2. Vivir en la modernidad y en la post-modernidad implica sufrir la dilaceración de
querer la claridad y racionalidad de la modernidad y al mismo
tiempo, sentir el clima desconcertante y fragmentado de la
post-modernidad
3. 1. Las paradojas de la Modernidad
La modernidad estableció una serie de binomios
como objetivos, cuyo punto de equilibrio no
supo determinar.
En la elaboración de los derechos humanos pretendió
crear una sociedad justa y autónoma.
En el horizonte de la modernidad están la identidad
y la solidaridad.
La modernidad abogó por la emancipación
social y la libertad de pena.
Igualdad y libertad buscaron la una imponerse
sobre la otra.
En una palabra el proyecto de modernidad no supo
escoger ni organizar prioridades faltó la
pedagogía del equilibrio.
4. 2. Pujanza económica y crisis de la existencia
La modernidad engendró dos sistemas
económicos. El capitalismo liberal
se inclinó por la autonomía, la identidad,
la subjetividad, la libertad. El
socialismo colocó su peso hacia la
justicia, la solidaridad, la emancipación
grupal, la igualdad.
Hoy tenemos la victoria
provisional del capitalismo liberal que
presenta una economía pujante para unos
pocos pero a costa de los valores
básicos de justicia social, solidaridad,
emancipación e igualdad.
5. Al colocar en el centro del sistema el libre mercado se sigue la
necesidad de favorecer el consumo, el intercambio, la concentración del
capital, la valoración de la iniciativa privada, la eficiencia, la competencia, el
aumento del lucro.
Se ha producido un buen crecimiento económico con un desgaste de los
valores fundamentales de la existencia y el sacrificio de muchas, pero
muchas personas. Estamos ante la paradoja de expansión de la
economía y crisis de la existencia humana.
6. 3. Sintomas de la crisis post-moderna de la existencia
Tenemos crisis internas y externas.
Sentimos que los elementos estructurantes de la sociedad se
desintegran. Hay señales cada vez mayores de una
desestabilización social.
Está cambiando fuertemente la concepción de trabajo y empleo, la nueva
manera de inserción de las personas en el mundo del trabajo.
7. La movilidad profesional
desgasta profundamente y genera
inseguridad en los trabajadores que cada
vez son más frágiles psicológicamente
producto de las incertezas, dudas y
angustias que le causa un trabajo cada
vez más difícil de conseguir y de
conservar.
Las presiones de los medios de
comunicación son muy fuertes.
Los medios amplían los deseos
de consumismo y
materialismo pero no dan el
dinero para adquirirlos.
Este juego engendra varios efectos
nefastos. Aumenta la tensión
social y la insatisfacción de las
personas.
8. Se produce una insatisfacción existencial. Un adolescente
escribía al respecto:
Quería leche Quería amor
y recibí la garrafa. y recibí una moral
Quería padres Quería una profesión
y recibí regalos y recibí un trabajo.
Quería hablar Quería ser feliz
y recibí un libro y recibí dinero.
Quería aprender Quería libertad
y recibí diploma y recibí un automóvil.
Quería pensar Quería dar sentido a la vida
y recibí conocimientos y recibí una carrera.
Quería tener una visión de conjunto Quería esperanza
y recibí informaciones y recibí miedo.
Quería ser libre Quería transformar la realidad
y recibí disciplina. y recibí compasión.
Quería vivir
9. Un desastre pedagógico por ambos lados: falta de presencia
afectiva y de no saber colocar limites a los jóvenes en sus aspiraciones.
Los bienes materiales no suplen, en profundidad, sus necesidades
psicoafectivas.
Los medios producen “efectos especiales”, fragmentan los objetos,
mezclan las noticias, combinan las dimensiones de tiempo y espacio,
secuestran los acontecimientos de sus contextos reales y proyectan todo
esto en una terrible simultaneidad e instantaneidad. No hay
tiempo para la reflexión, para el regreso, para la distancia crítica.
No se consigue recuperar el significado de los
acontecimientos, tal es la abundancia
veloz de informaciones sin ninguna
referencia de valores. La existencia
humana se transforma en un inmenso video,
en una sucesión de chips.
10. Esto hace que nuestros jóvenes vivan una “realidad virtual” y sean
sorprendidos dolorosamente por “la realidad real”.
Nuestros jóvenes viven siempre a la espera de novedades. Se
desinteresan de la verdad y se llenan de emociones. En su
lenguaje juvenil “pura adrenalina”, consumo, placer, idealización de
lo real, fantasma, vanidad, apariencia.
Nos invade una “cultural nihilista” que se impone sin tragedia.
Basta lo provisorio, lo esencial no cuenta. Es el tiempo del
“pensamiento débil” frente a la verdad. Nihilismo del bien, del valor, de la
religión. “Solo tenemos palabras vacías, la rosa pristina de lo real, de la
verdad – solo existe en la palabra. Así podría traducirse el dístico con que
Umberto Eco cierra su novela “El nombre de la Rosa”.
11. 4. Algunos desafíos a la Educación Católica
En reacción a lo absoluto de la razón en la modernidad, la post-
modernidad parece optar por lo provisorio de la realidad.
Una educación cristiana no puede
capitular frente a la tarea ardua de
preparar las personas para enfrentarse
con la realidad en toda su profundidad
debe desarrollar una conciencia
crítica: ni racionalidad absoluta, ni
irracionalidad incómoda. Equilibrio
entre el sujeto y el objeto.
12. La visión cristiana presenta una comprensión del ser humano como
creatura – limitada – llamada por nuestro Dios no solo para conocerlo como
fin último y fundamento de todo sino también para entrar en una comunión
profunda de amor con Él.
Esta dimensión doblemente trascendental del ser humano – creación y
vocación a la comunión con Dios – lo capacita no para la
pretensión omnipotente de la modernidad, sino para percibir en las
innumerables señales de la realidad, de la historia y de la vida, la
presencia del Señor de la Vida Plena y Digna. Ese sentido mayor
alimenta los sentidos menores. Lo redime del nihilismo.
13. Hay que trabajar la separación exagerada entre medio y
fines
La educación cristiana trabaja con dos principios fundamentales
que pueden iluminar esta situación.
Los fines – sentido mayor – deben tener su valor
por su propia naturaleza y no a causa de intereses
particulares. Tienen un valor intrínseco.
Son reflejos especiales de la plenitud de vida de
Dios: justicia, libertad, amor, misericordia – Miqueas
6,6.
Los medios – sentido menor – debe ir en la misma línea de los fines,
favorecer la realización de la justicia, la libertad, el amor, la misericordia, el
derecho, están sometidos a los criterios de los valores intrínsecos, de
modo que el fin no puede justificar cualquier tipo de medios. Es un
asunto ético. Vgr. Una institución católica no puede justificar
injusticias sociales en relación a sus funcionarios y profesores si los
medios para salvar sus finanzas desconocen su eticidad.
14. Pensar lo real es pensar la injusticia social en sus causas
estructurales y coyunturales.
Pensar lo real es pensar las soluciones alternativas a corto y largo
plazo. No se trata por tanto de un ejercicio académico filosófico sino una
tarea grave y difícil de enfrentar la dura situación de los
pobres dentro de una protesta ética y cristiana.
15. Con el progreso de la tecnología se dio un profundo cambio de relación
entre lo deseable porque es posible y lo indeseable porque es imposible.
Somos conscientes que con la tecnología lo
deseable posible creció enormemente pero
la igualdad frente a esto no es tan posible.
Un sociólogo portugués, sugiere la creación de
una escuela práctica con dos clases
Una clase de conciencia del exceso
para enseñar a no desear todo lo que es posible,
solo porque es posible y
otra clase de conciencia de la
limitación para enseñar a desear también lo
imposible.
16. No reconocer los límites finitos, tanto por parte
de la razón, como de la subjetividad genera para
el individuo y la sociedad peligros enormes, aún
de destrucción de toda la vida.
Educar hoy implica más que nunca saber trabajar el límite en la
conciencia de quienes forman la comunidad educativa.
Se da una absoluta carencia del límite en la
conciencia de muchos jóvenes y adolescentes por no
decir de niños. Hacen lo que quieren. Hay una
permisividad e impunidad que favorece este estado
del espíritu. El pretender “sacar ventaja en todo”
aplicada a la vida social, en un desastre total.
17. La educación para el límite implica, antes de todo, ir construyendo un
consenso ético respecto de la razón instrumental manejada por la
ciencia y la tecnología.
Ningún progreso científico puede causar más problemas que soluciones.
La innovación tecnológica o industrial debe demostrar que no provocará daños
sociales ni ecológicos.
El interés de la comunidad tiene preferencia sobre el interés individual a
medida que la dignidad y los derechos humanos sean preservados.
La urgencia de la supervivencia de una persona o de la humanidad prevalece
sobre cualquier cosa.
El sistema ecológico tiene preferencia sobre el sistema social.
Sobrevivir es más importante que vivir mejor.
Los avances reversibles tienen preferencia sobre los no reversibles
18. Hay que tener un equilibrio entre represión siempre negativa – y la
concesión desmedida no menos perjudicial. Ceder siempre sin
razón deforma al educando. Negar por negar sin motivo, reprime y
disminuye la credibilidad y la presencia del educador.
El límite debe colocarse, aduciendo siempre la razón que puede ser de
diversos órdenes, desde la imposibilidad material a conceder lo pedido
hasta los riesgos desproporcionados previsibles. Cuanto más
clara, razonable y honesta es la razón del límite, tanto
más formativa.