1. ReligiosoMandas, milagros e intervenciones divinas Leslie Valeria García Rodríguez Lucía Valentina Melgoza Del Pozzo Adrián Vera Elías Cristian Jesús Ortega Escoto
2. Mandas Las mandas católicas no tienen un origen divino y salieron del judaísmo. Es un acto en la que la devoción del creyente, que considera, que pagando con su dolor al Altísimo Padre Hijo y Espíritu Santo, disminuye el dolor sufrido por algún familiar o ser amado. De este modo al devoto se les concede el milagro y por eso continúan con su auto sacrificio dedicado al Señor. Caminar de rodillas, derramar sangre, ofrendar paquetes de velas, etc., son parte de las conocidas mandas que vendrían a ser el salario que “el pecador otorga a dios por el favor concedido”.
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4. Las que el cristiano católico realiza por devoción.
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6. Lo malo de esto es que se cree que al hacer la promesa se queda libre de sufrimiento.El verdadero sentido de las mandas
7. Curaciones Divinas Son muchos los que acuden a la fe para curarse o pedir la curación de algún ser querido. Cada vez más personas desalentadas de la medicina tradicional acuden a personas o lugares con supuestas capacidades para la curación. ¿Deberíamos hacer una distinción entre curación divina y curación basada en fe? Si entendemos que la curación divina es por la intervención directa de un dios, deidad o de un agente divino; la curación por la fe, seria por medio de una persona con supuestos poderes, (curandero, brujo, sacerdote, druida, etc.), lugares o cosas, (fuetes, agua, imágenes, etc.), que desde la fe, se cree que su dios los han elegidos como intermediarios entre ellos y Dios para dispensar con poderes divinos, la curación.
8. Curaciones basadas en Fe La fe podría ayudarnos a superar situaciones humanas difíciles, duelo, dolor, problemas familiares, etc. Pero ¿seria capaz de curar una enfermedad? En todos los ritos, independiente de la religión en la que se crea, hay sugestión verbal, visual, auditiva, olfativa, el sahumerio, las velas, la poca luz. Todo invita a entrar en una especie de trance espiritual que nos predispone a creer que todo depende de nuestra fe, aunque se entra en un estado donde la manipulación del director de ese ritual influye psíquicamente en las personas allí congregadas para que acepte completamente una convicción, la realización de una acción o la imaginación de una percepción, por lo que todo se hace posible.