1. COMO PODEMOS PROTEGER A LA BIODIVERSIDAD
Hábitos para cuidar la biodiversidad
La destrucción de los hábitats, la extracción insostenible de los recursos naturales, las especies
invasoras, el calentamiento global o la contaminación son algunas de las principales
amenazas contra la biodiversidad. Los consumidores pueden asumir diversas pautas en sus
hábitos diarios para salvar el futuro de la variedad de seres vivos que pueblan la Tierra,
incluida la especie humana.
La transformación y destrucción de la tierra y los océanos es la principal amenaza para la
disminución de la biodiversidad. El transporte, las industrias que extraen los recursos naturales,
la contaminación, las represas, la agricultura, la pesca o la silvicultura han propiciado cambios
radicales en los hábitats de todo el planeta. El abandono del mundo rural y la introducción de
nuevas e insostenibles actividades son otro factor que desestabiliza el frágil equilibrio de los
ecosistemas.
La sobreexplotación ha acelerado el ritmo de desaparición de especies. Muchas especies
están bajo una fuerte presión debido a la sobrepesca. Algunos expertos afirman que en los
próximos años los océanos se pueden quedar sin recursos, de manera que la única salida sea la
acuicultura.
Las especies invasoras son la segunda principal amenaza para la biodiversidad. El número de
especies introducidas a nivel global se ha incrementado en gran medida en las últimas décadas.
El cambio climático puede causar de forma directa la pérdida de hábitats y las especies que los
pueblan. El impacto que sufren algunas especies en concreto son una prueba de que el
calentamiento global afecta ya a la pérdida de biodiversidad. En algunas regiones del planeta, el
problema puede ser mucho más grave: el derretimiento del hielo en los casquetes
polares puede dejar sin hogar a las especies únicas que lo habitan, como los osos polares o los
pingüinos.
La contaminación por diversos agentes químicos es el otro gran elemento que incide en la
desaparición de especies. La aprobación en los últimos años de legislaciones cada vez más
severas y su cumplimiento ha contribuido a mejorar la calidad del aire y la limpieza del entorno
natural. Sin embargo, algunos lugares del mundo sufren todavía altos niveles de polución que
repercuten en la biodiversidad.
Qué pueden hacer los consumidores
Las medidas para cuidar la biodiversidad no sólo están en manos de los gobiernos, sino también
de los consumidores. La concienciación es el primer paso. Como ciudadanos urbanos, la
biodiversidad puede parecer algo lejana y sin repercusión en la vida cotidiana. Sin embargo, el
aire que se respira, o el agua y la comida que se consumen no serían posibles sin la variedad y
abundancia de especies que pueblan la Tierra. Cuidar la biodiversidad no sólo permite que las
especies sobrevivan, sino que los propios seres humanos tengan un futuro sobre el planeta.
2. La suma de pequeños esfuerzos a escala global puede tener un efecto mayor del que se cree. El
consumo racional de los productos cotidianos no sólo contribuirá a reducir la factura, sino también
a proteger la biodiversidad. Los consumidores pueden ser más exigentes al solicitar el origen
sostenible de los productos o las especies que van a comprar.
La alimentación también puede ser esencial. El consumo de productos frescos, de temporada y
producidos de forma local es preferible al de alimentos transportados, empaquetados y
congelados. En cuanto a la dieta, es recomendable el consumo moderado de carne y pescado y la
ingesta diaria de verduras y frutas. La selección de etiquetas ecológicas puede ayudar a tomar una
decisión más respetuosa con el medio ambiente.
Frente al cambio climático, los consumidores pueden asumir diversas pautas parareducir las
emisiones de gases de efecto invernadero. Al desplazarse, se puede optar por ir en transporte
público, en bicicleta o a pie. En caso de necesitar el vehículo privado, se puede compartir con otras
personas y conducir de forma eficiente.
En casa, la aplicación de diversos consejos puede reducir el consumo energético y, con ello, no
sólo se beneficia al bolsillo, sino también al entorno natural. El uso de sistemas de energía
renovable, la utilización de bombillas de bajo consumo, el empleo de electrodomésticos con
etiqueta de eficiencia energética A o A+, la anulación de los denominados "vampiros eléctricos", y
en general, el apagado de cualquier sistema eléctrico que no se utilice es sencillo y reducirá la
cantidad de electricidad.
La climatización correcta del hogar puede ahorrar mucho dinero y reducir las necesidades
energéticas. La calefacción o el aire acondicionado se pueden utilizar sin excesos y con sistemas
que aumenten la eficiencia. El aislamiento adecuado de paredes y ventanas puede reducir el
consumo energético en un 30%.
El agua es otro bien preciado que afecta de forma directa a la conservación de la
biodiversidad. Los consumidores pueden utilizarlo de forma responsable: una ducha gasta menos
agua que un baño y el uso de sistemas eficientes, así como el aprovechamiento del agua de
lluvia o de las aguas grises, permite un consumo menor. Quienes tengan césped o un huerto,
pueden evitar, o por lo menos reducir, el uso de herbicidas y plaguicidas
La biodiversidad o diversidad biológica es la propiedad de los seres vivos de ser diferentes unos
de otros. La biodiversidad tiene una alta importancia ecológica y hay que procurar cuidarla.
¿Cómo podemos cuidar la biodiversidad?
Interesándonos en la legislación relativa a la biodiversidad en nuestro país.
No consumiendo productos animales en veda o prohibidos (como la carne de delfines,
tortugas, entre otros).
No comprando mascotas silvestres que no provengan de zoocriaderos.
3. Si cría una mascota, recuerde que es un ser vivo y que necesita cuidados, atención y
alimentos adecuados.
La venta de maderas tropicales que no provengan de bosques con una adecuada gestión
forestal está prohibida a partir del año 2002. Exija la etiqueta que lo identifique.
Cuando haga la lista para las compras semanales anote la importancia de no comprar
productos prohibidos, que depreden la biodiversidad o contaminen los recursos naturales.
Prefiriendo los productos orgánicos. Si bien son más caros, a medida de que más gente los
compre bajarán sus precios.
Si viaja a otro país, no ingrese a su regreso plantas o productos de animales, pueden
transportar enfermedades muy graves que pueden causar grandes pérdidas económicas al
país.
Evitando el uso de fertilizantes químicos o biocida clorados, son muy dañinos para el
ambiente. Existen otras opciones como el compost, humus de lombriz y fosfatos naturales.
Los muchos valores que posee la diversidad biológica y su importancia para nuestro desarrollo,
hacen que la conservación de la biodiversidad -como se concibe en la actualidad- difiera del
concepto tradicional de conservación de la naturaleza. Para conservar la biodiversidad
debemos cambiar nuestra actitud, desde una postura defensiva (la protección de la naturaleza
frente al impacto del desarrollo humano) hacia una labor activa, que procure satisfacer las
necesidades de recursos biológicos de la población mundial, al mismo tiempo que asegure su
sustento a largo plazo.
Pero, primero hagamos un poco de historia. Desde la segunda mitad del siglo XIX se han
creado reservas naturales par asegurar la supervivencia de las comunidades biológicas.
Hombres de todo el mundo, con conciencia conservacionista, se pusieron en campaña para
evitar la degradación ambiental y el continuo retroceso del ambiente natural, la extinción de
animales y plantas y la transformación del paisaje. Asi es que en 1861 se funda la primera
reserva natural, en 624 hectáreas (Ha) del bosque de Fontainebleau, en Francia. Estados
Unidos crea, en 1872, el primer parque nacional de gran extensión, Yellowstone. Así también,
este país es el pionero en instaurar, en 1916, el primer servicio de parques nacionales, cuyo fin
es administrar y asegurar la protección de las áreas de interés.
México fue el segundo país americano en fundar su primer parque nacional. En 1876, durante
el gobierno de Miguel Lerdo de Tejada, y con el fin de preservar los manantiales que proveían
de agua a la ciudad de México, se creó el Parque Nacional Desierto de los Leones, aunque la
concreción legal de los parques se realizó hasta 1917, bajo el gobierno de Venustiano Carranza.
4. Hoy en día en México existe un sistema de áreas protegidas, que abarcan un 3% de la sperficie
del país. Estas áreas se clasifican en diferentes categorías: Parques nacionales, reservas de la
biosfera, reservas especiales de la biosfera, monumentos naturales, parque marinos nacionales
y áreas de protección de flora y fauna.
Los parques nacionales son áreas naturales de gran atractivo e interés científico, que deben ser
cuidadas sin producir en ellas alteraciones mayores. Las reservas de la biosfera están
caracterizadas por cuatro elementos: la investigación científica, la protección en zonas núcleo,
la participación de comunidades locales y su amplitud.
El establecimiento de estas áreas protegidas también conocido como conservación in situ, es
una manera de cuidar la biodiversidad. Sin embargo, la cantidad de espacios disponibles para
ser conservados puede llegar a ser muy reducida y la posibilidad de crear nuevas reservas, muy
remota. La protección de ciertas zonas a veces no es factible o son demasiado pequeñas como
para permitir la supervivencia de poblaciones genéticamente viables. A esto se le agrega el
comercio ilegal de fauna y flora autóctonas que moviliza importantes sumas de dinero y trae
aparejada una excesiva mortalidad, por las malas condiciones a las que estan generalmente
expuestos por los individuos que los comercian.
Para preservar la mayor cantidad posible de especies animales y vegetales existen también
programas de conservación en zoológicos, jardines botánicos y acuarios que permiten la
propagación de especies raras y su posterior reintroducción en sus habitats naturales. Estas
prácticas se conocen como conservación ex situ.
Debido a que las poblaciones de muchas especies están siendo fragmentadas y aisladas de la
naturaleza, los individuos tienen dificultad de hallar parejas apropiadas, por lo que puede ser
necesario aplicar tecnologías de intervención. Tengamos en cuenta que la viabilidad de una
población pequeña puede ser enormemente reducida por una catástrofe localizada (como un
incendio o una inundación), enfermedad o desbalance en la proporción de cada sexo. Dado que
la preservación del material genético de una especie resulta clave para asegurar la
biodiversidad, el desarrollo de tecnologías para ser aplicadas a especies exóticas en los
programas de conservación ayudaría, a largo plazo, a preservar la viabilidad genética de las
poblaciones cautivas. Es muy importante considerar este aspecto, pues la pérdida de la
diversidad genética podría limitar el potencial de una población para adaptarse a nuevos
ambientes cuando la especie es reintroducida a la naturaleza.
Entonces, si la conservación en áreas protegidas o en zoológicos, jardines botánicos y acuarios
es tan importante y la biodiversidad es tan esencial para nuestra vida, ¿cómo harías para
convencer a alguien para que se involucre en la conservaciónd de la biodiversidad?, ¿Cómo
empezarías? ¿Le contarías acerca de los genes de las plantas silvestres que proveen resistencia
5. a distintas enfermedades que afectan a las plantas cultivadas, emparentadas con las anteriores?
¿Le mencionarías la probable existencia de fármacos valiosos aún no descubiertos? ¿Le darías
cifras acerca de la destrucción de las selvas tropicales o le describirías tus sentimientos hacia la
naturaleza? Es decir, ¿apelarías a su mente o a sus sentimientos?.
Además de los argumentos racionales, la reflexión basada en las emociones puede resultar muy
importante. Si reducimos nuestra visión tan solo a lo económico, perderemos la oportunidad
de considerar otros valores y de maravillarnos con el resultado de millones de años de
evolución de la vida de nuestro planeta. Si solo discutimos en términos económicos, admitimos
que las especies poseen valor solamente monetario y, de ahi, a reducirlas a variables de
mercado hay sólo un paso.
Estamos entrando en un nuevo milenio. En este momento nos colocamos en un punto (o sea,
en un fragmento en el tiempo) para hacer un balance de lo acontecido, para revisar valores y
direcciones. La ciencia no puede resolver por sí sola los problemas de la destrucción del
ambiente, pues, después de todo, sólo es un medio para lograr un fin, una herramienta en
nuestras manos y la manera en que es usada se encuentra vinculada con la concepción del
mundo y las actitudes humanas.
Si deseamos hallar soluciones definitivas a nuestros problemas debemos actuar sobre las
causas. La única forma de perfilar una cura global para los actuales problemas del mundo
(entre los cuales uno de los más importantes es la conservación de la diversidad biológica) es
reemplazar ignorancia por conocimiento, codicia por generosidad y falta de respeto hacia la
vida por valores humanitarios.