2. Escribo esta historia, no con la esperanza de que sea
creída, sino para preparar, en la medida de lo posible,
una escapatoria a la próxima víctima. Tal vez quien
lea mi aterrador relato podrá beneficiarse de mi
experiencia.
3. Nos explicó que iríamos al bosque, pero que
teníamos que ir mucho más abrigados porque iba a
hacer mucho frío. Mientras nos abrigábamos John
cogía provisiones. Cuando salimos de la casa me dio
un escalofrío y empezaron a tiritar, mis dientes
haciendo un ruido gracioso pero molesto para mí
“tttttttt”.
4. Una de las muchas cosas que me parecían extrañas era que
la ventana estaba abierta y con el frío que hacía no era muy
normal que lo estuviese, pero cuando me acerco a la
ventana veo que está rota, eso ya me asustaba aún más, e
inesperadamente aparece John con cara de que haya
pasado esto miles de veces antes, y yo digo:
5. Nos fuimos por la ventana ya que mi habitación estaba en el
primer piso, intentando no hacer ningún tipo de ruido para
que John no se diera cuenta de que nos íbamos a escapar.
Cuando entramos en la furgoneta y ya habíamos arrancado
algo saltó encima del coche; al menos pesaba doscientos
kilos porque abolló completamente el techo.
6. Me desperté cuando ya estaba en el hospital, pensando en
John. Si él fue quién me golpeó en la cabeza, ¿por qué en
vez de atraparme y llevarme con él prefirió abandonarme en
la furgoneta?, Aunque aún hoy en día no lo entendería, sí
hallé una mordedura en mi brazo. Afortunadamente nadie
lo supo más que yo.