Internet está terminando con la vieja fórmula del marketing. La Revolución Digital se llevó consigo un modelo de comunicación, entrega más poder a las personas y obliga a las marcas a cambiar, a pensar un nuevo camino, a trazar otros objetivos. El cuento de las marcas pareciera estar llegando a su fin: la construcción de la reputación y de la identidad de una marca, lo que pensamos y sentimos acerca de ella, no es más producto exclusivo del mensaje unidireccional que ella misma emite. Como afirma Brian Solis en una nota titulada “La gran dilución de las marcas”, “no se trata más de lo que nosotros decimos, sino de lo que ellos dicen”. Internet abrió las puertas a un trabajo conjunto, a que los usuarios deconstruyan la imagen de las empresas, en un proceso que no tiene principio ni fin, que va mutando con el correr del tiempo y en el que la marca puede tomar un rol preponderante, aunque no necesariamente protagónico.Internet está terminando con la vieja fórmula del marketing. La Revolución Digital se llevó consigo un modelo de comunicación, entrega más poder a las personas y obliga a las marcas a cambiar, a pensar un nuevo camino, a trazar otros objetivos. El cuento de las marcas pareciera estar llegando a su fin: la construcción de la reputación y de la identidad de una marca, lo que pensamos y sentimos acerca de ella, no es más producto exclusivo del mensaje unidireccional que ella misma emite. Como afirma Brian Solis en una nota titulada “La gran dilución de las marcas”, “no se trata más de lo que nosotros decimos, sino de lo que ellos dicen”. Internet abrió las puertas a un trabajo conjunto, a que los usuarios deconstruyan la imagen de las empresas, en un proceso que no tiene principio ni fin, que va mutando con el correr del tiempo y en el que la marca puede tomar un rol preponderante, aunque no necesariamente protagónico.
Hace 10 años que SG2 está en esta cambiante y apasionante industria. Aprendimos muchas cosas, por las buenas y por las malas. Muchas de las cosas que aprendimos nos las tuvimos que olvidar rápidamente… sino acuérdense de Second Life. Nada es eterno excepto la esencia.
Durante el siglo XX el modelo de comunicación de las marcas fue coherente con los modelos de los medios de comunicación masivo… unidireccional. Las marcas decían lo que tenían para decir y los consumidores escuchaban… el desafío más grande era lograr la atención a medida que el ruido en la habitación crecía. En ese punto se llegó al punto en el que quien hablaba más fuerte, lograba mayor atención de los consumidores. ¿Qué pasaba con el mensaje después? Como mucho se comentaba en el almuerzo con colegas o al volver a casa con la familia, y el mayor grado de resignificación podía ser que se hablara en ambos ámbitos. Un mensaje potente y esperar que pasaba…
Jeff Bezos, fundador de Amazon, una vez dijo que tu marca es lo que las personas dicen de ella cuando no estás en la habitación.
¿Pero cuál es el cuarto?
Este es el cuarto
Durante el siglo XXI la aparición masiva de Internet cambió todo… se ampliaron los ámbitos donde se genera significado. Un medio más natural que replica la comunicación humana… todos tienen una voz (siempre y cuando tengan acceso a Internet obviamente). El modelo anterior sigue existiendo, y no va a desaparecer. El auditorio sigue existiendo pero ahora comparte el tiempo de la persona junto al resto de los ámbitos que componen su vida. La comunicación es una parte integral y fundamental de la vida de las personas en el siglo XXI, y esa comunicación es natural. El punto negativo es que cualquier persona es un medio y puede generar información de cualquier tipo involucrando a las marcas, el punto positivo es que se puede llegar a niveles de relacionamiento con estas personas que eran impensables 10 años atrás. El cuarto donde ocurre la comunicación es abierto… todos pueden entrar, incluso las marcas. Ahora hay que tener en cuenta que ser una marca no implica que uno va a contar con la atención automática de los participantes. ¿Cómo hacemos para lograr eso?