Este documento presenta información sobre el Boom latinoamericano y Gabriel García Márquez. Brevemente:
1) El Boom latinoamericano se refiere a un movimiento literario que surgió en la segunda mitad del siglo XX, caracterizado por el realismo mágico e innovaciones narrativas.
2) Gabriel García Márquez fue uno de los escritores más importantes del Boom, conocido por obras como Cien años de soledad.
3) El estilo de García Márquez se caracteriza por el uso del realismo mágico, la
2. Boom Latinoamericano
Las novelas del Boom se distinguen por tener una serie de innovaciones técnicas en la narrativa, como el realismo mágico.
El Boom latinoamericano se generó a partir de la segunda mitad del siglo XX y los autores del continente americano se dieron a conocer
en Europa.
Los temas constantes son la fusión de lo real, lo ideal y lo fantástico, urgencia de crear una literatura distinta, ajuste de su producción al
avance de las comunicaciones, solución de problemas morales, psicológicos y sociales.
El Realismo mágico puede considerarse un movimiento literario particular latinoamericano, cuyos orígenes se relacionan con la propia
identidad del continente. Se intentaba mantener como real algo que no lo era.
El estilo literario que tiene el Boom es:
- Obra original, la busca para hallar respuestas a las inquietudes de los autores de la época.
- Recogieron del surrealismo, la manera de entender al hombre y su búsqueda de encontrar un camino para salir de la alienación.
- La racionalidad es la capacidad que permite pensar, evaluar y actuar de acuerdo a ciertos principios de optimidad y consistencia, para
satisfacer algún objetivo o finalidad. Algunos autores hacían uso de ello.
- El escenario de la obra es común a la realidad del lector, los finales son ambiguos e indeterminados.
- Uso de la analepsis y la prolepsis.
3. Gabriel García Márquez
Nació en Aracataca, Colombia, en 1928.
A los 27 años publicó su primera novela “La hojarasca” en la que ya encontrábamos los rasgos más característicos de su obra de
ficción.
García Marquez siguió de cerca y apoyo la insurrección cubana hasta su triunfo en 1959. Se hizo amigo de Fidel Castro y participó en
aquel momento en la Prensa Latina.
Trabajó de corresponsal en Venezuela. El hecho de haber sido periodista ha sido cultivado en muchas de sus obras.
Tras una temporada en París se instaló en Barcelona en 1969 y empezó a tener una amistad con intelectuales españoles, como son
Carlos Barral o Mario Vargas Llosa.
En 1972 obtuvo el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos y pocos años más tarde regresó a América Latina.
Su prestigio literario, que en 1982 le valió el Premio Nobel de Literatura, le hizo ganar la importancia en la vida política y social
colombiana.
En cine ha intervenido en la redacción de numerosos guiones, a veces adaptaciones de sus propias obras, y desde 1985 comparte, con
el cineasta argentino Fernando Birri, la dirección de la Escuela Internacional de Cine de La Habana.
4. Estilo: Gabriel García
Márquez
Hay aspectos humorísticos.
Prolepsis: salto hacia adelante en la narración
Analépsis: técnica que modifica la secuencia cronológica de la historia trasladando la acción al pasado.
Suele tratar el tema de la soledad, la violencia y la cultura.
Suele usar exageraciones.
Los detalles de los personajes de sus obras son tan verdaderos que el lector se puede sentir identificado con ellos.
Sus características, como las de muchos autores de esta época, están ubicadas en el Realismo Mágico.
Los cinco sentidos, igual que los mitos y las leyendas latinoamericanas, adquieren una relevancia importante.
Se combina tanto la primera, como segunda y tercera persona al igual que el narrador externo e interno.
El tiempo no sigue un orden cronológico sino que se hace uso de la anticipación y la retrospección para darle más dinamismo a la obra.
Suele dejar fuera detalles y eventos aparentemente importantes de tal manera que el lector tenga que cumplir un papel más participativo en el
desarrollo de la historia. Ejemplo:
En “el coronel no tiene quien le escriba” de los personajes principales no se dan nombres.
5. Obras: Gabriel García
Márquez
Crónica de una muerte anunciada
Vivir para contarla
Cien años de soledad
El amor en tiempos de cólera
Memoria de mis putas tristes
6. Comentario de Texto
La ascensión de Remedios, la bella
La suposición de que Remedios, la bella, poseía poderes de muerte estaba entonces sustentada por cuatro hechos irrebatible. Aunque algunos hombres ligeros de palabra se
complacían en decir que bien valía sacrificar la vida por una noche de amor con tan conturbadora mujer, la verdad fue que ninguno hizo esfuerzos por conseguirlo. Tal
vez, no solo para rendirla, sino también para conjurar sus peligros, habría bastado con un sentimiento tan primitivo y simple como el amor, pero eso fue lo único que
no se le ocurrió a nadie. Úrsula no volvió a ocuparse de ella. (…) La abandonó a su suerte, confiando que tarde o temprano ocurriera un milagro, y que en este mundo
donde había de todo hubiera también un hombre con suficiente cachaza para cargar con ella. Ya desde mucho tiempo antes, Amaranta había renunciado a toda
tentativa de convertirla en una mujer útil. Desde las tardes olvidadas del costurero, cuando la sobrina apenas se interesaba por darle vuelta a la manivela de la máquina
de coser, llegó a la conclusión simple de que era boba. <<Vamos a tener que rifarte>>, le decía, perpleja ante su impermeabilidad a la palabra de los hombres. (…)
Cuando vio a Remedios, la bella, vestida de reina en carnaval sangriento, pensó que era una criatura extraordinaria. Pero cuando la vio comiendo con las manos,
incapaz de dar una respuesta que no fuera un prodigio de simplicidad, lo único que lamentó fue que los bobos de familia tuvieran una vida tan larga. A pesar de que el
coronel Aureliano Buendía seguía creyendo y repitiendo que Remedios, la bella, era en realidad el ser más lúcido que había conocido jamás, y que lo demostraba a cada
momento con su asombrosa habilidad para burlarse de todos, la abandonaron a la buena de Dios. Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin
cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas, en sus baños interminables, en sus comidas sin horarios, en sus hondos y prolongados silencios sin
recuerdos, hasta una tarde de marzo en que Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y pidió ayuda a las mujeres de la casa. Apenas había empezado,
cuando Amaranta advirtió que Remedios, la bella, estaba transparentada por una palidez intensa.
-¿Te sientes mal? –le preguntó.
Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de lástima.
Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor
misterioso en los encajes de sus polleritas y trató de agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse. Úrsula, ya casi
ciega, fue la única que tuvo la serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que
le decía adiós con la mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban
con ella a través del aire donde terminaban la cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos
pájaros de la memoria. Los forasteros, por supuesto, pensaron que Remedios, la bella, había sucumbido por fin a su irrevocable destino de abeja reina, y que su familia
trataba de salvar la honra con la patraña de la levitación. Fernanda, mordida por la envidia, terminó por aceptar el prodigio, y durante mucho tiempo siguió rogando a
Dios que le devolviera las sábanas. La mayoría creyó en el milagro, y hasta se encendieron velas y se rezaron novenarios
7. Julio Cortázar
Nació el 26 de agosto de 1914 en Ixelles, Bruselas, pero paso su infancia en Banfield, al sur de Buenos Aires.
Tras completar sus estudios primarios, siguió con los de Magisterio y Letras y más tarde se fue a Buenos Aires a estudiar Filosofía,
pero no acabó los estudios ya que en su casa había poco dinero y quería ayudar a su madre.
Trabajó como profesor durante unos años ya que tenia el título de Maestro Normal.
Su trabajo como traductor en la Unesco le permitió afincarse en París.
Publicó el poemario “Presencia” con el seudónimo de Julio Denis en Buenos Aires.
Muy pronto se convirtió en uno de los principales autores el boom latinoamericano.
Como personaje público intervino en la defensa de los derechos humanos y fue uno de los promotor del Tribunal Russell, como parte
de este compromiso escribió diversos artículos y libros.
El 12 de febrero murió de leucemia y está enterrado en el cementerio de Montparnasse.
8. Estilo: Julio Cortázar
Incluye en sus obras aspectos desagradables y existenciales en los primeros años.
Más tarde la fantasía y la magia entran a formar parte de su escritura.
Tratamiento de lo fantástico, de elementos inexplicables y absurdos que se sitúan más allá de la razón.
Habla sobre los conflictos y preocupaciones del hombre moderno a veces dando una visión dramática y otras veces poética.
Uso del humor y la ironía pero también transmiten gran ternura y humanismo.
Sitúa los personajes en situaciones extremas.
En sus obras es perceptible la pasión por la lírica, el jazz y la fotografía.
Sus primeros cuentos están situados en el mundo social de la clase media.
Utiliza un lenguaje en ocasiones coloquial.
Sus obras tienen rupturas de orden cronológico y se critica a la sociedad.
10. Extracto “Bestiario”
Entre la última cucharada de arroz con leche -poca canela, una lástima- y los besos antes de subir a
acostarse, llamó la campanilla en la pieza del teléfono e Isabel se quedó remoloneando hasta que Inés vino
de atender y dijo algo al oído de su madre. Se miraron entre ellas y después las dos a Isabel, que pensó en la
jaula rota y las cuentas de dividir y un poco en la rabia de misia Lucera por tocarle el timbre a la vuelta de
la escuela. No estaba tan inquieta, su madre e Inés miraban como más allá de ellas, casi tomándola como
pretexto; pero la miraban.
- A mí, créeme que no me gusta que vaya - dijo Inés.- No tanto por el tigre, después de todo cuidan bien ese
aspecto. Pero la casa tan triste, y ese chico sólo para jugar con ella...
- A mí tampoco me gusta - dijo la madre, e Isabel supo como desde un tobogán que la mandarían a lo de
Funes a pasar el verano. Se tiró en la noticia, en la enorme ola verde, lo de Funes, lo de Funes, claro que
ella mandaban. No les gustaba pero convenía. Bronquios delicados, Mar del Plata carísima, difícil
manejarse con una chica consentida, boba y conducta regular con lo buena que es la señorita Tania, sueño
inquieto y juguetes por todos lados, preguntas, botones, rodillas sucias. Sintió miedo, delicia, olor de
sauces y la ú de Funes se le mezclaba con el arroz con leche, tan tarde y a dormir, ya mismo a la cama.
11. Extracto “ Todos los fuegos el fuego”
Al principio la muchacha del Dauphine había insistido en llevar la cuenta del tiempo, aunque al ingeniero
del Peugeot 404 le daba ya lo mismo. Cualquiera podía mirar su reloj pero era como si ese tiempo atado a
la muñeca derecha o el bip bip de la radio midieran otra cosa, fuera el tiempo de los que no han hecho la
estupidez de querer regresar a París por la autopista del sur un domingo de tarde y, apenas salidos de
Fontainebleau, han tenido que ponerse al paso, detenerse, seis filas a cada lado (ya se sabe que los
domingos la autopista está íntegramente reservada a los que regresan a la capital), poner en marcha el
motor, avanzar tres metros, detenerse, charlar con las dos monjas del 2HP a la derecha, con la muchacha
del Dauphine a la izquierda, mirar por el retrovisor al hombre pálido que conduce un Caravelle, envidiar
irónicamente la felicidad avícola del matrimonio del Peugeot 203 (detrás del Dauphine de la muchacha)
que juega con su niñita y hace bromas y come queso, o sufrir a ratos los desbordes exasperados de los dos
jovencitos del Simca que precede al Peugeot 404, y hasta bajarse de los altos y explorar sin alejarse mucho
(porque nunca se sabe en qué momento los autos de más adelante reanudarán la marcha y habrá que
correr para que los de atrás no inicien la guerra de las bocinas y los insultos), y así llegar a la altura de un
Taunus delante del Dauphine de la muchacha que mira a cada momento la hora, y cambiar unas frases
descorazonadas o burlonas con los dos hombres que viajan con el niño rubio cuya inmensa diversión en
esas precisas circunstancias consiste en hacer correr libremente su autito de juguete sobre los asientos y el
reborde posterior del Taunus, o atreverse y avanzar todavía un poco más, puesto que no parece que los
autos de adelante vayan a reanudar la marcha, y contemplar con alguna lástima al matrimonio de
ancianos en el ID Citroën que parece una gigantesca bañadera violeta donde sobrenadan los dos viejitos,
él descansando los antebrazos en el volante con un aire de paciente fatiga, ella mordisqueando una
manzana con más aplicación que ganas.
12. Pérdida y recuperación del pelo. Comentario de Texto
Para luchar contra el pragmatismo y la horrible tendencia a la consecución de fines útiles, mi primo el mayor propugna el procedimiento de sacarse un buen pelo
de la cabeza, hacerle un nudo en el medio y dejarlo caer suavemente por el agujero del lavabo. Si este pelo se engancha en la rejilla que suele cundir en dichos
agujeros, bastará abrir un poco la canilla para que se pierda de vista.
Sin malgastar un instante, hay que iniciar la tarea de recuperación del pelo. La primera operación se reduce a desmontar el sifón del lavabo para ver si el pelo se
ha enganchado en alguna de las rugosidades del caño. Si no se lo encuentra, hay que poner en descubierto el tramo de caño que va del sifón a la cañería de
desagüe principal. Es seguro que en esta parte aparecerán muchos pelos, y habrá que contar con la ayuda del resto de la familia para examinarlos uno a uno en
busca del nudo. Si no aparece, se planteará el interesante problema de romper la cañería hasta la planta baja, pero esto significa un esfuerzo mayor, pues
durante ocho o diez años habrá que trabajar en algún ministerio o casa de comercio para reunir el dinero que permita comprar los cuatro departamentos
situados debajo del de mi primo el mayor, todo ello con la desventaja extraordinaria de que mientras se trabaja durante esos ocho o diez años no se podrá evitar
la penosa sensación de que el pelo ya no está en la cañería y que sólo por una remota casualidad permanece enganchado en alguna saliente herrumbrada del caño.
Llegará el día en que podamos romper los caños de todos los departamentos, y durante meses viviremos rodeados de palanganas y otros recipientes llenos de pelos
mojados, así como de asistentes y mendigos a los que pagaremos generosamente para que busquen, separen, clasifiquen y nos traigan los pelos posibles a fin de
alcanzar la deseada certidumbre. Si el pelo no aparece, entraremos en una etapa mucho más vaga y complicada, porque el tramo siguiente nos lleva a las cloacas
mayores de la ciudad. Luego de comprar un traje especial, aprenderemos a deslizarnos por las alcantarillas a altas horas de la noche, armados de una linterna
poderosa y una máscara de oxígeno, y exploraremos las galerías menores y mayores, ayudados si es posible por individuos del hampa, con quienes habremos
trabado relación y a los que tendremos que dar gran parte del dinero que de día ganamos en un ministerio o una casa de comercio.
Con mucha frecuencia tendremos la impresión de haber llegado al término de la tarea, porque encontraremos pelo (o nos traerán) pelos semejantes al que
buscamos; pero como no se sabe de ningún caso en que un pelo tenga un nudo en el medio sin intervención de mano humana, acabaremos casi siempre por
comprobar que el nudo en cuestión es un simple engrosamiento del calibre del pelo (aunque tampoco sabemos de ningún caso parecido) o un depósito de algún
silicato u óxido cualquiera producido por una larga permanencia en una superficie húmeda. Es probable que avancemos así por diversos tramos de cañerías
menores y mayores, hasta llegar a ese sitio donde ya nadie se decidirá a penetrar: el caño maestro enfilado en dirección al río, la reunión torrentosa de los
detritos en la que ningún dinero, ninguna barca, ningún soborno nos permitirán continuar la búsqueda.
Pero antes de eso, y quizá mucho antes, por ejemplo a pocos centímetros de la boca del lavabo, a la altura del departamento del segundo piso, o en la primera
cañería subterránea, puede suceder que encontremos el pelo. Basta pensar en la alegría que eso nos producirá, en el asombrado cálculo de los esfuerzos
ahorrados por pura buena suerte, para escoger, para exigir prácticamente una tarea semejante, que todo maestro consciente debería aconsejar a sus alumnos
desde la más tierna infancia, en vez de secarles el alma con la regla de tres compuesta o las tristezas de Cancha Rayada.
13. Mario Vargas Llosa
Nació en el sur de Perú el 28 de marzo de 1936.
Cursó parte de sus estudios primarios en el colegio La Salle de Cochabamba, en 1953 ingresó en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos de Lima, donde inició sus estudios de Letras y Derecho.
Estando recién casado se ve obligado a desempeñar hasta siete trabajos diferentes para poder subsistir.
Finalmente ingresa como periodista en Radio Panamericana de Perú aumentando sus ingresos de manera importante. En esta época
empezó con seriedad su carrera literaria con la publicación de sus primeros relatos.
Ese mismo año se graduó en Humanidades y fue además considerado como el alumno más distinguido de Literatura. Antes de partir
hacia Europa hizo un corto viaje por la Amazonia peruana.
Tras culminar su beca en Madrid, se mudó a París donde empezó a escribir de forma prolífica.
En 1964 regresó a Perú y se divorció y realizó un segundo viaje a la selva donde recogió material sobre el Amazonas y sus habitantes.
En 1965 se casó con su prima y en 1971 obtiene un Doctorado en Filosofía y Letras.
En 1993 obtiene la nacionalidad española sin renunciar a la nacionalidad peruana.
En la actualidad colabora en el diario El País y con la revista cultural mensual Letras Libres.
En 1975 es nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua y en 1994 es designado como miembro de la Real Academia
Española.
14. Estilo: Mario Vargas
Llosa
Su obra da gran importancia a la experimentación técnica.
Vargas Llosa presenta en su obra características desde el humor y lo cómico hasta lo trágico.
Hace reconstrucciones constantes de sus vivencias en Perú.
Trata temas como por ejemplo la mediocridad del ser humano, la violencia y el sexo.
En sus novelas emplea un narrador impasible, aquel que no muestra reacción alguna ante los hechos narrados.
Los saltos en el tiempo son frecuentes en su obra.
Utiliza diferentes narradores en sus creaciones literarias.
Técnicas como la retención de información identifican su forma de escribir. Éstas consisten en dejar de explicar ciertos puntos con tal de
atraer la atención del lector y mantenerlo atento a al trama.
Usa historias paralelas en el mismo argumento.
15. Obras: Mario Vargas
Llosa
La ciudad y los perros
La casa verde
Conversación en La Catedral
La tía Julia y el escribidor
La fiesta del Chivo
16. Extracto “ La ciudad y los perros”.
-Cuatro -dijo el Jaguar.
Los rostros se suavizaron en el resplandor vacilante que el globo de luz difundía por el recinto, a través de
escasas partículas limpias de vidrio: el peligro había desaparecido para todos, salvo para Porfirio
Cava. Los dados estaban quietos, marcaban tres y uno, su blancura contrastaba con el suelo sucio.
-Cuatro -repitió el Jaguar- ¿Quién?
-Yo -murmuró Cava- Dije cuatro.
-Apúrate -replicó el Jaguar- Ya sabes, el segundo de la izquierda.
Cava sintió frío. Los baños estaban al fondo de las cuadras, separados de ellas por una delgada puerta de
madera, y no tenían ventanas. En años anteriores, el invierno sólo llegaba al dormitorio de los cadetes,
colándose por los vidrios rotos y las rendijas; pero este año era agresivo y casi ningún rincón del colegio
se libraba del viento, que, en las noches, conseguía penetrar hasta en los baños, disipar la hediondez
acumulada durante el día y destruir su atmósfera tibia. Pero Cava había nacido y vivido en la sierra,
estaba acostumbrado al invierno: era el miedo lo que erizaba su piel.
-¿Se acabó? ¿Puedo irme a dormir? -dijo Boa: un cuerpo y una voz desmesurados, un plumero de pelos
grasientos que corona una cabeza prominente, un rostro diminuto de Ojos hundidos por el sueño. Tenía
la boca abierta, del labio inferior adelantado colgaba una hebra de tabaco. El Jaguar se había vuelto a
mirarlo.
17. Extracto “ La casa verde”.
Me llevaron a inventar esta historia los recuerdos de una choza prostibularia, pintada de verde,
que coloreaba el arenal de Piura el año 1946, y la deslumbrante Amazonía de aventureros,
soldados, aguarunas, huambisas y shapras, misioneros y traficantes de caucho y pieles que
conocí en 1958, en un viaje de unas semanas por el Alto Marañón. Pero, probablemente, la deuda
mayor que contraje al escribirla fue con William Faulkner, en cuyos libros descubrí las
hechicerías de la forma en la ficción, la sinfonía de puntos de vista, ambigüedades, matices,
tonalidades y perspectivas de que una astuta construcción y un estilo cuidado podían dotar a
una historia. Escribí esta novela en París, entre 1962 y 1965, sufriendo
18. Comentario de Texto
UNO
El sargento echa una ojeada a la madre Patrocinio y el moscardón sigue allí. La lancha cabecea sobre las
aguas turbias, entre dos murallas de árboles que exhalan un vaho quemante, pegajoso. Ovillados bajo el
pamacari, desnudos de la cintura para arriba, los guardias duermen abrigados por el verdoso,
amarillento sol del mediodía: la cabeza del Chiquito yace sobre el vientre del Pesado, el Rubio transpira a
chorros, el Oscuro gruñe con la boca abierta. Una sombrilla de jejenes escolta la lancha, entre los cuerpos
evolucionan mariposas, avispas, moscas gordas. El motor ronca parejo, se atora, ronca y el práctico
Nieves lleva el timón con la izquierda, con la derecha fuma y su rostro muy bruñido permanece
inalterable bajo el sombrero de paja. Estos selváticos no eran normales, ¿por qué no sudaban como los
demás cristianos? Tiesa en la popa, la madre Angélica está con los ojos cerrados, en su rostro hay lo menos
mil arrugas, a ratos saca una puntita de lengua, sorbe el sudor del bigote y escupe. Pobre viejita, no estaba
para estos trotes. El moscardón bate las alitas azules, despega con suave impulso de la frente rosada de la
madre Patrocinio, se pierde trazando círculos en la luz blanca y el práctico iba a apagar el motor,
sargento, ya estaban llegando, detrás de esa quebradita venía Chicais. Pero al sargento el corazón le decía
no habrá nadie. Cesa el ruido del motor, las madres y los guardias abren los ojos, yerguen las cabezas,
miran. De pie, el práctico Nieves ladea la tangana a derecha e izquierda, la lancha se acerca a la orilla
silenciosamente, los guardias se incorporan, se ponen las camisas, los quepís, se acomodan las polainas.
La empalizada vegetal de la margen derecha se interrumpe bruscamente pasado el recodo del río y hay un
barranco, un breve paréntesis de tierra rojiza que desciende hasta una minúscula ensenada de fango,
guijarros, matas de cañas y de helechos. No se divisa ninguna canoa a la orilla, ninguna silueta humana
en el barranco. La embarcación encalla, Nieves y los guardias saltan, chapotean en el lodo plomizo.
19. Carlos Fuentes
Nació en Panamá el 11 de noviembre de 1928 y murió recientemente en México el 15 de mayo de 2012 a la edad de 83 años.
Su infancia transcurre en diversos países ya que su padre era diplomático y se mudaba frecuentemente.
Cuando llega a México a los 16 años, estudia Derecho y posteriormente se gradúa en economía.
Paralelamente funda y dirige la Revista Mexicana de Literatura y colabora en Siempre.
Fue delegado en México en diversos países y embajador de su país en Francia.
A los 26 se da a conocer como escritor con el volumen de cuentos “Los días enmascarados” que recibe una buena acogida por parte de
la crítica y público.
En 1982 aparece su obra de teatro “Orquídeas a la luz de la luna” que se estrena en Harvard y critica la política exterior de EE.UU.
Recibe el Premio Miguel de Cervantes en 1987.
Recibe el Premio Real Academia Española de Creación Literario en 2004. Sus últimas obras aparecen en 2011.
No solo es reconocido por su literatura sino que además destaca por su actividad periodística paralela, escribiendo para el New York
Times, Diario 16, El País y ABC.
20. Estilo: Carlos Fuentes
Mezcla lo real con lo imaginario.
Utiliza el monólogo interior.
Le caracteriza el hecho de tener una audaz crítica social.
Revela un sentimiento lleno de vigor.
Suele utilizar el pasado para que el lector conozca mejor a los personajes.
Hace uso de un lenguaje sencillo.
Tiene un cierto matiz satírico.
Se hacen abundantes referencias al ámbito cinematográfico.
21. Obras: Carlos Fuentes
La región más transparente
El espejo enterrado
En esto creo
Terra Nostra
La muerte de Artemio Cruz
22. Comentario de Texto
Fragmento de “La muerte de Artemio Cruz”
-Depende de cómo lo mires. Tú nada más has andado en las batallas; has obedecido órdenes y nunca has dudado de tus jefes.
-Seguro. Se trata de ganar la guerra. Qué, ¿tú no estás con Obregón y Carranza?
-Como podría estar con Zapata o Villa. No creo en ninguno.
-¿Y entonces?
-Ése es el drama. No hay más que ellos. No sé si te acuerdas del principio. Fue hace tan poco, pero parece tan lejano… cuando no importaban
los jefes. Cuando esto se hacía no para elevar a un hombre, sino a todos.
-¿Quieres decir que hable mal de la lealtad de nuestros hombres? Si eso es la revolución, no más: lealtad a los jefes.
-Sí. Hasta el yaqui, que primero salió a pelear por sus tierras, ahora sólo pelea por el general Obregón y contra el general Villa. No, antes
era otra cosa. Antes de que esto degenerara en facciones. Pueblo por donde pasaba la revolución era pueblo donde se acababan las
deudas del campesino, se expropiaba a los agiotistas, se liberaba a los presos políticos y se destruía a los viejos caciques. Pero ve nada
más cómo se han ido quedando atrás los que creían que la revolución no era para inflar jefes sino para liberar al pueblo.
-Ya habrá tiempo.
-No, no lo habrá. Una revolución empieza a hacerse desde los campos de batalla, pero una vez que se corrompe, aunque siga ganando
batallas militares ya está perdida. Todos hemos sido responsables. Nos hemos dejado dividir y dirigir por los concupiscentes, los
ambiciosos, los mediocres. Los que quieren una revolución de verdad, radical, intransigente, son por desgracia hombres ignorantes y
sangrientos. Y los letrados sólo quieren una revolución a medias, compatible con lo único que les interesa: medrar, vivir bien,
sustituir a la élite de don Porfirio. Ahí está el drama de México (…)
23. Vídeos
• Boom Latinoamericano: http://www.youtube.com/watch?v=u7z9O8HSpc8
• Gabriel García Márquez: http://www.youtube.com/watch?v=CMJT51w_BVY
• Julio Cortázar: http://www.youtube.com/watch?v=JDfYG0BIsjA
• Mario Vargas Llosa: http://www.youtube.com/watch?v=z3G34Ea5c-c
• Carlos Fuentes: http://www.youtube.com/watch?v=mm2WBEqViUI