1. DECÁLOGO DEL
EVANGELIZADOR - EDUCADOR
“Evangelizar
constituye, en efecto,
la dicha y la
vocación propia de la
Iglesia, su identidad
más profunda. Ella
existe para
evangelizar”.Paulo
VI.
2. E.N. 14 – 17 – 18 – 19 –24 – 26 – 64
1. Escuchar: Es el
reconocimiento del real
valor de nuestros
estudiantes como
personas humanas
diferentes, queridas y
amadas por nuestro Dios
en quien opera su Espíritu.
3. 2. Acoger: A nuestros estudiantes
que son el centro de nuestro trabajo,
respetándoles su cultura, tratándolos
de tu a tu, favoreciendo encuentros
entre ellos, suscitando relaciones
solidarias, sanas, transformadoras.
4. 3. Solidarizarnos: Con corazón samaritano,
sin indiferencia, de quien no es capaz de pasar de
largo, de vivir al margen de los problemas nuestros
muchachos, de quien tiene entrañas de
Misericordia pero no cae en actitudes paternalistas.
5. 4. Perseverar: Saber
resistir en los momentos
difíciles, sin abandonar la
lucha. Estar presentes
cuando nos necesitan.
Requerimos mucha paciencia
con nosotros mism@s para
comenzar de nuevo cada día
sin desanimarnos por
nuestras limitaciones y
fracasos.
6. 5. Esperar: Tiene conciencia de que lo
importante son los procesos y que estos
exigen perseverancia, caminar con nuestros
niñ@s y jóvenes al ritmo de su historia.
7. 6. Perdonar. Concientes de que sin perdón no
hay futuro, de que es el único camino para
enfrentarnos a la rabia, el rencor y el deseo de
venganza que genera la violencia y que nos
paralizan, nos roban la felicidad y nos convierten
en multiplicadores de violencia al interior de
nuestras instituciones educativas.
8. 7. Orar sin desanimarse: No solo hablar
con Dios y hablar de Dios sino ante todo dejar
que Dios nos hable por la escucha de su Palabra y
la lectura de los signos de los tiempos y esto
hacerlo en comunidad educativa.
9. 1. Formar Comunidad:
Como antídoto a los
sentimientos que corroen
la fraternidad – Filipenses
2, 1 – 4 - para ayudar a
construir un colegio más
fraternal, más solidario,
sin indiferencia dentro de
una iglesia misericordiosa
-Novo Millenio Ineunte No.
50 -.
10. 9. Articular ciencia, vida y evangelio.
Poner a dialogar las ciencias naturales, las
humanas y las sociales con el proyecto de vida
de nuestro Dios.
Hacer que la ciencia esté al servicio de la persona
humana, de una sociedad sin indiferencia.
11. 10.En Resumen: Nunca
perder de vista el Horizonte del
Reino: Pues como decía Paulo
VI “esto es lo absoluto, lo demás
es relativo”. Creer en Jesucristo y
comprometerse con su proyecto
de vida plena y abundante”: la
experiencia de la hermandad, de
perdón, de la misericordia – Mt
12, 48 – 50; Mt 23, 8 -, el
seguimiento de Jesús y de su
Proyecto de Vida para la
transformación de este mundo de
muerte en un mundo de VIDA
PLENA Y ABUNDANTE camino
del Reino definitivo.