Integracion proyecto de dios y ciencia modf. 280808
3. buen samaritano general
1.
2. LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO
Como propuesta pedagógica: Hacer funcionar el corazón. De la reacción
a la Compasión – Misericordia “Lo vio, se conmovió y actuó”.
Como Espiritualidad: La Misericordia entendida como hacerme prójimo,
como no pasar de largo por tener entrañas, corazón humano.
3. Jesús hizo una propuesta de verdadera Misericordia desde la ilegabilidad ya que
la legalidad estaba corrompida. Y la hizo desde quien no tenía ataduras legales. El
legalismo convertía en mentira toda propuesta que se hiciera desde la ley. Un
samaritano libre del legalismo era el mejor protagonista para demostrar que el amor
– solidaridad, era todo lo contrario de la moral oficial y que la compasión -
misericordia con el hermano necesitado seguía siendo el único medio para
demostrar el mandamiento del amor para con el Padre – Madre Dios.
4. LA PRÁCTICA DE JESÚS GENERADORA DE
VIDA PLENA Y ABUNDANTE
La Parábola del Buen Samaritano está
indisolublemente unida a la vida y a la
praxis de Jesús. Por eso es más que una
enseñanza. Lucas la presenta para
aprender a comprender el
compromiso de Jesús con el que sufre,
con el excluido, con el que queda
tirado al borde del camino.
La vida de Jesús fue una vida de servicio,
de entrega, un ser para los demás y
con los demás.
Su Espiritualidad fue la de las
entrañas de Misericordia: A pesar
del horror el único perdón posible es
perdonar lo imperdonable
5. Al comenzar esta reflexión confieso que al avanzar en la
meditación de la Parábola del Buen Samaritano, siento crecer la
inadecuación de mis palabras. Para comprender de verdad la
Buena Nueva de Jesús, se necesita penetrar en su
corazón, en su Proyecto de Vida Plena y Abundante.
Les pido que escuchen principalmente lo que
el Señor les sugiere, más allá de mi
explicación. Que estén atentos al Espíritu del
Señor que quiere comunicarse con cada uno
de ustedes.
El Evangelio no es solo verdad, sino que es, ante todo, BUENA
NOTICIA que produce vida pero vida alegre y en plenitud.
6. “Nuestra fe no es una teoría, una opinión sobre Dios y sobre el
mundo. Nuestra fe es el impacto del amor de Dios y de su Proyecto
de Vida en nuestro corazón, en nuestra existencia” Benedicto XVI.
7. Jesús era consciente de que cuando obraba comprometía a Dios
con lo que hacía. Su obrar no era nada inocente. Traía todo un
PROYECTO DE VIDA PLENA Y ABUNDANTE.
“Vayan y díganle a Juan lo que han visto y oído.
Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos quedan curados, los
sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y
a los pobres se les anuncia el mensaje de
salvación. ¡Y dichoso aquel que no pierda su
confianza en mi!” Lc. 7, 22-23
“El Espíritu del Señor está sobre mi, porque me ha consagrado para llevar la
Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los
presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos
a anunciar el año favorable del Señor” Lc. 4, 18-19
8. EL EXPERTO
“Se levantó un doctor de la ley y
dijo, para ponerle a prueba, para
tenderle una trampa.... Maestro
qué debo hacer para conseguir la
vida en plenitud” versículo 26
La pregunta del doctor de la ley Encierra una negativa a aceptar que la
forma como obra Jesús, acercándose a los que sufren, sea el camino
para alcanzar la vida en plenitud. Lo central es la ley como lo cree el
escriba o la misericordia como lo vive Jesús?
¿Qué es lo central en nuestros
colegios la ley, las normas o la
misericordia?
9. Jesús no puede soportar a un individuo como aquel, dispuesto a justificarse
más que a dejarse cuestionar e inicia todo un proceso maieutico:
pregunta por pregunta.
“¿Qué está escrito en la ley? Que
lees en ella? Contestó: “Amarás al
Señor tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma, con
toda tu fuerza, con todo tu ser y a
tu prójimo como a ti mismo”
Versículos 26 – 27.
Su respuesta es perfecta. Es la fórmula
de la oración cotidiana que todos saben de
memoria y que los judíos observantes tenían
que recitar dos veces al día, pero
incompleta y Jesús se lo hace notar al
decirle:
10. “Haz eso y vivirás”... versículo 28.
28 Está indicando Jesús que el saber
teológico no sirve de nada, si el amor al prójimo y a Dios no es lo que orienta la
vida. El escriba había venido a discutir, a disputar, a argumentar. Jesús
busca hacerle funcionar el corazón para que no se quede en la ley y
avance hasta la misericordia.
11. LA PREGUNTA ACERTADA?
El quiso justificar su pregunta y
preguntó a Jesús: “Y quién es
mi prójimo”... versículo 29
El doctor de la ley se pone en el centro y coloca a los demás a su
alrededor. También nosotros podemos colocarnos
en el centro, como autoridad, como poder,
con el reglamento y las normas en
las manos.
La motivación del escriba no es aprender, sino poner en jaque el proyecto, la
propuesta de Jesús. El sabe quién es el prójimo. También nosotros
sabemos quien es nuestro prójimo en nuestro trabajo.
12. Jesús después de narrar la parábola da un vuelco radical
a la pregunta: desplaza el centro de interés. Jesús le dice: “Piensa
a partir de aquel que sufre, colócate en su lugar, pregúntate “¿quién me
necesita?”
“Quién de estos tres te parece que se hizo prójimo del que cayó
en manos de los salteadores?”... versículo 36 Aquí está la clave de
lectura de la Parábola:
13. El problema fundamental del discípulo o la discípula de Cristo no es conocer
“quien es mi prójimo” sino “De quién me hago prójimo?”, desplazando el
centro de interés del yo a los otros. Se trata de hacerse próximo.
Existe el peligro de crear distancias
inmensas en nuestro trabajo : persona
antipáticas, fastidiosas, necias, inoportunas,
vulgares, exasperantes, personas que nos
critican con razón o sin ella y que no tragan
entero... Y pasamos de largo, nos
rozamos con ell@s, convencidos de que sus
problemas y sus angustias no tienen nada
que ver con nosotros.
Para esto debo acercarme, hacerme vecino, “próximo” a todos. Anular
distancias para poder escuchar sus gritos, sus clamores oír su angustia
silenciosa, descubrir o al menos intuir sus sufrimientos. Humanizar el
trabajo practicando la proximidad, la “projimidad”, la
samaritanidad.
14. “Bajaba un hombre... Bajaba la condición humana”
“Que quimera, es el hombre?
Que novedad, que monstruo, que caos, que sujeto de contradicción,
que prodigio!. Juez de todas las cosas, imbécil gusano de la tierra;
depositario de lo verdadero, cloaca de incertezas y de errores; gloria y
refugio del universo” Pascal
15. La Parábola habla de “un hombre o mujer” sin más detalles. Equivale a decir
cualquier persona en estado de necesidad, cualquier persona que sufre.
Nosotros los humanos somos criaturas defectuosas:
seres finitos que piensan en el infinito,
seres mortales dolorosamente tentados con la eternidad,
seres inacabados que soñamos con la plenitud,
seres inciertos hambrientos de certidumbre.
Somos desesperadamente insuficientes.
16. Es la condición humana, sabia y demente, dramática y trágica. Dramática, cuando
logramos mantener el difícil y siempre frágil equilibrio entre una cosa y la otra, entre lo
sim-bólico y lo dia-bólico que hay en nosotros, dando la hegemonía a lo primero.
Trágica, cuando permitimos que irrumpa la demencia y predomine lo dia-bólico.
¿Quién vence: el drama o la tragedia? Las dos opciones son posibles, y
ambas son profundamente humanas.
17. LA AMBIGÜEDAD Y LA AMBIVALENCIA CARACTERÍSTICAS DE LA
CONDICIÓN HUMANA:
Libertad del Miedo: Libertad de la Ley
Gal. 3, 24-25
Miq. 3,8 – Rom 8,15
Libertad del Poder
Mt 20,28
Libertad del Tiempo Mat.
Libertad de la Riqueza 6,34
Lc.12,16-19
18. “De Jerusalén a Jericó …” Versículo 30
Jerusalén: según los
judíos la ciudad de Dios, del
Templo.
La nueva Jericó: Ciudad
de las palmeras, construida
por Herodes, sale del centro
y se va hacia la periferia.
Camino peligroso,
inseguro.
El trayecto que va de Jerusalén a Jericó es el horizonte que simboliza todas
las situaciones que se dan en nuestro trabajo.
19. VEINTISIETE KILÓMETROS SON SUFICIENTES PARA
CONOCER LA CONDICION HUMANA
Veintisiete kilómetros vigilados por la mirada de Dios que bastan para
conocer la vulnerabilidad de la naturaleza humana, la ambigüedad de la condición
humana que está presente en nuestra ciudad, en nuestra diócesis.
Un mundo de Pecado y Y Un mundo de Gracia
Cuando pasamos de largo Cuando nos detenemos
Cuando nos interesa solo lo nuestro Cuando nos preocupamos por los de los demás
Cuando pensamos: “esto no es asunto mío” Cuando nos comprometemos con el sufrimiento,
con el dolor que hay en este mundo.
Cuando estamos ocupados en “asuntos Cuando nos preocupamos por la cotidianidad de
urgentes” la gente.
Cuando tenemos corazón de piedra. Cuando tenemos corazón de carne, entrañas de
misericordia, vientre materno.
20.
21. TRES CAMINOS EQUIVOCADOS:
“Y cayó en manos de unos bandidos que, después de
robarlo y golpearlo sin piedad, se marcharon
dejándolo medio muerto”... versículo 30.
“Dios vio que la maldad del
hombre en la tierra era
grande y que todos los
pensamientos que salían de
su corazón eran puro mal...
Por esto a causa de él, la
tierra se llenó de violencia,
de corrupción – Gén 6,5-6;
6,11-13 -.
22. De los bandidos solo sabemos
que son más de uno. Y dentro
de estos bandidos estamos
todos. La producción de tanto
dolor no solo es debido a la
maldad de unos pocos, sino que
entre todos hemos estructurado
un estilo de vida, de
relaciones y de convivencia, que
favorece la codicia, la ambición y
produce mucha miseria, mucho
sufrimiento.
23. La violencia hoy se hace más fuerte y presente como mediadora de
relaciones humanas y esto también sucede en el campo laboral: Violencia
física, violencia psicológica,.
24. No podemos olvidar que siempre la violencia genera más violencia. No podemos
caer en la trampa de expulsar la violencia con violencia.
En los despachos parroquiales producimos violencia?
25. En Colombia la violencia es el pan de cada día. Hace parte de nuestro diario
vivir, lo cual es no solo monstruoso, sino sacrificial. En educación tenemos que
tener claro que frente a ella lo fundamental es llegar a la raíz de lo que la
produce, lo cual significa ir a las estructuras mentales que inhiben la
conducta de la persona y la incentivan a despejar su deseo de violencia contra
otros.
26. “Casualmente bajaba por aquel
camino un Sacerdote: - El Señor
Obispo, el Párroco, una Religiosa …
• y al verlo, NO le funcionó el corazón,
siguió indiferente.
• se desvió NO fue capaz de ponerse
en la piel del estudiante emproblemado.
•Y pasó de largo”. Le ganó el corazón
de Piedra. Dejó las cosas como
estaban. Le dio miedo contaminarse.
Actitud de contemplación cómplice ante el sufrimiento
27. “De igual modo un Levita otro trabajador del templo, que pasaba por
aquel sitio, - un miembro del equipo de pastoral, una secretaria de
despacho-
• al verlo NO es capaz de reaccionar
• “Dio un rodeo” para cerciorarse de cerca.
• Y pasó de largo” Ignoró el dolor del otro, para el lo importante es la ley
no la vida, no contaminarse.
Actitud de contemplación cómplice ante el sufrimiento
28. El Sacerdote y el Levita “son ministros de la letra que mata no del
Espíritu que da vida” 2 Cor 3,6. “no escucharon ni prestaron oído, seguían sus
planes, la maldad de su corazón obstinado, dandome la espalda y no la cara”
Jer. 7,24
Cumplen todo menos “la única cosa necesaria” No se conmueven delante
necesaria
de la miseria, del dolor, del sufrimiento humano.
29. Su forma de entender a Dios no les permite sentir que El los
interpela desde el sufrimiento y el dolor del herido. El estricto
cumplimiento de unas reglas, no facilita que aflore la
misericordia. Los hace sordos a los clamores y al sufrimiento del
herido.
30. Lo que hace terrible el camino
no es solo los salteadores
sino la indiferencia que
puede llegar a ser homicida:
preocupaciones de tipo
ritual: un horario que
respetar, un reglamento que
cumplir... tienen prisa no
pueden perder tiempo. El
corazón se nos vuelve de
piedra.
31. EL CAMINO ACERTADO: UN SAMARITANO
El mundo de las víctimas clama por una presencia
misericordiosa
La conmoción de un forastero, de
un extraño por un hombre
malherido que encuentra en su
camino le sirve a Jesús para
ampliar de manera radical el
limitado concepto de
prójimo.
La aparición de este personaje en
lugar de distorsionar el ambiente
agrega aún más dramatismo y
complica el desarrollo de la
narración: ¿Qué se puede
esperar de un Samaritano?
32. El Samaritano es un extranjero, un hereje no un hombre religioso.
La sensibilidad del “malo” contrasta
con la insensibilidad de “los buenos”.
Y el hereje fue el único que se
mostró compasivo como lo ratifica
el doctor de la ley. Jesús está
introduciendo un nuevo concepto
de prójimo como lo veremos a
continuación: Para el seguidor@ de
Jesús no pueden existir seres
distantes. Cualquier indigente es mi
prójimo.
33.
34. “En
cambio un SAMARITANO que iba de viaje, al
llegar a donde estaba el hombre mal herido y al
VERLO:” deja que el dolor del otro entre a través de sus ojos. Pasa a ver el
mundo a partir del sufrimiento del otro. Y se estremece al ver al otro sufriendo,
no huye, no levanta teorías que justifican la exclusión y alivian la conciencia.
Interrumpe sus planes y se deja guiar por lo que sucede a su alrededor, atiende la
voz de su conciencia. Esta mirada no produce curiosidad, genera
disponibilidad. Es una manera distinta de mirar la alteridad. El acto
previo a conmoverse es VER. Se trata de “un corazón que ve donde falta
amor”.
35. El remedio para nuestra locura
sólo puede ofrecérnoslo en una
nueva manera de mirar al otro.
Ese otro tiene una existencia propia y
merece ser mirado con absoluto respeto y
veneración. En vez de dominarlo,
subordinarlo o apropiárnoslo, podemos
establecer con él una verdadera comunión
fraterna.
36. “SE LE CONMOVIERON LAS ENTRAÑAS”: Se puso en la piel del otro,
comprendió su necesidad. Se le conmovió el corazón. Se enternece y estremece hasta lo
más profundo de su ser. El dolor entró por los ojos e invadió todo su cuerpo, todo su ser.
El verlo “splagnizomai” describe un cariño tierno y profundo que brota de las propias
entrañas que “se revuelven” o se estremecen ante el sufrimiento ajeno.
En griego SPLAGNIZOMAI es enternecerse, vibrar de cariño hasta lo más íntimo del ser,
com-padecerse hasta las entrañas por el sufrimiento ajeno, dolerse por lo que
le pasa al próximo. Supone una fuerte conmoción afectiva, algo así como
“e s t r e c h a r s e e l c o r a z ó n ” y dennota una íntima participación en el
acontecimiento, un com-padecer que no se limita a una conmiseración, sino que se hace
solidaridad concreta, una atención personal. No palabras bonitas, ni sentimientos
efímeros, algo interior que nos cambia totalmente.
La Misericordia, la compasión desató un dinamismo de
solidaridad, de cercanía, de hermandad gratuita.
Compasivo como Dios es aquel que se aproxima para
ofrecer consuelo y cuidar al desvalido hasta que su dignidad y
su vida queden restauradas.
37. “SE ACERCÓ”: El corazón le puso a funcionar el sentido común para
dar los pasos acertados, para priorizar en su vida lo que hay que hacer.
Se bajó del caballo: Se puso en plano de igualdad con el herido, rompió esquemas.
Se acercó a el: El amor eficaz del
samaritano es acercamiento,
descubrimiento, eficacia.
Se trata de un colocarse en su lugar,
un hacerse vida concreta.
El fundamental movimiento de
liberación en el samaritano es el salir
de si, el “dar la vida” como dice
Jesús.
38. “LO CURÓ, LE LAVÓ sus heridas con aceite y vino y se las
vendó”; se hizo prójimo del herido.
Esta mezcla era conocida por su valor
terapéutico para suavizar el dolor.
EL SER HUMANO UN SER QUE
REQUIERE SER CUIDADO
Cuidar es preservar la identidad del otro
Cuidar es velar por la autonomía del otro, de sus decisiones libres y
responsables
Cuidar es preocuparse y ocuparse del otro a causa de su vulnerabilidad
Cuidar es velar por las circunstancias del otro
Cuidar es darle herramientas al otro para resolver sus problemas por sí mismo
39. “Luego LO MONTÓ sobre su propia cabalgadura”... Se hizo cargo
de su sufrimiento.
“Según el modelo expuesto en la Parábola del
Buen Samaritano, la caridad cristiana
es ante todo y simplemente la respuesta a
una necesidad inmediata en una determinada
situación: los hambrientos han de ser
saciados, los desnudos vestidos, los enfermos
atendidos, los prisioneros visitados…
En efecto se trata de seres que sufren, de seres
humanos… que necesitan humanidad…
para esto se necesita sobre todo una
“formación del corazón” Benedicto
XVI – Carta Dios es Amor – No. 31.
40. “LO LLEVÓ a una posada donde acabó de CUIDARLO”.
Es el viaje hacia la vida, pues de
permanecer allí, la víctima del
asalto seguramente habría muerto.
Este viaje de la muerte a la vida es
el resumen de la existencia
cristiana.– Rom 7, 20-24.
“Y cuidó de él” Sintetiza la obra
de Cristo. Su práctica debe
constituir el tipo de acción del
Cristiano en el mundo.
No se trata de conducir al hombre al culto, cuanto de revelarle la dimensión
de su profundidad para sanarlo de su egoísmo, sus miedos, su orgullo, su
pereza y su avaricia, su ambición...
41. Al día siguiente SACÓ DINERO y se lo dio al posadero diciendo:
“cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a mi vuelta...”
42. El contraste, la actitud radicalmente
opuesta, entre la conducta del personal del
templo – dar un rodeo y seguir de largo –
y la del samaritano - enemigo preocuparse
del herido – salta a la vista.
Pero el contraste de conductas no es
más que el contraste de motivaciones:
Sacerdote y Levita aman intensamente la
Ley de Dios; Jesús en cambio ama
intensamente al Dios de la Ley paciente y
bondadoso, rico en misericordia.
Los dos primeros se preguntan “si me detengo a ayudar a ese hombre, qué podrá
pasarme a mi”. El Samaritano le da la vuelta a la pregunta “si no me detengo
qué podrá ocurrirle a él”. Dos maneras de ver la vida diametralmente opuestas.
La primera centrada en la preocupación de uno mismo; la segunda orientada
al otro.
43. La trascendencia humanizadora, o salida de nosotros mismos para
llegar a ser más de lo que somos, solo se logra en el amor gratuito y
solidario que piensa no tanto en qué será de mi, sino “qué será del
otro”.
El único camino es percibir al hermano y socorrerlo: el modelo es el
samaritano.
44. Los pasos egoístas alejaron al sacerdote y al
levita del hombre asaltado, pero los pasos
misericordiosos acercaron al samaritano
a socorrer al necesitado.
El samaritano un cismático, un excomulgado dejó que el corazón hablara y esto le
sugirió el comportamiento acertado. Un desconocido? Pero a el no le
interesaba averiguar su identidad, le bastaba saber que se trataba de un hombre
en necesidad. Ese es su único título. Motivo más que suficiente para detenerse,
acercarse, perder tiempo, renunciar a sus programas de viaje y sacar plata de su
billetera.
El samaritano, ignorante y despreciado, contrario al sacerdote y al levita
encontró a Dios en una curva del camino. No faltó a la cita decisiva. Supo ponerse
en la piel del otro y se dejó interpelar por El, aceptó el contratiempo, la variación.
El amor no abandona nunca al hombre a si mismo. La caridad exige continuidad,
fidelidad. Nada de entusiasmos epidérmicos. La acción del samaritano es, antes
que un acto humanitario, un acto de trasgresión de un modelo cultural. El amor de
esta samaritano es realmente subversivo.
45. MODELOS DE SER Y DE VIVIR
En la parábola están representados tres modos de ser y de vivir: el del ladrón, el del
sacerdote y el levita y el del samaritano.
El ladrón piensa: lo tuyo es mío y vive a la
espera continua del robo.
El sacerdote y el levita piensan: lo mío es mío,
se encierran en lo que poseen y dejan que los demás se las
arreglen como puedan.
El Samaritano piensa: lo que es mío es también
tuyo y reparte y comparte no sólo el corázón, sino también su
tiempo y todo lo que posee.
Para ser prójimo es preciso vivir la espiritualidad de la Compasión – Misericordia. No se
trata de dar alguna cosa, sino de darse por entero. Es vivir a partir del otro, ser un
maestro para los demás.
46. LA PREGUNTA CORRECTA:
La pregunta final de Jesús al escriba es la clave de
lectura de toda la parábola. La pregunta que dio origen
a la parábola fue “quién es mi prójimo”. Quién tiene
derecho a mi amor? Al final Jesús retoma la pregunta,
pero se la cambia: “Quién de los tres... Se hizo
prójimo del que cayó en manos de los salteadores”. A
quién tengo que amar, qué tengo que hacer?
Jesús lleva al escriba a reconocer que “prójimo” no es
aquel que es cercano a uno, sino aquel a quien yo me
aproximo.
Considero como mi prójimo a aquel en cuyo camino yo
me pongo, a quien salgo a buscar. Así mi mundo cambia
y mi vida se complica. No se trata de saber quién es mi
prójimo, se trata de actuar, dejarnos de tonterías e ir a la
práctica – Mt 7,21,24-.
47. El escriba acepta en parte la enseñanza de Jesús y a la pregunta: “Quién de los
se hízo prójimo del que cayó en manos de los asaltantes”
tres te parece que
responde “El que tuvo compasión de el”. “El que se hizo
misericordia”, no el que hizo obras de misericordia. Responde bien,
pero se ajusta nuevamente a la ley. Si los personajes de la parábola están bien
identificados , no era más fácil responder “el Samaritano”? Pero esta palabra
representaba una realidad impura y maldita por lo que los labios del judío piadoso
no la podían pronunciar. Una vez más el escriba cumple la ley, pero olvida el
perdón y la misericordia.
Al final Jesús no le pregunta “Has entendido bien”? ni
tampoco le recomienda “preocúpate de no olvidar esta
lección” Le impone un camino “VETE” y un estilo de
vida “Y HAZ TU LO MISMO”. Ten un corazón
MISERICORDIOSO, HUMANO, SOLIDARIO.
En la Parábola del Samaritano la búsqueda y denuncia
de los culpables está totalmente ausente. La atención
se centra en “Haz tu lo mismo”.
48. “VETE Y HAZ TU LO MISMO”
La actitud compasiva solo puede brotar de un hombre
consciente de sus limitaciones, de su fragilidad, de su
vulnerabilidad. La aceptación de nuestra existencia
contradictoria, enigmática, impredecible.
Cambia tu conciencia, tu manera de conocer y tratar la
realidad. Descubre tu propia indigencia.
Toma el camino de la misericordia no el de la perfección. El
perfeccionista es un ser anestesiado, severo consigo
mismo, exigente y riguroso con los otros. Sus esquemas
mentales le impiden cambiar la ley por la compasión.
Busca un esquema alternativo, arriésgate, bájate del
caballo. Aprende otra manera de ver, conocer y tratar la
realidad. Experimenta el sufrimiento del otro y verás
la vida de modo diferente.
No te quedes en la teoría, en las buenas intenciones pasa a
la práctica deja la compasión pasa a la Misericordia.
Haz lo mismo que hizo el samaritano frente a la indigencia del prójimo
49. “Una persona cayó en un foso y no podía salir”
Es la premisa de este dilema en particular.
Y comienzan a desfilar los personajes
que podrían solucionar el problema del caído:
Un curioso se asomó al borde,
miró hacia abajo y le dijo a la víctima:
“Siento mucha simpatía por tu condición”.
Un filósofo que pasó por allí dijo:
“Era lógico que cayera en este agujero”.
Un moralista declaró: “Únicamente la gente mala se cae en fosos”
Pasó un matemático, y calculó la velocidad de la caída de aquel hombre.
Un periodista quería el derecho exclusivo de esta noticia.
Un agente de impuestos quiso saber si había pagado impuesto antes de caer al foso.
Una persona muy religiosa dijo: “!Ofreceremos el rosario por ti para que Dios te ayude!”.
Un psicólogo aseveró: “Esta caída es el resultado de tu falta de autoestima”.
Una mamá asustadísima: “Yo se lo había dicho”
Un terapeuta de superación personal proclamó: “Cree en ti mismo, y podrás salir de ese foso”.
Un optimista dijo: “Podría haberle pasado algo peor”.
Un pesimista sentenció: “Algo peor te va a pasar” .
PERO, JESÚS AL VERLO, SE ACERCO, SE CONMOVIÓ Y LO SACÓ DE ALLÍ.
50. Dos Preguntas Decisivas a partir de la Parábola
“El amor de Dios por nosotros es una cuestión fundamental para la vida y
plantea preguntas decisivas sobre ¿quién es Nuestro Dios y
quiénes somos nosotros?” Benedicto XVI.
Resulta imposible la aproximación a la problemática sobre el misterio de
Dios si previamente, de manera explícita o implícita, no se ha considerado la
problemática inherente a la condición humana. Es incontestable que
cuando decimos algo sobre Dios, estamos afirmando algo sobre nosotros
mismos.
51. “La prioridad que está por encima de todas es
hacer presente a Dios en este mudo y abrir a
los hombres el acceso a la experiencia de
Dios No a un Dios cualquiera; al Dios cuyo
rostro reconocemos en el amor llevado hasta
el extremo, en Jesucristo vivo, muerto y
resucitado.
El auténtico problema en este momento
actual de la historia es que Dios desaparece
del horizonte de los hombres y con el
apagarse de la luz que proviene de Dios, la
humanidad se ve afectada por la falta de
orientación, cuyos efectos destructivos se
ponen cada vez más de manifiesto.
Conducir a los hombres hacia la experiencia
de Dios, hacia el Dios que habla en la Biblia:
esta es la prioridad suprema y fundamental en
la Iglesia”.
Benedicto XVI 12-03-2009
52. Dios se sitúa más bien en el nivel
de los interrogantes y no de las
certezas. El deseo y la búsqueda de
Dios son ya de alguna manera tal vez
la única respuesta posible en clave
provisional y transitoria a ese
Dios que es siempre, lo sepan o no
nuestro contemporáneo.
El conflicto de las imágenes
de Dios, no es sino otra manera de
expresar el conflicto de
interpretaciones con el que el ser
humano ha de enfrentarse siempre,
sin poder alcanzar nunca.
“Una solución definitiva”
53. El problema de fondo está en que no nos cabe en la cabeza que a partir de la
encarnación de Dios, el cristianismo modificó radicalmente nuestra
manera de entender la trascendencia de Dios.
Resulta comprensible que a las
instituciones religiosas les viene
mejor el Omnipotente de la
Filosofía que el Misericordioso del
Evangelio.
El Omnipotente diviniza el poder y
nos empuja a desear ser poderosos,
para ser imagen suya. Es el Dios que
cuadra divinamente y paradójicamente
con la tentación satánica: “seréis como
dioses” – Gen 3,5 -.
El Misericordioso no empuja a nadie
a desear poderes, por muy divinos que
sean. Porque es el Dios que no
“legitima” nada más que la identificación
y hasta la fusión con el destino de todos
los que se ven machacados por el dolor
y la injusticia del “orden” presente.
54. LA PARÁBOLA NOS ACERCA A UNA IMAGEN
MAS CREIBLE DE NUESTRO DIOS
Tito 3,4
Con la llegada de Jesús, la relación de la persona humana con Dios sufre un
cambio radical: El Dios de Jesús rescata la profunda imperfección del
hombre e intensifica su relación con ella.
El Dios de Jesús es definido a
partir de su sensibilidad por todo
cuanto el ser humano tiene de frágil,
finito, limitado, humano. Pensar algo
respecto de Dios significa pensar en
su Misericordia.
55. Hacer lo mismo que hizo el samaritano, implicaba corregir totalmente una
concepción de Nuestro Dios centrada en el culto, en el olvido de la persona
humana, de la subordinación a la ley. Para Jesús es claro que hay que dejar a un
lado las reglas y ayudar al que sufre. En la parábola Jesús revela el “genuino
rostro de Nuestro Dios” – Padre – Madre “Clemente y misericordioso,
lento a la ira y rico en amor y lealtad, que conserva su fidelidad y perdona la
iniquidad, la infidelidad y el pecado” Éxodo 34, 6-7
56. La parábola del Buen Samaritano, leída en el contexto de la crítica al
compromiso de Jesús con los cobradores de impuestos y los pecadores, es la
revelación de una imagen de Dios que invita a la persona creyente a una
entrega incondicional a favor del que sufre. Refleja las tensiones que
rodean el Misterio de Jesús y cómo los fariseos entienden muy bien que Jesús
rechaza la caricatura que encierra a Dios en el marco de unos preceptos
vacíos del amor y de la Misericordia de Dios.
La conducta del Buen Samaritano es
el mejor retrato de Jesús: EL
SAMARITANO es el único que
encuentra a Dios en el dolor del
herido, el único que se
compromete con él y hace verdad la
unidad del amor a Dios y el prójimo
como a uno mismo. Es el camino a
transitar para conseguir la plenitud
de la vida.
57. El Dios que revela Jesús es un Dios diferente. No es un Dios de
sacrificio sino de Misericordia. En el testimonio recogido tanto en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento encontramos una constante: a
Dios no le agradan los sacrificios. Se ve ante Dios en un continuo
movimiento a Misericordia a favor de las víctimas y de los que sufren.
58. El Dios que se revela en Jesús no es
un monstruo que se complace en
buscar una víctima.
La lógica de Jesús no va desde la
expiación sino desde la víctima, no
desde el sacrificio sino desde la
Compasión – Misericordia.
Jesús entiende las relaciones ya no
desde la rivalidad, la fuerza, el poderío y la
violencia sino desde la sencillez, la
cercanía, el respeto, la entrega, la
donación.
59. El moverse a Misericordia es una
característica esencial del Dios
de la Biblia que ha sido recogida en los
relatos en los cuales Dios reacciona para
crear, para salvar, para acompañar, para
sanar, para liberar a los seres humanos.
60. Jesús revela unas
relaciones diferentes y un
Dios diferente.
Un Dios que rechaza el poderío
y la violencia.
Un Dios que es capaz de
moverse a Misericordia; que
reacciona a favor de las víctimas.
Un Dios cercano, dedicado y
liberador.
Un Dios de Misericordia no de
sacrificios.
61. Jesús revela un Dios
especialmente cercano a la
persona humana y
especialmente a la persona que
sufre, que siente compasión
con el que suplica, que le
tiemblan las entrañas ante el
dolor del perjudicado a manos
de otros, un Dios incapaz de
pasar de largo frente al
sufrimiento humano.
62. Jesús revela un Dios que nos tiene en cuenta, que se inclina hacia
nosotros, que nos muestra benevolencia, ternura, que nos perdona,
nos indulta, nos otorga su gracia, nos levanta en una palabra que
manifiesta por nosotros compasión – misericordia que se fija en nosotros,
que nos tiene en cuenta
63. Jesús contempla el sufrimiento humano y es ante él que va a
reaccionar sin límites. Se va a dedicar a los que sufren el desprecio y la
exclusión pública. Solo en la entrega, en el salir de sí es como Jesús adquiere
su poder.
64. En la parábola del Buen Samaritano se nos
muestra que no es Dios el llamado a evitar el
sufrimiento del hombre, sin que el hombre es el
llamado a evitar el dolor de Dios frente al
sufrimiento de la persona humana. Si el no socorre
al herido, Dios “no puede” hacer nada.
65. En la parábola del Buen Samaritano se revela la
calidad humana de Jesús y la grandeza del Dios
que era. En Jesús Dios se revela como aquel
que está a merced del hombre en la
historia supuesto que ni siquiera “intervino” en la
muerte de su Hijo
66. De Jesús impactaba la Misericordia y la gran importancia que le
otorgaba: nada hay más acá ni más allá de ella, y desde ella defina la
verdad de Dios y del Ser Humano.
67. La Misericordia constituye la respuesta a la indigencia humana no el juicio
y la condenación. La Misericordia es la respuesta de Dios al delirio de
la persona humana de querer ser perfecta. Jesús da a entender que el
elemento central de su proyecto no es la contabilidad sino la
COMPASÍÓN – MISERICORDIA
68. Esta parábola nos hace presente el fascinante
misterio de Nuestro Dios. Un Dios “semper
maior et semper novus”. Nos ayuda a comenzar
a experimentar la innegable incomprensibilidad
de Dios la sorprendente libertad que le
caracteriza de un modo cada vez más intenso y
más puro.
Nos comunica algo acerca de Nuestro Dios y de
su gracia, de Jesucristo crucificado y resucitado.
NOS LLEVA A EXPERIMENTAR A NUESTRO
DIOS: COMPASIVO Y MISERICORDIOSO,
SILENCIOSO Y CERCANISIMO,
INEFABLE Y SORPRENDENTE.
Nos conduce a encontrar realmente a Nuestro
Dios, al Dios Vivo y Verdadero, al Dios que
merece ese nombre superior a cualquier nombre.
En el Samaritano está Nuestro Dios a
quien tenemos que “contemplar” y
“practicar” en nosotros, en nuestros colegios.
69. Jesús comprende que Dios es su Padre y
que está cansado de tantos sacrificios y ávido
de misericordia.
Asume las consecuencias de presentar un
Dios diferente, que es cercano y liberador,
que es misericordia.
A través de Jesús, Dios muestra su rostro
ocultado por el templo, la ley, el clero
sacerdotal, los innumerables ritos de
purificación y se hace presente en el
sufrimiento de los niños, de las viudas, de los
leprosos, de las prostitutas, de las víctimas.
Dios es Misericordia no sacrificio.
70. Jesús viene a decir y hacer posible que creamos que Dios es totalmente
diferente a como lo imaginamos
Es el Dios de la Misericordia, el “Dios de la brisa suave”, el Dios diferente
por ser amigo de la debilidad humana, de la sencillez, la cercanía, la
fraternidad, la comida compartida con aquellos que se sienten y son señalados
frágiles, con quienes no hace otra cosa que establecer una relación de amistad y
de ayuda mútua.
71.
72. El cristianismo muy pronto tuvo serias dificultades con esta sensibilidad
fundamental hacia el sufrimiento del otro, que es inherente a su
mensaje. La inquietante pregunta por la justicia para con el inocente que
sufre, que está en la entraña de las tradiciones bíblicas, se transformó con
demasiada rápidez en la pregunta por la salvación de los pecadores.
El cristianismo pasó de ser una religión sensible ante todo al sufrimiento, a ser
una religión sensible ante todo al pecado. La mirada primordial dejó de
fijarse en el dolor de la criatura, y se fijó en su pecado. Esto paralizó la
sensibilidad fundamental hacia el sufrimiento del otro y eclipsó la visión
bíblica de la justicia, de la que, según Jesús, hay que tener hambre y sed.
73. Olvidó que para Jesús el pecado era la negativa a participar en el dolor
de los otros, era lo que Agustín después llamó “el auto-
atrofamiento del corazón”
74. Lucas hace coincidir al Dios de Jesús con el Misericordioso
Dios del Éxodo 3,7-10
He visto la humillación de mi pueblo en Egipto Dios ve nuestro sufrimiento, lo experimenta
He escuchado sus gritos cuando los
Dios escucha nuestros clamores, los siente.
maltrataban sus mayordomos
Yo conozco sus sufrimientos Dios comparte lo que nos pasa.
Estoy bajando para liberarlo y llevarlo a Dios desciende, se aproxima para erradicar
una tierra que produce leche y miel el sufrimiento.
El clamor de los Hijos de Israel ha llegado hasta
Dios se estremece ante lo que nos pasa.
mi.
Dios se indigna con lo que nos hacen y
He visto como los egipcios los oprimen re-acciona ante lo que nos sucede
75. La misericordia es el rostro de Dios. Es una bondad que nace de las
entrañas. Indica esa abundancia del acontecer de Dios en gracia y
salvación. Es generosidad, bondad inesperada y arrolladora, amor de
entrañas visceral y por consiguiente compasión frente a los que sufren.
76. La Biblia está marcada por la predilección de Dios por los débiles, los
maltratados de la historia. Ellos no los son por su condición natural, sino que son
victimizados por la acción sacrificial de otros.
77. JESÚS ES EL ROSTRO HUMANO DE DIOS QUE NOS REVELA
Que Dios es absoluta Gratuidad
Que Dios es Comunidad
Que Dios rompe con el sufrimiento
Que Dios no quiere el sacrificio
Que Dios es compasión-misericordia
Que Dios no tiene tratos con la violencia
Que Dios es un Dios de vivos no de muertos
Que Dios está desprovisto de control y poder
Que Dios no comulga con los dogmatismos
Que Dios es un misterio insondable
UN DIOS DE VIDA PLENA Y ABUNDANTE
78. Cuando Jesús veía a alguien
sufriendo sus entrañas le
temblaban; se conmovía, se
enternecía, lo que hacía que
fuera incapaz de pasar de largo
frente al sufrimiento humano.
Jesús ve en el mundo el
sufrimiento de los que están
solos, explotados, excluidos,
insignificantes, los nadies. El
principio misericordia revela el
entrañamiento que actúa en Dios y
del cual Jesús se apropia para poder
desarrollar su proyecto de bajar de la
cruz a los crucificados.
79. Para Jesús por encima de la ley
está el principio misericordia. Dios
se ha revelado más allá de la
ley y de la violencia que esta
genera. Jesús sabía dos caminos y
es allí donde hace visible el
Reino al moverse a misericordia
para curar nuestras heridas y
recuperar la dignidad humana como
nos los muestra la parábola del buen
samaritano
80. Para ser discípul@ de Jesús es necesario
tener el coraje de mirar cara a cara
al que sufre. El que desvía la mirada
del otro que está sufriendo no se
conmueve. Quien racionaliza no se
conmueve simplemente busca
justificaciones teóricas. Todo
misericordioso es compasivo pero no
todo compasivo es misericordioso. Hay
personas que se conmueven al ver sufrir
al otro pero no se hacen solidarios con su
dolor.
“La misericordia es una acción, mas exactamente una re-acción frente al
sufrimiento ajeno interiorizado que llegó hasta las propias entrañas, el propio
corazón. Esta re- acción es motivada exclusivamente por este
sufrimiento.
81. No se trata solo de obras de misericordia de actos y acciones de solidaridad, o
asistencialismo sino de un dinamismo, de un principio que mueca al ser humano
desde su interioridad hacia aquel que encontramos sufriendo en el camino de la
vida. Es el primado del que sufre. Ahí está lo central del principio
misericordia – compasión – entrañamiento.
82. PRINCIPIO COMPASIÓN-MISERICORDIA: EL PRIMADO DEL QUE SUFRE
Es un proceso que comprende:
• Hacernos conscientes del acontecer de
Dios que nos impulsa a salir de nosotros
mismos en favor del que sufre
• Interiorizar el sufrimiento de los demás hasta
llevarlo a las entrañas. No contemplarlo
simplemente.
• Re-accionar: Buscando las causas del
sufrimiento, enfrentándolas incondicionalmente para
generar Vida Plena y abundante.
• Cargar con el sufrimiento del otro:
responsabilizándonos de un acompañamiento
permanente.
Se trata por tanto de un modo de actuar que da un
estilo a todo nuestro hacer, a todo nuestro ser ante
el sufrimiento ajeno.
83. Sin el principio – misericordia no se puede entender la expresión ser humano.
La Misericordia es el dinamismo que humaniza a la persona. La experiencia
del samaritano revela lo que significa ser humano.
84. Este principio misericordia es
la clave fundamental de
la actuación de Dios. Es el
Dios que ve el sufrimiento de
su pueblo, se conmueve y
reacciona actuando. Por
eso este principio
misericordia aparece como el
elemento más
estructurante en la vida de
Jesús. Para Jesús un ser
humano es alguien que
reacciona con misericordia.
85. Si el principio misericordia estructura los elementos
centrales de la propuesta de Jesús esta debe estructurar todas
las acciones de sus seguidores que le deben aportar a la
historización de la misericordia para producir justicia y
liberación.
86. Elevar a principio la
misericordia es afirmar que
sin ella no hay humanidad, ni
diversidad, ni comunidad. La
conmoción de las
entrañas es lo que va a
configurar el saber, el esperar,
el creer, el actuar y el celebrar
de la humanidad.
87. El verdadero principio
misericordia es el que
convierte la caridad en
caridad política porque no
se reduce a “obras de
misericordia” o a “obras de
caridad”. Lo decía Pío XI la
verdadera política es la mejor
forma de caridad sencillamente
porque se la juega por la
comunidad toda, no por un
grupo.
88. La misericordia en la Biblia nos coloca frente al primado del que
sufre. La realidad del sufrimiento es lo que conmueve a Dios. La
misericordia es lo específico del amor de Dios y del amar a Dios pues
es la propuesta del amor al otro.
89. La misericordia, la
compasión, el
entrañamiento hacen que
Jesús rompa :
Con las observancias de los
preceptos de su religión, el caso
del sábado;
con los tabúes culturales de su
tiempo, los enfermos como portadores
de impureza y de pecado;
con las normas de purificación,
la sangre contamina y hace impuros a
los hombres – Mc 3,16- -.
La ley no pudo ahogar su compasión-
misericordia.
90. CONVERSIONES QUE PROVOCA LA COMPASIÓN-MISERICORDIA
El principio misericordia exige una CONVERSIÓN EPISTEMOLÓGICA que
implica el desaprender, des-conceptualizar pero de igual forma re-aprender y el
re-conceptualizar. Nadie posee el conocimiento humano completo, la verdad. Es
necesaria la complementariedad. Lo dijo admirablemente Aristóteles “Nunca se
alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella”.
“No se conoce a Dios si no se conoce al hermano. Ni a Dios sin el prójimo, ni al
prójimo sin Dios.”
91. Una conversión moral que
exige reconocer que EL VALOR Y
EL HORIZONTE FUNDAMENTAL
DE NUESTRO ACTUAR, de
nuestro “ETHOS”, es la PERSONA
HUMANA QUE SUFRE.
Una conversión afectiva
como dinamismo que nos empuja a
entender las relaciones en clave de
gracia, don, gratuidad y
generosidad. Es un descubrir en la
misericordia el gran principio
relacional de los seres humanos.
92. Estas conversiones generan las condiciones en las que se
desarrolla una auténtica espiritualidad cristiana: “Les daré
un corazón nuevo, infundiré en ustedes un Espíritu Nuevo, quitaré de
entre ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne”.
Ez 36,26 -27.
Desde la esperanza o praxis de los pies en marcha.
Desde la fe o praxis de los ojos abiertos y oídos atentos.
desde la misericordia o la praxis de manos abiertas.
93. Psicológicamente compasión es atender al otro,
comprometerse con el que sufre, asumir con el su dolor.
Es dirigir mi atención a la persona que clama, que grita.
Hacer de esa persona, en ese momento, el absoluto
de la vida de modo que se sienta acogida, valorizada,
comprendida y cobijada.
La sede de la compasión para la madre está en el seno materno, en sus entrañas, para
un padre en el corazón.
La puerta de entrada de la compasión en nuestro cuerpo está en la visión o en
la audición haciendo estremecer todo nuestro cuerpo , sentir escalofrío, agitarse.
El corazón sufre, lo ojos lloran, la cabeza se indigna, las entrañas se conmueven, todo el
cuerpo se estremece y de ahí brota la fuente para tener un corazón de carne.
La compasión es como un volcán que nos va
sacudiendo por dentro hasta irrumpir en las manos y los
pies como invitación para acciones solidarias. La
estructura de la compasión consiste en que el
sufrimiento ajeno se interioriza en la persona al ser
descubierto; este sentimiento interiorizado
genera una re-acción, una acción.
94. LA MISERICORDIA ES UN PROCESO DE CONVERSIÓN QUE EXIGE:
“Disponer de Ojos abiertos y oídos atentos”
Indignación
“Poner nuestros pies en marcha”
“Gratuidad,
que es esencia de Re-acción Con - pasión
Dios”
“Tener Manos abiertas”
Solidaridad Ternura
Acompañamiento permanente
PARA HUMANIZAR LA REALIDAD HISTORIZANDO LA JUSTICIA
95. “La Misericordia no es lo único que ejercita
Jesús, pero si es lo que está en su origen y lo
que configura toda su vida, su misión y su
destino.
Esas entrañas conmovidas son las que
configuran todo lo que Él es: Su saber, su
esperar, su actuar y su celebrar.”
Jon Sobrino.
96. Elevar a principio esta
misericordia en nuestros
trabajos puede parecer un
mínimo; pero, según Jesús
sin ella no hay humanidad, ni
divinidad, no hay justicia.
97. LA PARÁBOLA NOS MUESTRA UNA IMAGEN
AUTÉNTICA DE LA PERSONA HUMANA
En la Parábola Jesús descubre al hombre concreto por
excelencia: el que al VER un Herido en el camino, le funciona el
corazón, se le mueven las entrañas, atiende y cura sus heridas y
lo acompaña hasta la sanación total. No se trata de “obras de
misericordia” sino de la estructura fundamental que nos hace
humanos: re-accionar ante las víctimas de este mundo.
98. Cuando Jesús quiere enseñarnos la verdad
del ser humano, narra la Parábola del Buen
Samaritano.
El ser humano cabal es aquel que vio a un
herido en el camino, re-accionó y le
ayudó todo lo que pudo.Movido a
Misericordia.
El ser humano cabal es el que interioriza en sus entrañas el sufrimiento
injustamente infligido, lo hace a parte de si y lo convierte en principio interno y
ultimo de su actuación. Pues la misericordia como re-acción se
convierte en su acción fundamental.
El Evangelio de Lucas nos muestra que Jesús encantó al Pueblo – 4,14 – 15,
23.27; 5,15; 6,17-19 – por ser compasivo y misericordioso.
99. LO CENTRAL DEL PROYECTO DE NUESTRO DIOS
“No endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano”.
Tener corazón es lo que define la humanidad. La falta
de corazón nos deshumaniza, nos endurece. Nuestro
Dios no comparte este punto de vista “Bien vista tengo
la aflicción de mi pueblo he visto la opresión con que
los egipcios los oprimen, y he escuchado su clamor... Ya
conozco sus sufrimientos. He bajado para liberarle... El
clamor de los Israelitas ha llegado hasta mi”. Ex 3, 7 –9.
“Yo los oiré porque soy compasivo” Ex 22, 20-26.
“Todo lo contrario que le sucede al Faraón cuyo
corazón “se endureció”. Ex. 7,13.22;8,15
“Nuestro Dios no nos trata según nuestros pecados, ni
nos da lo que merecemos por nuestras culpas” Salmo
103,10
100. Jeremías pone en boca de Nuestro Dios las siguientes Palabras conmovedoras que lo
muestran como es: Movido por Misericordia: “Mis entrañas, mis entrañas! Me
duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí…” Jeremías 4,19. “No es
Efraím para mí un hijo predilecto, o un niño mimado, para que después de cada amenaza deba
siempre pensar en él, y por él se conmuevan mis entrañas y se desborde mi ternura?”
Jeremías 31,20
“Mi corazón se conmueve y a la vez se
estremecen mis entrañas. No
puedo dejarme llevar por mi
indignación …Porque soy Dios y no
hombre y no me gusta destruir”
Oseas 11,8-9.
“Les daré un corazón nuevo, infundiré en
ustedes un Espíritu nuevo, quitaré de su carne
el corazón de piedra y les daré UN
CORAZÓN DE CARNE” Ez 36, 26 –27.
101. LO CENTRAL DEL PROGRAMA DE JESÚS: El
Reino de Dios “Sed Misericordiosos, como vuestro
Padre es Misericordioso”
“Dios es Misericordioso con todos” Rom
11,32
“La Misericordia no tiene porque temer
el juicio” Sant 2,13.
el Tener capacidad de asombrarse, de
enternecerse y estremecerse con
el dolor ajeno. Salir de nosotros
mismos es decir no pasar de
largo ante el dolor humano.
“Sentimos el dolor del otro, luego existimos”
Es el camino de la humanización que pasa necesariamente por
la espiritualidad de la Compasión – Misericordia.
102. “El programa del Cristiano – el programa del Buen
Samaritano, el programa de Jesús – es un Corazón
que ve donde se necesita amor y actúa en consecuencia”
“Cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos
ante Dios” Benedicto XVI – Carta Dios es Amor
– No. 31 y No. 16 -.
103. Lo captó profundamente Paulo VI en la Evangelii Nuntiandi “Lo único absoluto
es el Reino, todo lo demás es relativo” yo me atrevería a traducirlo así: “Lo
absoluto es la misericordia, todo lo demás es relativo”, “La primacía
la tiene el sufrimiento, no la ley. La experiencia de la misericordia – corazón
con entrañas de misericordia que no pasa de largo – como experiencia de
conocimiento de Dios, Mt 9, 13; 12, 7 Luc 1. 51-54. El seguimiento, o
acontece aquí, o no acontece en absoluto. Lo que está en juego no es la soteriología sino
la Teodicea.
104. Que significa para nosotros que Reine Dios? Según el Salmo 145: Justicia
para los oprimidos, libertad para los cautivos, pan para los hambrientos,
vista para los ciegos, sostener al que cae, acoger al de afuera … El
Reino, por tanto, es pura humanidad, pura misericordia, es pura
gratuidad, pura vida plena y abundante …!
105. “En el principio era la
Misericordia y la Misericordia
era Dios y Dios era Misericordia …
El único sufrimiento que Dios
acepta es el que brota de la lucha
contra las causas del sufrimiento,
contra el sufrimiento de las víctimas
de este mundo, contra el dolor, la
desgracia y la humillación de los más
pobres de la tierra”
Evangelio de Juan 1, 1-3
106. La utopía del Reino no consiste en que nos divinicemos, sino en que nos
humanicemos tanto y de tal manera, que nos resulte insoportable el
sufrimiento, la humillación, la falta de seguridad y de libertad o cualquier forma
de agresión que sufra cualquier ser humano.
107. Me suena que “el entre vosotros no
debe ser así”, va en esa dirección
son las “entrañas de misericordia” de
la parábola del Buen Samaritano.
Acaso no es la misericordia de
Nuestro Dios la que nos transforma en
testigos de su misericordia, la
que nos convierte en mediación para
encarar la dureza del mundo. Una
dureza que empieza en la debilidad,
pasa a la mezquindad y la ceguera y
muchas, muchísimas veces termina
en la maldad.
108. Para nosotros los cristianos la pregunta clave debe ser QUIÉN SUFRE? Mt 25,
31-46. Es la “memoria passionis” como rememoración cristiana de Nuestro Dios. Si
no nos queda en el alma sitio privilegiado y claro para los que sufren
para los que cada noche se acuestan sin comer, para los que se pudren en los
hospitales, en las cárceles, en los barrios de la periferia es porque estamos
satisfechos, porque tenemos cubiertas todas nuestras aspiraciones y no podemos
olvidar que ni el Evangelio, ni la espiritualidad son para gentes satisfechas,
mucho menos para gentes arrogantes.
109. Cuidemos para no caer en “el
auto-atrofiamiento del corazón”.
San Agustín
110.
111. Fernando Quiroz
Me cuesta trabajo creer lo que leo en una página
perdida de un diario: que un obispo italiano se negó a
casar a una pareja, porque el novio sufrió un accidente
unas semanas antes de la boda y, entre otros muchos
males, quedó impotente.
El argumento del obispo fue simple: no puede casar a
alguien que está impedido para procrear.
Me pregunto si es ésta la misma iglesia de un
hombre llamado Jesús, que buscaba a los pobres, a
los desvalidos, a los perseguidos y a los enfermos para
llevarles un mensaje de amor. Para tenderles la mano.
Para compartirles el pan. Para sanarles las heridas.
Quizá no sea la misma. La de este obispo italiano,
de nombre Lorenzo Chiarinelli, se parece más a la
iglesia de los que torturaban y mataban en los palacios
de la inquisición a quienes no compartían sus
creencias, a quienes se atrevían a dudar aunque fuera
como mero ejercicio filosófico –, a quienes buscaban
en la ciencia respuestas para ese mundo que se
estaba descubriendo, a quienes se amaban sin su
bendición.
112. Se parece a la iglesia de los jerarcas que se visten con
paños de Inglaterra y sedas de Oriente y dedican sus horas
a atender en los palacios del Vaticano a los mandatarios del
planeta, a los miembros de la realeza, a los industriales
millonarios y a los banqueros poderosos. Y les tienden la
mano para que besen sus anillos de brillantes. Y miran al
pueblo desde los balcones, detrás de las cintas de
seguridad, lejos, cada vez más lejos.
Se parece a la iglesia de esas señoras que entregan
las migajas a los pobres que se agolpan a la entrada de los
templos, que buscan en la cartera la moneda más pequeña
y la sueltan antes de que sus manos corran el riesgo de
tocar las manos de los enfermos, de los pordioseros. Y
hacen fila para comulgar y se sientan en la primera fila para
rogar a Dios que les siga llenando las arcas.
¿Acaso no les habían prometido el Reino a los que
sufrían, a los que pasaban hambre, a los que padecían
enfermedades? O tal vez sea eso precisamente: que les
tienen reservado un reino del que no se tienen noticias
ciertas a cambio de que los dejen en paz mientras pasan
por esta vida. Al fin y al cabo es corta, muy corta,
comparada con la eternidad de la que hablan.
113. ¿Acaso no habían dicho que había que dar de comer
al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo y
visitar al enfermo? Tal vez sea eso lo que pretende
monseñor Chiarinelli: que los enfermos estén recluidos
donde no molesten, donde no incomoden, donde no
conmuevan… ya habrá alguna señora bondadosa que
quiera ir a visitarlos. Mientras tanto, le niega a este joven la
posibilidad de que una mujer lo ame y de que él ame a una
mujer. Porque también se puede amar con el corazón y con
las palabras, no sólo con los órganos que ya no le
funcionan a aquel hombre: y eso debería saberlo el obispo.
Con actitudes como la de Chiarinelli, la iglesia
católica se aleja cada día más de ese pueblo al que le habla
desde el púlpito con discursos adornados y promesas del
más allá, pero al que rara vez visita en las calles para
untarse de él, para conocer sus problemas, para llevarle,
como ese Jesús al que cada día se parecen menos los
curas y los obispos, un mensaje de amor, un trozo de su
propio pan.
Que no se quejen de que a los templos cada día les
sobran más bancas, de que muchos de sus feligreses han
ido a buscar el mensaje de Dios en otras iglesias o,
sencillamente, han dejado de creer en los hombres que
dicen ser sus representantes en la tierra. Porque lo cierto es
que cada vez lo representan peor.
114. El cristianismo, no sólo cambió el concepto de Dios, sino igualmente el modo de
encontrar a Dios. El modo de encontrar a Dios no va por el camino ascendente de la
perfección y la divinización, sino por el camino descendente de la humanización y
la Misericordia. Es decir, encontramos a Dios en la medida, y sólo en la medida, en que
- como lo hizo Dios mismo - nos fundimos con lo humano, precisamente para liberar
a los seres humanos, y a la sociedad en que vivimos los seres humanos, de la
deshumanización que a todos nos amenaza y a todos nos domina, causando tanta
inhumanidad y tanto sufrimiento.
115. Como escribió San Gregorio de Nisa: “Todos los conceptos que nos
hacemos de Dios con el entendimiento crean ídolos en lugar de
recordar a Dios mismo” – podemos añadir que incluso los conceptos del
magisterio eclesiástico por necesarios que sean -.Y saben también que el único
nombre para expresar a Dios es – como añadía el mismo Niseno. EL
ASOMBRO.
Pero no sólo el asombro del que se queda callado ante la inmensidad de lo
positivo, sino también en primer lugar EL ASOMBRO del que se queda
estremecido ante la cruz de Jesús y la maldad del mundo que lo mata y – desde
ellas- ante los crucificados de la tierra. EL ASOMBRO de la crucifixión de Jesús.
Y por eso, desde ese ASOMBRO, la teología de la liberación no se limita a
quedar callada con el éxtasis, sino que se vuelve activa en la solidaridad; y en
esa solidaridad pronuncia una tímida palabra sobre Dios.