La historia trata de un cerdito llamado Pedrito que desobedeció a su mama al alejarse de casa y ensuciarse de lodo mientras ella cocinaba. Cuando la mama regresó y vio la casa sucia, se enojó con Pedrito, pero él le pidió disculpas y le llevó un ramo de flores, diciendo que era el cumpleaños de ambos. Esto conmovió a la mama, quien terminó abrazando felizmente a Pedrito.