2. A los niños: Que sufren enfermedad, hambre, violencia doméstica y soledad; Que carecen de hogar, educación y protección; Que son atrapados por la droga y por la delincuencia; Que han sido despojados del derecho de nacer; Que son víctimas de la desesperación; Que ha sido usurpada su inocencia y de fascinarse por contemplar las estrellas: Estos niños son semillas de la sociedad, ellos serán el futuro del mundo. Sinceramente, de nuestro corazón, queremos incluir también en esta dedicatoria a todas las personas que han ofrecido su esfuerzo para mejorar la vida de estos niños. Grupo oriental China / España
3. Antecedentes El Parlamento Universal de la Juventud surge en el año 1981, a raíz de una conferencia dada por Fernando Rielo (1923-2004) en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. En aquella ocasión habló del PUJ como de las “Naciones Unidas de la Juventud”, augurando la celebración de un primer congreso en España, siquiera solo simbólico pero verdaderamente universal y apoyado también por las Naciones Unidas. Él soñaba que la voz de los jóvenes, libres de prejuicios e intereses, pudiera ser escuchada a nivel mundial y aportar una contribución determinante a las cuestiones fundamentales del vivir social y espiritual.
4. Antecedentes Este principio hace que el Parlamento Universal de la Juventud propuesto por Fernando Rielo se diferencie de otras iniciativas parlamentarias o grupos de diálogo, ya que las conclusiones alcanzadas por los jóvenes deben referirse a propuestas concretas aplicables a sus vidas y que no dependan solamente de las directivas de entes políticos o de grupos de poder. Se trata, por tanto, de descubrir las claves que les permitan comprometerse vitalmente a cambiar, en primer lugar, su entorno más cercano para luego extenderlo a toda la humanidad. En este sentido, los jóvenes participantes afrontan el reto de restaurar a la humanidad empezando por sí mismos.
5. La Carta Magna de Valores Dar a conocer una realidad que pocas veces sale a la luz: el gran esfuerzo que tantos jóvenes libran en su vida personal y social a fin de alcanzar aquellas aspiraciones que su sentido de la honestidad les dicta ser metas auténticas con las cuales realizar su propio destino. ¿Qué aspiraciones son estas? ¿Qué valores debemos de vivir para hacerlas realidad? ¿Cómo vivirlos?
7. P U J – Roma 2009 Nosotros, jóvenes reunidos de todos los continentes y redactores de estas conclusiones, nos definimos como personas comprometidas con la vida y promotores de paz y valores. Hoy compartimos con todos vosotros algunas de las conclusiones a las que hemos llegado tras poner en común, durante estos tres días de Sesión Plenaria en Roma, nuestro trabajo de un año.
17. “Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha. La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia.” Primera Carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 13 G R A C I A S