargo, Robin sí pudo comprobar que todos ellos coincidían en un principio
4. básico: la complementariedad. “Se trata de un principio común mediante el que se busca
complementar la biodiversidad del medio, mediante rotación de cultivos o interfiriendo en los
ciclos biológicos de los insectos, para prevenir plagas y aumentar la producción”.
La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores ha aumentado
proporcionalmente al deterioro de la cadena alimentaria, “pero la oferta todavía no llega para
abastecerlos a todos”, apunta Robin. Para hacerla extensiva a todo el mundo no llega con
la concienciación del consumidor, que al fin y al cabo es el que más poder detenta con sus
decisiones de compra, sino que se necesitan medidas políticas concretas.
Entre las propuestas más urgentes para facilitar el cambio, la periodista cita “laprohibición de la
especulación con alimentos, el fomento de la soberanía alimentaria mediante una férrea
protección de los mercados y agricultores locales, y el acortamiento de las cadenas de distribución
buscando conexiones directas entre consumidores y productores”. Solo mediante la eliminación
de los intermediarios y finalistas, explica la francesa, el precio de los alimentos orgánicos se
reduciría hasta en un 90%.
Las bases para posibilitar un cambio de modelo están puestas “desde hace muchos años”, pero de
no iniciarse una pronta transición, advierte Robin, “no podremos anticiparnos a las crisis
alimentarias que resurgirán en cualquier momento”.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013/06/11/comemos-veneno-el-cancer-la-
infertilidad-y-la-diabetes-son-por-la-comida-122753/
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