Una encuesta sobre el consumo de alcohol entre jóvenes encontró que la mayoría respondió haber bebido alguna vez aunque pocos reconocieron haber estado ebrios, que la mayoría no va a boliches ebrio, que la mitad dijo que sus padres no saben que toman aunque la mayoría de sus amigos sí consumen alcohol y que la mayoría conoce las consecuencias del consumo excesivo.