2. La pintura está realizada por Eugene
Delacroix, pintor de estilo romántico, de
bastante éxito en toda Europa, en especial
Francia. Artista crítico con la Francia de la
época de la restauración ya había dejado
otros testimonios pictóricos de su
compromiso artístico y político: La Balsa de
la Medusa (crítica al régimen francés de la
restauración) o La agonía de Grecia y La
matanza de Quios (describiendo la lucha
por la independencia del pueblo griego
contra los turcos).
3. El cuadro fue pintado en 1831, después de que
la revolución de 1830 acabase con el régimen
de la Restauración y se proclamase la
Monarquía parlamentaria en la persona de
Luis Felipe de Orleáns.
La imagen es una pintura histórica no
realista, es decir se narra de una manera
épica e idealizada, más que un acontecimiento
histórico, el triunfo del pueblo y de la
libertad en la lucha contra la reacción.
Pintura al óleo sobre lienzo. Se encuentra
en el Museo del Louvre. París.
4. El Tema elegido por el autor para
representar el triunfo revolucionario, es
el de la Libertad con la bandera
tricolor, lidera en la lucha de las
barricadas al pueblo francés, con una
clara finalidad propagandística y
agitadora.
5. ANÁLISIS
Lo primero que destaca en la
composición del lienzo es es
carácter asimétrico y la sensación de
inestablidad que nos transmite; ello
se debe a que el autor no trata de
mostrar tranquilidad, sino todo lo
contrario:
revolución, agitación, incitación a la
nación a apoyar el movimiento liberal.
el lienzo debe expresar una cierta
inquietud, terror y valentía al
espectador, a través de triángulos
inclinados y numerosas curvas. En
general, la composición es
piramidal, cuya base son los cuerpos
de las personas que yacen en el
suelo, culminando en la imagen
femenina de la libertad, portadora de
la bandera nacional francesa.
6. La sensación de perspectiva está presente
en la obra gracias a los edificios del fondo y
a la multitud, que se va alejando y
reduciendo en tamaño al fondo del lienzo.
Habría que señalar un eje central formado
por una línea recta imaginaria formada por
tres elementos: bandera, camisa del muerto
de la izquierda y vestimenta del herido que
se alza frente a la Libertad. En su diario
escribe Delacroix "en Rembrandt (y ahí está
la perfección) fondo y figura constituyen
un todo. El interés está presente
dondequiera: nada puede ser aislado".
7. La luz es irreal, ya
que en una escena
de pólvora y
muchedumbre, incide
en la Libertad y en
varios cuerpos de
forma teatral,
recordándonos al
Barroco.
8. El autor utiliza una pincelada suelta
donde trata de dar mayor importancia a los
colores cálidos.
Los colores son empastados y fuertes, con
total predominio de la mancha de color
sobre el dibujo. En vez del color uniforme
y plano prefiere la vibración de tonos
diversos combinados con pincelada suelta;
las fachadas y los tejados de las casas de
la derecha que se yerguen cerca de Nôtre
Dame, se resumen en una serie de pequeños
toques, y el grupo de soldados no es otra
cosa que un conjunto de manchas oscuras,
cuya fuerza sugeridora de las formas
recuerda a Goya.
El rojo y el azul de la bandera, de la
vestimenta del herido que se alza delante
de la Libertad, y de la camisa del muerto de
la izquierda resaltan por encima de todo el
predominio de las tonalidades ocres y grises
del conjunto, que son los que más espacio
ocupan.
9. El cuadro rebosa movimiento, tanto en
las diagonales de la composición como
en la propia actitud de los personajes
en batalla.
El cuadro es puro dinamismo para
representar la escena de la
muchedumbre enfurecida en armas. Por
eso, el espectador está inquieto ya que
sabe que o se une a ella, a los
revolucionarios, o será arrastrado
por aquella.
La obra está impregnada de movimiento
no solo por los gestos dramáticos de
los personajes, y por la composición
en diagonales, sino porque los del
primer plano avanzan sobre la quietud
de los muertos que se encuentran en
la base de la composición y todas las
formas muestran ondulaciones que
ponen de manifiesto la admiración del
autor por Rubens.
10. Por último, resaltar que además de los muchos
elementos románticos del lienzo (idea de
revolución, libertad, expresión de sentimientos,
fuerza y movimiento, dramatismo y predominio del
color), tiene bastantes elementos realistas,
como pueden ser las vestimentas, los rifles de la
época o incluso el gorro frigio, que será símbolo
de la monarquía posterior, así como el pubis
desnudo de la persona muerta que hay en primer
plano, abajo a la izquierda (obrero de la camisa
blanca).
11. Este cuadro ha pasado a ser un icono representativo
de las revoluciones porque resume claramente el
protagonismo popular, en la lucha callejera, en la
lucha de las barricadas donde se fraguan los triunfos
en los días gloriosos de la revolución, en el caso de la
de 1830, los “gloriosos días de julio”.
Sin embargo el protagonismo del “pueblo” en las
barricadas no se traduce luego en el control del
poder político y suele ser la burguesía, en especial la
Alta burguesía, más conservadora y elitista, quien se
hace con el poder, limitando mediante el sufragio
censitario la representación política que las masas se
habían ganado en la calles durante las jornadas
revolucionarias.